Miles de hectáreas de bosque están ardiendo simultáneamente en distintas partes de España, arrasando parajes naturales emblemáticos como Monfragüe o el valle de Jerte. Este año casi ninguna comunidad se libra de las llamas por culpa de la gran ola de calor que asola el país.
Ahora bien, muchos de estos incendios podrían haberse limitado si se hubiese hecho un mayor trabajo de prevención. Y es que, según comentan a 65YMÁS varios ingenieros de montes que trabajan actualmente en la extinción de los fuegos, el comportamiento humano resulta determinante para comprender el origen y la extensión de la mayoría de incendios.
Imprudencias, despoblación y cambio climático
Y es que, explican, la mayoría de focos se originan por imprudencias en el campo (colillas, residuos, actividad laboral...).
"El 5% o menos son por causas naturales (rayos). Luego, el 70% se deben a negligencias como el uso de maquinaria que hace chispas, quemas controladas que se descontrolan, etc. Y después, hay como un 20-25% que son provocados, o bien por pirómanos o por incendiarios, es decir, gente que quiere un prado para vacas, por ejemplo, y acaba prendiendo el bosque", afirman.
Eso sí, matizan, existen otras causas de tipo estructural:la despoblación, el cambio climático,la falta de trabajo en prevención durante los meses de frío y la precariedad en el sector forestal que se encarga del cuidado de los montes.
“Antiguamente se podía decir que había menos incendios, porque la gente vivia en el pueblo y se calentaba con leña. Hacían un uso del campo más intensivo –ganadería, madera...–. Pero eso ya no existe", indican.
"Hay que tener en cuenta también que es complicado meter mano a los montes, porque es muy caro. Por mucha infraestructura que haya, nunca va a ser suficiente", añaden.
Es más, señalan, actualmente España cuenta con "más cortafuegos, más carreteras y una legislación más amplia que hace años". Sin embargo, puntualizan, esto no resulta suficiente para atajar gran parte de los incendios, debido a que "hemos pasado de dos meses de peligro a cuatro o cinco" por el aumento de las temperatura y la falta de lluvias.
Por ello, aseguran, es importante "que cambie la sociedad" –concienciación– y repoblar la España Vaciada. "Hay que volver a los pueblos y a los productos forestales", propone.
Más medios para prevenir
Además, señalan, se debería "aumentar el gasto en prevención" y crear más "retenes que limpien el monte en invierno", puesto que con los actuales no es suficiente para llegar a todo, teniendo en cuenta además que en el futuro la situación "cada vez será más virulenta". "Cuando el bosque está limpio no se crean estos incendios tan grandes", sostienen.
Finalmente, la solución pasaría por dignificar el trabajo de los profesionales que se encargan de la prevención y de apagar los fuegos. "Es muy precario. Te hacen trabajar tres meses al año y la gente acaba yéndose a otros empleos. Hay fuga de talentos y muchos jóvenes con poca experiencia", reconocen.
Más de 20.000 hectáreas afectadas
Los incendios han acabado ya con casi el doble de la superficie que se quemó entre los años 2006 y 2021. Por el momento, más de 20.000 hectáreas en España se han visto seriamente afectadas o destruidas por completo, con Extremadura, Castilla y León, Cataluña y Galicia como las comunidades más afectadas.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.