Prueba PCR, test de antígenos, de anticuerpos, combinados... Desde que comenzó la pandemia de coronavirus muchos de los esfuerzos se han centrado en lograr un diagnóstico certero mediante pruebas generalmente realizadas con hisopado nasal u oral a través de la saliva. Ahora, un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de São Paulo (USP) en Brasil, ha descubierto un método para detectar el virus del COVID-19 a través de lágrimas con prometedores resultados.
El procedimiento para recolectar la muestra es similar al ya conocido hisopado, –mediante palillos flexibles con algodón en sus puntas– y mediante tiras de Schirmer, pero la novedad viene de que el material para analizar provendría de los ojos, en concreto de los lagrimales. Según el estudio, publicado en Journal of Clinical Medicine, estos test detectaron el SARS-CoV-2 sobre la superficie ocular en un 18,2% de los casos.
El riesgo de contagio a través de lágrimas, aunque es bajo, existe
Este descubrimiento apunta hacia una alternativa al hisopado nasal y oral, que causa molestias en la nariz y en la garganta, y muestra la necesidad de implementar medidas de protección destinadas a los profesionales de la salud, ya que, pese que es bajo, el riesgo de transmisión del virus a través de las lágrimas existe.
Al mismo tiempo, y tal como destacan los medios brasileños, la combinación de dos factores –más comorbilidades y una mayor tasa de mortalidad– entre pacientes con test positivos en las lágrimas sugiere que esta detección vírica puede ayudar en lo referente al pronóstico de la enfermedad.
Fuente: Journal of Clinical Medicine
Nueva técnica y mejores resultados de detección rápida
Los investigadores examinaron muestras de individuos con diagnóstico de la enfermedad confirmado mediante los métodos convencionales que estaban internados en el Hospital de Rehabilitación de Anomalías Craneofaciales (HRAC) administrado por la Facultad de Odontología de Bauru (FOB-USP). De 61 pacientes internados, se analizaron muestras de 33 de ellos con diagnóstico de COVID-19 y de otros 14 sin el virus, obtenidas durante el primer semestre de 2021, cuando las principales variantes que circulaban en el estado de São Paulo eran la gamma y la delta.
Los científicos utilizaron dos formas para recolectar las lágrimas: el hisopado conjuntival y las tiras de Schirmer (una prueba que se aplica para evaluar si los ojos producen la cantidad suficiente de lágrimas). Del total, el SARS-CoV-2 se detectó en un 18,2% de las muestras recolectadas mediante hisopado y en un 12,1% de las obtenidas con las tiras de Schirmer.
Tasas de mortalidad más altas entre los positivos
De acuerdo con la investigación, los individuos cuyas lágrimas tuvieron un resultado positivo para el SARS-CoV-2 registraron un ICC inferior con relación al resto (lo que indica una mayor probabilidad de muerte en diez años) y tasas de mortalidad más altas. Independientemente del diagnóstico de COVID-19, la mayoría de los individuos exhibieron una baja producción lacrimal e informaron molestias oculares, lo que indicó la necesidad del uso de lágrimas artificiales durante el tiempo que estuvieron internados.
Aparte de los datos demográficos, clínicos y de síntomas oculares, los científicos trabajaron con análisis de RT-qPCR (las siglas en inglés de reacción en cadena de la polimerasa de transcripción reversa). Este método requiere la extracción del material genético, un proceso de transcripción del ARN en ADN y, por último, la multiplicación del ADN. Este análisis, considerado el patrón oro del diagnóstico del COVID-19 y que se aplica ampliamente en diversos laboratorios del mundo, es capaz de detectar la presencia incluso de una copia única del material genético del virus en la muestra.
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.