Neuralink, la compañía propiedad de Elon Musk, ha implantado el primer chip cerebral en un humano. Así lo ha anunciado el multimillonario a través de su perfil en la red social X (antes Twitter), nueve meses después de que la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés) dieses su aprobación para que se iniciasen los estudios en humanos.
"El primer ser humano recibió un implante ayer de Neuroalink y se está recuperando bien", aseguraba, indicando que "los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales".
En concreto, este primer producto de Neuralink se llama "Telepathy", indicaba en otro tuit, en el que explicaba las funciones de las que será capaz este implante cerebral, que tiene como objetivo "crear una interfaz cerebral generalizada para restaurar la autonomía de quienes hoy tienen necesidades médicas insatisfechas y desbloquear el potencial humano del mañana", explican en la web de la compañía.
De esta forma, será posible controlar el teléfono o el ordenador, así como "casi cualquier dispositivo, con solo pensar", resaltaba. También permitirá una mejor comunicación en aquellas personas que tenga funciones cerebrales dañadas. De hecho, indicaba que "los usuarios iniciales serán aquellos que hayan perdido el uso de sus extremidades. Imagínese si Stephen Hawking pudiera comunicarse más rápido que un veloz mecanógrafo o un subastador".
El primer ensayo clínico en humanos, que iniciaba el reclutamiento el pasado mes de septiembre, informaba que se utilizaría un robot R1 para "colocar quirúrgicamente los hilos ultrafinos y flexibles del implante N1 en una región del cerebro que controla la intención del movimiento", de forma que pudiese registrar y transmitir señales cerebrales de forma inalámbrica a una aplicación.
Según recogen diferentes medios, la compañía estaría desarrollando en paralelo dos tipos de implantes, para restaurar la visión, también en las personas que nunca la han tenido, y restablecer funciones corporales básicas en personas con parálisis por daños medulares.
La gran peculiaridad de este producto de Neuralink es que, a diferentes de otros implantes cerebrales pensados para funcionar desde el cerebro hacia el exterior, este pretende aspirar a trasladar información en la dirección contraria también, hacia el cerebro.