65ymás
Actualidad
Las hormigas se apoderaron del mundo siguiendo a las plantas con flores
Es importante encontrar la relación de cara al cambio climático
A raíz de una combinación de fósiles, ADN y datos sobre las preferencias de hábitat de las especies modernas para reconstruir cómo las hormigas y las plantas han evolucionado juntas en los últimos 60 millones de años, unos investigadores han descubierto que, cuando las plantas con flores salieron de los bosques, las hormigas las siguieron, iniciando la evolución de las miles de especies de hormigas que hoy existen, según publica la revista 'Evolution Letters'.
Hay más de 14.000 especies diferentes de hormigas, repartidas por todos los continentes -excepto en la Antártida-, y los investigadores han calculado que hay más de cuatro cuatrillones (4.000.000.000.000.000) de hormigas individuales en la Tierra. Pero todavía no se sabe cómo evolucionaron hasta llegar a este punto.
"Hoy en día las hormigas viven en casi todos los continentes, en diferentes hábitats e incluso en diferentes dimensiones: algunas viven bajo tierra y otras en las copas de los árboles", explica Matthew Nelsen, investigador científico del Field Museum de Chicago (Estados Unidos) y autor principal del artículo. Añade que intentan comprender "cómo pudieron diversificarse a partir de un único ancestro común para ocupar todos estos espacios diferentes".
En busca de pruebas
Los científicos ya sabían que tanto las hormigas como las plantas con flores se originaron hace unos 140 millones de años y, posteriormente, se hicieron más frecuentes y se extendieron a nuevos hábitats. Nelsen y sus coautores (Corrie Moreau, de la Universidad de Cornell, Kevin Boyce, de la Universidad de Stanford, y Richard Ree, del Museo Field) querían encontrar pruebas de que las trayectorias evolutivas de ambos grupos estaban relacionadas.
Para encontrar ese vínculo, compararon los climas que habitan 1.400 especies de hormigas modernas, incluyendo datos sobre temperatura y precipitaciones. Unieron esta información a una reconstrucción a escala temporal del árbol genealógico de las hormigas, basado en la información genética y en fósiles de las mismas conservados en ámbar.
Muchos comportamientos de estos animales, como dónde construyen sus nidos y en qué hábitats viven, parecen estar profundamente arraigados en los linajes de sus especies, hasta el punto de que los científicos son capaces de hacer conjeturas bastante acertadas sobre la vida de las hormigas prehistóricas basándose en sus parientes modernas. Estos datos, combinados con una información similar sobre las plantas, ayudaron a comprender mejor el mundo de las hormigas primitivas.
Del subsuelo a los árboles
Hace unos 60 millones de años, las hormigas vivían sobre todo en bosques y construían sus nidos bajo tierra: "En esa época, algunas de las plantas de estos bosques evolucionaron para exhalar más vapor de agua a través de pequeños agujeros en sus hojas, lo que hizo que todo el lugar fuera mucho más húmedo y que el entorno se pareciera más a una selva tropical", explica Nelsen.
Algunas hormigas empezaron a trasladar sus nidos del subsuelo a los árboles, debido a la humedad del entorno. Aunque no fueron los únicos animales que se trasladaron a los árboles, también lo hicieron otros como ranas, serpientes y plantas epífitas, parecidas a las bromelias y plantas aéreas que tenemos hoy, ayudando a crear nuevas comunidades arbóreas.
Cuando las plantas se expandieron fuera de los bosques...
Algunas plantas con flores que vivían en estos bosques empezaron a extenderse hacia el exterior, adentrándose en regiones más áridas y adaptándose para prosperar en condiciones más secas. El trabajo de Nelsen sugiere que cuando esto ocurrió, algunas hormigas las siguieron, pues es posible que las plantas les proporcionaran un incentivo en forma de alimento.
"Otros científicos han demostrado que las plantas de estos hábitats áridos desarrollaron formas de alimentar a las hormigas, como los elaiosomas, que son como apéndices carnosos de las semillas", destaca Nelsen. Y cuando las hormigas cogen las semillas para obtener los elaiosomas, ayudan a dispersarlas. Los investigadores afirman que demostrar cómo las plantas ayudaron a dar forma a la evolución y dispersión de las hormigas es especialmente importante de cara a la crisis climática y de biodiversidad a las que nos enfrentamos.
"Este estudio demuestra el importante papel que desempeñan las plantas en la configuración de los ecosistemas", asegura. Concluye diciendo que "los cambios en las comunidades vegetales, como los que estamos observando como consecuencia del cambio climático histórico y moderno, pueden afectar en cascada a los animales y otros organismos que dependen de esas plantas".