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Alerta en Exteriores por el jubilado español presuntamente apresado por Rusia en Ucrania
Se investiga cuál es el paradero de Mario García, de 73 años, tras la denuncia de su desaparición
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación está tratando de determinar el paradero del español Mario García Calatayud, de 73 años, quien supuestamente habría sido apresado por las fuerzas rusas en Ucrania, donde combatía del lado de las autoridades ucranianas, según han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.
El personal de la Embajada española en Kiev, que actualmente se encuentra en Varsovia tras el cierre de la legación a raíz de la invasión rusa, y los servicios de emergencia consular del Ministerio están "investigando cuál es el paradero para esclarecer su situación", han indicado las fuentes, precisando que también están en permanente contacto con su familia.
Según las fuentes, García Calatayud, de 73 años y originario de la Comunidad Valenciana, fue uno de los españoles que rechazaron ser evacuados junto a otros ciudadanos en los convoyes organizados por la Embajada al inicio de la invasión rusa el pasado 24 de febrero.
García Calatayud decidió permanecer en Ucrania, donde se trasladó en 2014 tras la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia, y luchar junto a las tropas ucranianas frente a las rusas. Ahora, según el medio EMV-Levante, estaría apresado por las fuerzas rusas que controlan la ciudad de Jerson, la primera de importancia tomada por Moscú desde la invasión.
Siete años como voluntario de guerra
Mario García, funcionario prejubilado del Ayuntamiento de Valencia, lleva siete años enrolado en la guerrilla ucraniana, desde que estalló la crisis de Crimea en 2014, cuando pidió la prejubilación y se marchó para colaborar en el frente en Ucrania como voluntario "para ayudar a todas las personas", según explicó en distintas entrevistas.
Mario tiene experiencia en el uso de las armas, pero aseguraba que no se encuentra en el país con el objetivo de combatir, "pero si me buscan me van a encontrar". "No pertenezco a ninguna guerrilla, pertenezco a un comando de voluntarios de guerra", afirmaba. Allí ha podido ayudar a compañeros soldados y a familias, llevando medicamentos, ropa o alimentos. Él quiere combatir "al señor de la guerra", como ha llamado en varias entrevistas al presidente ruso.
Las historias que le contaba su padre de pequeño, de cómo muchos niños de la Guerra Civil Española tuvieron que marcharse del país hasta Ucrania le hicieron tomar conciencia de la situación, primero montando una ONG y luego marchándose directamente al país ucraniano. Su historia ya ha sido contado por varias televisiones locales allí y, por el momento, se ha convertido en una especie de héroe entre los ciudadanos del país.