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"Es falso que para adelgazar haya que pasar hambre"
Los internistas desmontan los principales mitos de la obesidad
El pasado sábado 4 de marzo se celebró el Día Mundial de la Obesidad, y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha desmontado los principales mitos y falsas creencias relacionadas con la obesidad para promover su correcto control.
Hay que pasar hambre para adelgazar
"Es falso que hay que pasar hambre para adelgazar. Para mantener un peso saludable a la vez que estamos bien alimentados y no pasamos hambre, es fundamental elegir bien lo que vamos a comer", ha comentado la presidenta de la SEMI, Juana Carretero.
Recuerda que hay que comer cinco veces al día, incluyendo proteína en alguna de esas comidas. Si se tiene hambre entre horas, recomienda un picoteo saludable -frutos secos crudos, verduras, zanahoria o fruta-. "Prioriza, además, siempre cocciones para los alimentos que aporten poca grasa, como el vapor, el horno o una ensalada", ha detallado.
Dormir engorda
Otro de los mitos que desmiente es que "dormir engorda". "Es justamente lo contrario", sentencia el internista SEMI Francisco Javier Carrasco: Las personas que duermen menos de cinco horas tienden más a tener sobrepeso u obesidad que las que duermen alrededor de siete.
Además, asegura que la calidad del sueño es fundamental para prevenir la obesidad. Aquellas personas que duermen menos de cuatro horas pueden tener un incremento del 70% de la probabilidad de desarrollar sobrepeso u obesidad, que se reduce a un 25% cuando duermen menos de seis horas.
El organismo puede quemar aproximadamente una caloría por kilo de peso y hora de sueño. "Teniendo en cuenta que si una persona pesa 80 kilos (80 caloría por 7 horas), aproximadamente quemaría 560 calorías durante el sueño. Durmiendo quemamos más calorías que estando tumbados despiertos sin hacer nada", detalla.
El aceite de oliva es malo
Este es el tercer mito del que se habla. Si bien es la grasa más saludable que existe, y está demostrado que puede prevenir enfermedades cardiovasculares, el internista Pablo Pérez Martínez recuerda que su aporte calórico, al igual que el resto de las grasas, "no es desdeñable".
"Dentro de una dieta variada y equilibrada, debemos consumir a diario aceite de oliva virgen, pero siempre sustituyendo otro tipo de grasas, como las animales o las trans, que abundan en los alimentos ultraprocesados. Por tanto, consumo de aceite de oliva sí, también en las personas que presentan sobrepeso u obesidad".
Operación bikini antes de verano
Los internistas dicen no a la operación bikini. "Cuando te plantees hacer una dieta, no busques una dieta rápida, que simplemente genera una bajada de peso muy rápida y puntual, para luego recuperarlo incluso más de dónde partías", advierte el doctor José María Fernández.
En su lugar habría que buscar aquellas dietas estructuradas que cambien los hábitos de vida, no solo alimenticios, sino de ejercicio físico, que permitan mantener ese peso y reducirlo de forma progresiva en el tiempo, para mejorar la salud y prevenir la obesidad.
La fruta engorda
La SEMI también ha negado que la frute engorde si se toma como postre. Afirman que "no tiene rigor científico" y que su "mala fama" proviene del sabor dulce que suelen tener, según explica la doctora Lola López, internista SEMI.
La fruta contiene fructosa, un azúcar simple igual que la glucosa y con el mismo número de calorías (4 por gramo). La diferencia entre ambas radica en sus propiedades y que la fructosa, al ir mezclada con fibra, no genera tantos picos de insulina y no se le da al cuerpo la señal de que acumule la energía en forma de grasa.
Además, la experta recuerda que la fruta "es una buena forma de terminar una comida", ya que permite evitar que otros alimentos más ricos en grasa o hidratos de carbono. "En dietas de pérdida de peso se recomienda separarla de la comida y tomarla a media mañana o media tarde. La fruta es una buena opción saludable, fresca mejor que deshidratada (por su concentración de azúcar más alta), y a ser posible que sea de temporada y de cercanía", señala.
Obesidad buena y obesidad mala
No es correcto hablar de una "obesidad buena". Afirman que es cierto que hay "un perfil de obesidad con mayores implicaciones metabólicas y de riesgo incrementado para desarrollar ciertas enfermedades" y otras personas que no presentan tanto riesgo, lo que hoy en día todavía se pugna como "personas metabólicamente sanas".
Este concepto puede conducir a error, según el internista Pablo Casado, que aclara que cualquier tipo de obesidad tiene implicaciones para la persona que la padece en comparación con otra persona con peso normal.
'Dietas milagro'
"Cuando tenemos sobrepeso u obesidad, la primera tentación o idea puede ser bajar de peso por nosotros mismos y recurrir a las mal llamadas y mitificadas 'dietas milagro', que carecen de la base científica y el rigor suficiente para hacer un tratamiento adecuado", advierte el doctor Pablo Miramontes.
Además, estas dietas basan su éxito en una gran restricción alimentaria que puede llevar a estados carenciales que son malos para la salud, y sin la supervisión de un profesional.
Desde SEMI recuerdan que "siempre que queramos perder peso" hay que buscar ayuda profesional para que elabore una dieta adecuada para el caso individual, pensando en la salud y "no con fines que en muchos casos son meramente estéticos". "Una dieta adecuada no pondrá en riesgo nuestra salud y evitaremos otro tipo de problemas", ha resumido la internista.
Cuestión de voluntad
La última falsa creencia se basa en la afirmación de que "la obesidad tiene que ver con una cuestión de voluntad". Según la doctora Marta Toral, residente de Medicina Interna de SEMI, "en esta enfermedad influyen muchos otros factores, como pueden ser genéticos, enfermedades predisponentes, fármacos que estén tomando los pacientes, el entorno cultural y social". Concluye que, por ello, "antes de juzgarles debemos entender la situación personal de cada uno".