¿Estamos en peligro? El asteroide 2024 YR4 podría chocar contra la Tierra en 2032

El asteroide 2024 YR4, identificado recientemente por el telescopio ATLAS en Río Hurtado, Chile, ha incrementado su probabilidad de impacto con la Tierra al 3,1% para el 22 de diciembre de 2032. Este hallazgo ha generado preocupación entre los astrónomos debido a su potencial destructivo.

Con un diámetro de 55 metros, el asteroide fue descubierto el 27 de diciembre y, desde entonces, ha sido objeto de seguimiento por parte de sistemas automatizados de alerta. Inicialmente, la probabilidad de colisión era del 1,2%, incrementándose al 2,3% y luego descendiendo al 2%, antes de alcanzar el actual 3,1%, según el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA.

Posibles consecuencias del impacto

En caso de impacto, el riesgo afecta a una banda de la superficie terrestre que se extiende a lo largo del Océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el Océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia, según el International Asteroid Warning Network (IAWN). Un impacto de un asteroide de este tamaño podría causar daños significativos a una región local, según la ESA.

Observaciones y análisis continuos

Las observaciones del asteroide continuarán hasta abril, cuando se volverá demasiado tenue para ser observado, reapareciendo en junio de 2028. Además, el Telescopio Espacial James Webb de la NASA tiene programado observar el asteroide en marzo de 2025 para obtener datos más precisos sobre su tamaño y trayectoria.

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha clasificado al asteroide en el nivel 3 de la escala de riesgo de impacto de Turín, lo que indica que merece atención tanto de los astrónomos como del público. La órbita del asteroide es excéntrica, lo que complica la predicción precisa de su trayectoria futura.

Futuras evaluaciones de riesgo

A medida que se recopilen más datos, la probabilidad de impacto podría ajustarse. Es posible que, como ha ocurrido con otros asteroides, 2024 YR4 sea eventualmente descartado como amenaza. Sin embargo, también existe la posibilidad de que el riesgo continúe aumentando, según la NASA.

El monitoreo continuo y las observaciones adicionales son cruciales para determinar con mayor precisión el riesgo que representa este asteroide. La comunidad científica sigue atenta a cualquier cambio en su trayectoria que pueda alterar las actuales predicciones.