Pese a todos los avances médicos, el cáncer sigue siendo la segunda causa de muerte en España –después de las enfermedades del sistema circulatorio– y uno de los principales problema de Salud Pública de nuestro país.
Según estima la Sociedad Española de Oncología Médica, en 2023 se diagnosticarán 279.260 nuevos casos, buena parte de los cuales afectarán a personas mayores.
Fuente: SEOM.
Y es que la edad es un factor de riesgo fundamental en esta enfermedad, junto a hábitos como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a ciertas sustancias tóxicas, la contaminación, la obesidad, etc.
"Desde el nacimiento hasta los 80 años, los hombres tienen un riesgo de desarrollar cáncer de un 41,1% y las mujeres de un 28,0%. A los 85 años, estos valores son de un 48,4% en los hombres y de un 32,4% en las mujeres", explica a 65YMÁSMónica Granja, secretaria científica de SEOM y oncóloga médico del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Es más, los expertos prevén que el envejecimiento de la generación baby boom provocará, junto a otros factores secundarios, que la incidencia se multiplique en las próximas décadas, llegando, según ciertas estimaciones, hasta los 341.000 nuevos casos en 2040, es decir,un 22% más que los nuevos diagnósticos anuales en la actualidad.
Con todo, cabe puntualizar que las previsiones para este año apuntan a una cierta estabilización respecto a 2022, si bien, en principio, no invalidaría las previsiones alcistas para el medio y largo plazo. "Aunque aún no conocemos el impacto real que tuvo la pandemia Covid-19, uno de los factores que se postulan que pueden explicar esta estabilización son los fallecimientos por infecciones de coronavirus, sobre todo en pacientes mayores, que es el grupo poblacional más propenso a ser diagnosticado de cáncer y, por tanto, no lo pudieron desarrollar", comenta Granja.
La tasa de supervivencia aumenta, pero lentamente
Ahora bien, aunque los casos vayan a seguir aumentando en el futuro, cabe destacar que actualmente la enfermedad es menos letal que antes gracias a los avances médicos.
Según destacan en la Sociedad Española de Oncología Médica, la tasa de supervivencia se ha logrado duplicar en los últimos 40 años. Concretamente, "la supervivencia neta a cinco años del diagnóstico de los pacientes diagnosticados entre 2008-2013, en España fue de 55,3% en los hombres y de 61,7% en las mujeres", explican en un comunicado de SEOM con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra este sábado 4 febrero.
Aun así, pese a la detección precoz y a la reducción de ciertos factores de riesgo, esta enfermedad se llevó la vida de 450.744 personas en 2021.
Fuente: SEOM.
"Si nos fijamos en las tasas de mortalidad por cáncer en España ajustadas por la población europea que publica el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, observamos que la mortalidad por tumores malignos está disminuyendo en hombres desde hace 25 años y en mujeres desde hace más de 30 años", puntualiza el epidemiólogo y protavoz de la Asociación Madrileña de Salud Pública (@amasap), Fernando García.
"En los hombres, la supervivencia neta estandarizada por edad fue del 90% en los cánceres de próstata y de testículo y de 86% en el de tiroides; mientras que fue del 7% en el cáncer de páncreas, del 12% en el de pulmón, del 13% en el de esófago y del 18% en el de hígado. En las mujeres, el cáncer de tiroides tuvo una supervivencia neta de 93%, el melanoma cutáneo del 89%, y el cáncer de mama del 86%; mientras que en el cáncer de páncreas fue del 10%, en los de hígado y esófago del 16% y en el de pulmón del 18%", enumeran en el comunicado de la SEOM.
Fuente: SEOM.
Factores de riesgo
En cuanto a los factores de riesgo, aparte de la edad o la predisposición genética, el tabaco, el alcohol y la obesidad siguen siendo los más determinantes y se calcula que pueden tener que ver con un tercio de las muertes por esta enfermedad.
Así, el tabaquismo tiene una relación con el 33% de los diagnósticos, el alcohol es responsable de más de 8.000 detecciones de cáncer de colon, de mama, de hígado o de la cavidad oral en España, y la obesidad se vincula con 450.000 detecciones anuales en el mundo.
"De forma global, se ha objetivado un aumento de la incidencia de cáncer en la población joven desde 2007, por ejemplo, el aumento en la incidencia del cáncer colorrectal en adultos jóvenes parece ser debida a factores ambientales o hábitos de vida como la obesidad, el sedentarismo o el hábito tabáquico y sólo el 35% de los casos de cáncer de colon en este rango de edad se encuentran asociados a síndromes hereditarios", ejemplifica la secretaria científica de SEOM, Mónica Granja.
También la exposición a ciertos patógenos se relaciona con la aparición de cánceres. Estos son: "Helicobacter pylori, virus de la hepatitis B, virus de la hepatitis C, papilomavirus-serotipos 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58 y 59, virus Epstein-Barr, virus herpes tipo 8 o herpes virus asociado al sarcoma de Kaposi, HTLV-1, Opisthrochis viverrini, Clonorchis sinensis y Schistomsoma haematobium".
Fuente: SEOM.
Los cánceres más detectados en 2023
La SEOM ha realizado una estimación de cuáles serán los cánceres más detectados este año 2023. Según prevén, los más comunes serán los de colon, mama, pulmón, próstata y vejiga.
Tras estos, con una menor incidencia, estarán los linfomas no hodgkinianos, el cáncer de páncreas, el de riñón, el melanoma maligno cutáneo, los de cavidad oral y faringe y los de cuerpo uterino, estómago e hígado.
Los más frecuentes en varones serán el de próstata, el de colon, el de pulmón y el de vejiga, y en mujeres, el de mama y el de colon.
Estimar el impacto de la pandemia
Por otro lado, cabe matizar que la pandemia también ha podido tener un impacto tanto en el número de casos como en la gravedad de los mismos.
Por una parte, tal y como recordaba la secretaria científica de SEOM, Mónica Granja, el coronavirus podría haber tenido un impacto en los nuevos diagnósticos, que podrían estabilizarse en 2023. En concreto, esto se debería a la gran mortalidad por Covid en personas mayores que podrían haber desarrollado la enfermedad en el futuro.
Otros expertos entienden que la crisis sanitaria de 2020 y 2021 puede haber tenido también un impacto en la detección de casos por un infradiagnóstico. "Creo que lo que se paró y, en cierta medida, puede seguir parado, es el diagnóstico. Habría que ver si los casos se detectan más avanzados que antes", advierteel inmunólogo y catedrático de la Universidad de Valencia, Rafael Toledo (@alfwarrior).
"Lo más que podemos hacer son conjeturas. Hay muchos factores que influyen y que se han alterado por la pandemia: la obesidad, la calidad de la alimentación, el tabaco, el alcohol, el ejercicio físico, los cribados poblacionales de algunos tipos –como el cáncer colorrectal o el de mama–, la atención sanitaria… Algunas de estas aumentan el riesgo o dificultan su detección precoz, su diagnóstico y tratamiento, mientras que otras pueden ayudar a prevenir. En qué sentido se orienten todos estos factores, no lo sabremos hasta dentro de unos meses o años", estima el epidemiólogo Fernando García.
Por su lado, la inmunóloga del CSIC Matilde Cañelles coincide con la secretaria científica de SEOM y entiende que "los datos de 2022 tampoco pueden considerarse 'normales'". "Por una parte, al estar concentradas las muertes por Covid entre los más mayores –que serían los más proclives a padecer cáncer– y, por otra, por el descenso de visitas al médico y por las restricciones de la pandemia, que creo que van a desvirtuar las cifras. Yo esperaría un aumento de casos a corto plazo", advierte.
Qué queda por hacer
A pesar de todo, todos los expertos coinciden en que probablemente los avances en medicina de los próximos años logren paliar en parte esta epidemia de casos de cáncer.
"Aún queda mucho por hacer, si bien es cierto que, en los últimos años, con el desarrollo de la medicina de precisión de la mano de los biomarcadores, los fármacos diana y la inmunoterapia, hemos logrado grandes avances en el tratamiento de determinados tumores que hace unos años era impensables. Además, y como hemos visto, muchos cánceres tienen que ver con factores de riesgo evitables, estimando que su incidencia podría reducirse entre un 30-40% si lográsemos cambiar los hábitos. Por ello, otro reto de nuestra especialidad es evitar la aparición de tumores o aumentar las posibilidades de detección en estadios precoces", sostiene la secretaria científica de SEOM, Mónica Granja.
"Queda mucho por hacer. Creo que sobre todo los avances van a venir por la detección temprana no invasiva –con análisis de sangre– y el uso de la Inteligencia Artificial para el análisis de datos. Se tenderá a la medicina personalizada, y eso es bueno, porque no todos reaccionamos de la misma manera a un tratamiento o somos igual de propensos a complicaciones", predice la inmunóloga Matilde Cañelles.
"Además, creo que en general sí tenemos hábitos más saludables, aunque queda mucho por avanzar. Pasamos demasiado tiempo sentados y en interiores. Y estamos menos en la cocina, con lo que no controlamos la composición de lo que comemos al 100%. Pienso que hemos avanzado en algunos frentes, pero retrocedido en otros, respecto a la generación anterior. Eso probablemente se reflejará en cambios en las tasas de los distintos tipos de cáncer", apunta.
También piensa el jefe del Servicio de Inmunología del Hospital CU Virgen de Arrixaca (@manuelmuro5), Manuel Muro, que las herramientas cada vez serán mejores, tanto el diagnóstico como la terapia –radio más precisa, quimio más eficaz, desarrollo de la inmunoterapia, etc.–. Aun así, Muro entiende que se deben controlar ciertos parámetros de riesgo como la "contaminación" y afianzar cambios positivos como la reducción del tabaquismo, el menor consumo de alcohol en mayores de 40 años o la dieta.
"Queda mucho por avanzar para reducir el número de casos y de fallecidos. En primer lugar, se debe mejorar la prevención: intentar la erradicación del tabaco, que es responsable de la tercera parte de los cánceres que aparecen en el mundo, reducir drásticamente la contaminación atmosférica, reducir el consumo de alcohol, que no tiene un umbral por debajo del cual no aumente el riesgo de cáncer, reducir la obesidad, estimular el ejercicio físico, promover dietas saludables –en particular, el consumo de frutas y verduras, que se deben consumir al menos en cinco porciones diarias–, y reducir las infecciones que pueden ocasionar cánceres, como la hepatitis B, la hepatitis A, la infección por el virus del papiloma o por Helicobacter pylori", propone el epidemiólogo Fernando García.
"En segundo lugar, hay que mejorar la cobertura de los cribados para detectar precozmente. Y por último, hay que garantizar un tratamiento rápido y eficaz de los casos ya diagnosticados de cáncer, con el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud y de los servicios de cirugía, radiodiagnóstico, oncología médica, radioterápica y anatomía patológica, con el fin de que se dote de los instrumentos para reducir la demora diagnóstica y terapéutica. Además, se debe garantizar el acceso y la disponibilidad de los medicamentos oncológicos nuevos, que tienen precios prohibitivos, prácticamente fuera del alcance del sistema de salud", concluye.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.