Una aldea de 16 habitantes se desnuda en un calendario solidario

Con el inicio del nuevo año acercándose, llega el momento de elegir un calendario para colgar en nuestra pared y anotar todo lo que nos traiga 2023. Son muchas las formas y temáticas de este sencillo objeto que nos recuerda el paso del tiempo, pero este año hay uno que ha brillado con luz propia.

Si pensamos en calendarios ligeros de ropa, nuestra mente puede que vaya a los típicos calendarios de bomberos musculosos. Sin embargo, los vecinos de Peña Zafra de Abajo han querido reivindicarse con una original iniciativa que ha sorprendido a muchos. Ellos también han posado al desnudo para hacerse oír y promocionar todo lo que esta pedanía del municipio de Fortuna, en Murcia.

Peña Zafra de Abajo cuenta con 16 vecinos y ninguno ha querido quedarse fuera de esta iniciativa. Mostrándose tal y como son, han conseguido llamar la atención y que todas las miradas se vuelvan hacia ellos para descubrir que la España rural tiene mucho que ofrecer. Su gastronomía, el senderismo y actividades como el ganchillo aparecen reflejadas en las distintas imágenes que han tomado los fotógrafos Juanjo Ramírez y David Canto, quienes llevan desde 2020 trabajando los desnudos artísticos.

En sus fotografías se juega con las formas corporales para entremezclarlas con elementos rurales: tractores, parras, productos de la huerta... Como resultado, una docena de fotografías en las que se presenta la identidad del pueblo al desnudo.

Cada año, los vecinos organizaban rifas para recaudar fondos. Sin embargo, cada vez costaba más vender las papeletas. Necesitaban innovar y dar un golpe de efecto para que su voz se escuchase más allá de la región. Así, nació la idea de descubrirse y fundirse con todo lo que el pueblo tiene que ofrecer.

Ponerse frente al objetivo

Los fotógrafos, Juanjo y David, son conocidos en toda la zona. Lucía Nicolás, presidenta de la Asociación de la pedanía, cuenta que, tras participar en la exposición “Abanillas se desnuda”, quisieron trasladar la idea a Peña Zafra de Abajo. Los vecinos se mostraron encantados y, sin corte ninguno, se pusieron manos a la obra.

Comenzaron la aventura en septiembre, con mucho cuidado de no descubrir la sorpresa. Si alguien veía a un vecino posando y a los dos fotógrafos, se perdería el misterio, así que debían estar atentos al entorno. “Sesiones a las 12 de la noche, sesiones mojándonos… Una locura”, recuerda Lucía. “Era septiembre, pero eran días de fresquillo”.

Son muchos los momentos memorables que ha traído consigo este calendario. Cada foto tiene una historia detrás. La presidenta de la asociación destaca, por ejemplo, lo divertido y complicado que fue realizar la fotografía de su marido encima de unas rocas. Decidieron reservar esa sesión para un fin de semana, ya que había que disparar desde una carretera muy transitada de lunes a viernes por camiones. Esto, añadido a la intención de que nadie supiese qué estaban haciendo, convirtió la tarea en un divertido juego de levantarse y agacharse. “No me explico por qué, pero ese día decidieron pasar muchos coches”, relata divertida. “Se pasó como 15 minutos agachándose y escondiéndose”.

Esta iniciativa ha conseguido vender ya 250 calendarios, una cifra que nunca pensaron alcanzar. Su primera idea fue hacer un pedido de 50 unidades, pues querían ser prudentes. Había dudas sobre si conseguirían venderlos: los calendarios suelen regalarse y mucha gente ya tendría el suyo. “Nunca lo hubiésemos dicho jamás en la vida, hemos alucinado”, asegura Lucía.

En busca de nuevas ideas

Ahora surge un gran interrogante: ¿Cómo pueden superar esto? La presidenta de la Asociación se pregunta cómo pueden ir más allá de sacar a un hombre centenario desnudo. Tienen un año por delante para buscar un nuevo giro que vuelva a poner a Peña Zafra de Abajo en el punto de mira.

Estas iniciativas son muy importantes. “La necesidad nos lleva a tener que hacer algo, no sé qué, pero tenemos que volver a hacer algo”, reflexiona Lucía. Con este calendario, los vecinos de la pedanía esperan haber encendido una vela que no se apague dentro de una semana y que otros pueblos en su misma situación se sensibilicen y se sumen a la reivindicación.

La España rural tiene mucho encanto y cada vez tiene menos recursos, lo que hace que cada vez sean menos habitantes. En Peña Zafra de Abajo son 16, aunque los fines de semana esta cifra puede aumentar. Sin embargo, necesitan este tipo de iniciativas para mantenerse a flote.