España está registrando en las últimas semanas un incremento significativo de la transmisión en niños menores de 12 años y en adultos, mayoritariamente, de 40 a 49 años y de 30 a 39 años que, poco a poco, va afectando al resto de la población vacunada y no vacunada del país.
Y aunque la situación es muy diferente de una comunidad autónoma a otra, en ciertas regiones, como en Navarra, País Vasco o Aragón, entre otras, se puede hablar ya de que podrían estar afrontando una nueva ola que tiene como origen, una vez más, la población sin inmunidad, según aseguran a 65Ymás varios epidemiólogos e inmunólogos.
Fuente: Ministerio de Sanidad
Los no vacunados, ¿son un peligro?
Eso sí, por lo que parece, debido al número de contagios previos, al uso de la mascarilla en muchos contextos, a las altas tasas de vacunación y a la reciente inyección masiva de dobles pautas a los grupos más jóvenes –los que más socializan, generalmente, con menos medidas de precaución–, el comienzo no está siendo tan explosivo como en otros países del norte de Europa con porcentajes de vacunación similares –Dinamarca, Islandia, Noruega, Irlanda...–.
No obstante, día a día, a medida que llega el invierno, transcurre el tiempo y baja la eficacia para impedir contagios de la mayoría de vacunas, la transmisión está aumentando en varios puntos del país, lo que supone un riesgo para los cuatro millones de personas de más de 12 años que no se han inyectado ninguna dosis, y en particular, para quienes no han pasado previamente el Covid.
Pero no sólo para ellos: el que muchas de estas personas no vacunadas se infecten de golpe en ciertos puntos, supone un peligro que afecta a toda la sociedad.
Esto es así, puesto que, si la transmisión se vuelve exponencial como en el norte de Europa, un porcentaje pequeño –la mayoría son adultos jóvenes– podrían acabar necesitando de atención hospitalaria, lo que podría sobrecargar los servicios de sanitarios, cuentan los expertos. Aunque, añaden, no es previsible que colapsen, ya que no se van a infectar todos a la vez.
Datos de contagios en residencias, a día 7 de noviembre. Pincha en la imagen para consultar los datos. Fuente: Imserso.
Mayores vacunados, ¿en riesgo?
Y el problema no sólo son los no vacunados. Otro riesgo es que la transmisión de la sexta ola termine llegando a ciertos colectivos vulnerables que hace tiempo que se inyectaron la pauta completa y que, de nuevo, eso se traduzca en un aumento de la mortalidad.
Es lo que podría ocurrir con una parte, muy reducida, de las personas mayores vacunadas que, o no generaron una respuesta inmune potente, o llevan tiempo con la pauta completa: varios estudios han constatado que la eficacia frente a casos graves puede descender tras varios meses en los más mayores, aunque ligeramente.
Además, el que se infecten de forma grave un número importante de personas mayores también sería un problema colectivo, porque un porcentaje podría requerir de hospitalización lo que, sumado a los no vacunados, a algún caso raro en adulto joven no bien inmunizado y a otros pacientes de enfermedades propias del otoño e invierno, podría, de nuevo,poner a pruebala capacidad del sistema sanitario, si bien en países altamente vacunados del norte, no está habiendo un impacto que colapse los hospitales.
Tercera dosis
Ahora bien, según los expertos, este riesgo sería mucho menor si todos los mayores reciben ya un refuerzo de la vacuna porque, por norma general, suele aumentar la protección a niveles elevados, durante varios meses.
Sin embargo, en España, sólo se han inyectado dos millones y medio de dosis adicionales –gran parte de ellas, a personas de más de 70 años–. Por ello, los epidemiólogos consultados recomiendan a este colectivo que siga protegiéndose mediante el uso de la mascarilla y la distancia social –aunque estas medidas no siempre evitan el contagio, a no ser que no se salga de casa–, y que lo hagan, al menos, hasta que reciban la tercera inyección.
Pero también matizan: que la eficacia de la vacuna baje no significa que todos estén en peligro, puesto que los porcentajes de protección siguen siendo altos, por lo que no se debería tener un miedo generalizado, sino, simplemente, cierta precaución suplementaria, sobre todo, en personas muy mayores, que tienen las dos dosis y que no han pasado la infección antes.
Fuente: Our World in Data.
Una ola con muertos, pero menos
“Ya se puede hablar de que está viniendo una nueva ola. No creo que vaya a ser parecida a las que hemos tenido anteriormente, principalmente, porque una buena parte de la gente mayor está vacunada con una tercera dosis, por lo que estarán protegidos. Eso sí, tendremos que estar atentos para que no pase demasiado tiempo, porque, si hay una cosa que está demostrada, es que la inmunidad va decayendo”, explica la inmunóloga del CSIC, Matilde Cañelles (@CanellesMatilde).
Por esta razón, la científica recomienda que este grupo de población adopte "medidas proporcionales", en base a cuándo se vacunaron. “Si hace poco tiempo que se han puesto la tercera dosis, pueden estar tranquilos, pero si ha pasado más, tienen que tomar medidas de nuevo, como ir con mascarilla o evitar interiores. Nos tenemos que hacer a la idea que va a ser así ahora. Y me imagino que los médicos irán marcando pautas de este tipo”, vaticina.
"La sexta ola, en la que parece que ya estamos entrando, será muy distinta a las primeras, porque las poblaciones más vulnerables a los efectos más graves y letales de la pandemia, como son los mayores, están protegidos. Lo pudimos comprobar en la quinta ola, con una letalidad muy inferior, a las previas. A pesar de eso, puede dañar a los que viven en residencias y otros que lo hacen en la comunidad, pues aunque su letalidad no sea tan alta como antes de la vacunación, el virus puede seguir cobrándose muchas vidas todavía, como también vimos en la pasada ola", comenta por su parte el epidemiólogo y portavoz de la asociación de Salud Pública de Madrid (@amasap), Fernando García.
Coincide con García, la epidemióloga María Victoria Zunzunegui. "La próxima ola será más pequeña que las anteriores pero seguirá habiendo aumento de hospitalizaciones y muertes. La frecuencia de casos graves aumentará si se disminuyen las medidas no farmacológicas y no se lleva a cabo una amplia detección de casos y un buen rastreo de contactos para cortar las cadenas de transmisión. En aquellas CCAA donde siga habiendo restricciones y refuerzo de medidas preventivas habrá menos ingresos hospitalarios y muertes. Aun así, y aunque haya mayor demanda en Atención Primaria, los hospitales no sufrirán los colapsos que han experimentado cuando no se disponía de vacunas", sostiene.
Una opinión, que comparte el director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes, Juan José Badiola, que afirma que no cree que "esta sexta ola tenga mucho impacto en los hospitales gracias a la vacunación, cuyo efecto se está reforzando con la tercera dosis a la población de personas mayores", aunque "hay que vacunar a los niños y tomar alguna medida, legalmente posible, con los no vacunados", pide, para que no se descontrole la situación.
Para el investigador de la Universidad de Leicester, Salvador Macip (@DrMacip), "la ola dependerá de las medidas que apliquemos para frenar la subida de casos. Ya hemos visto que la vacuna no es suficiente, por tanto habrá que volver a algunas restricciones si las cosas se complican como está pasando en otros países de Europa. Pero el colapso hospitalario no será nunca como el del año pasado, si bien sigue habiendo riesgo de sobrecargar, sobre todo, la primaria. Es importante recordar que las vacunas protegen muy bien contra los casos graves de Covid, y es de esperar que la mayoría de los que acaben ingresados sean no vacunados".
"Afortunadamente, las altas tasas de vacunación que se han alcanzado en España, en combinación con el mantenimiento de medidas de protección, restrictivas y acciones de Salud Pública están permitiendo mantener a raya la transmisión, pero no debemos descuidarnos y tenemos que mantener la guardia en alto para poder diagnosticar tempranamente y limitar los brotes, conteniendo así el riesgo de que se vuelva a producir la transmisión comunitaria", valora el exdirectivo de la OMS, Daniel López-Acuña (@lopezacunad).
"Tenemos que tratar de evitar a toda costa tener un incremento considerable en la incidencia, ya que como hemos visto en el Reino Unido y en otros países el aumento considerable en el numero de contagios genera una mayor presión asistencial, mayor tasa de UCI ocupadas y un incremento en el número de fallecimientos. Por ello, hay que esforzarse en llegar a los 4,5 millones de personas en España que aún no se han vacunado con la pauta completa. En cuanto a las personas que han recibido la tercera dosis, mi recomendación sería que sean prudentes, se sigan cuidando y protegiendo, porque, aún con tercera dosis, no se elimina el riesgo de infección. La clave de todo estará en seguir avanzando en la vacunación para tratar de llegar al 100% de la población diana, en mantener las medidas de protección, en no relajar prematuramente las restricciones y en no bajar la guardia en las medidas de salud pública encaminadas a diagnosticar precozmente, rastrear a los posibles contagios, hacer pruebas diagnósticas y aislar a los positivos sintomáticos y asintomáticos. En gran medida las consecuencias de esta ola dependen de nuestras conductas individuales y colectivas", advierte.
Dos epidemias, en paralelo
Finalmente, el epidemiólogo e investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (@GVAfisabio), Salvador Peiró, entiende que durante este incremento de casos habrá dos epidemias diferentes en paralelo, "en vacunados y en no vacunados, que tienen características distintas –aunque las curvas de incidencia acumulada global no las diferencien–".
"Los cuatro millones de más 12 años que no han recibido la pauta completa dan tantas hospitalizaciones como los 40 millones de vacunados –a pesar de que allí está toda la población de más edad–. Y en las UCI, la diferencia es aún mayor", apunta.
Por ello, prevé, "en general, no habrá colapso hospitalario. Pero es posible que en algunos lugares que concentren bolsas importantes de no vacunados los hospitales sufran algo más –por ejemplo, en lugares con colonias importantes de residentes europeos con mayor proporción de no vacunados, y muchos de ellos de edades avanzadas–".
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.