¿Hacia la séptima ola? Varios países europeos registran un aumento de casos tras semanas de bajada

Ya lo dijo la viróloga del CSIC Margarita del Val​ hace varios meses: "Todos nos acabaremos infectando de Covid en algún momento". Y parece que, a cada semana que pasa, esta afirmación se está confirmando, incluso algunos se están contagiando varias veces.

Y es que, desde que la mayoría de estados europeos renunciaron a la medida del confinamiento total y a la estrategia de limitar la incidencia al mínimo, los tiempos de la pandemia y la circulación del virus han dependido, por una parte, del comportamiento social –grupos burbuja, restricciones, mascarilla...– pero, sobre todo, de la aparición de nuevas variantes y de la inmunidad previa. 

Por esta razón, las vacunas han marcado un antes y un después, ya que contagiarse hoy en día no es sinónimo de UCI y posible fallecimiento. Cabe recordar, por ejemplo, que el 20% de los mayores de 70 a 79 años contagiados ingresaba al hospital a finales de 2020 y más del 15% de ellos fallecían, unas cifras muy alejadas de las actuales. 

¿Una nueva ola sin cuarentenas ni mascarillas?

Por ello, gracias a la alta cobertura vacunal y al gran número de personas que han pasado ómicron, la administración entiende que puede suprimir las cuarentenas y medidas de contención y de concienciación, como la mascarilla en interiores. Una decisión, que se ha retrasado hasta el final de la sexta ola y que probablemente se acuerde en los próximos días, según ha avanzado en varias ocasiones la Ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Eso sí, paradójicamente, esta relajación podría coincidir con el inicio de una nueva oleada de casos de Covid o con un incremento de la transmisión, que ya podría haber comenzado en varios países europeos como Francia, Italia o Reino Unido –en España se ha estabilizado la incidencia–.

Con todo, según los expertos consultados, el futuro es imprevisible, es decir, que quizá la tendencia sea estable durante un tiempo –siempre que ómicron sea dominante– o puede ser que se dé un pequeño incremento puntual de la transmisión de ómicron, formando una curva similar a los dientes de una sierra.

Y hay que tener en cuenta también que, en la actualidad, el recuento de casos no es del todo representativo de la realidad, puesto que muchas de las infecciones no se contabilizan.   

Además, según la mayoría de expertos, no debería cundir el pánico, puesto que el patógeno no es más peligroso para la mayoría de personas que han recibido las dosis de la vacuna ni existe una nueva variante más virulenta. 

Aun así, en vista de que la primera ola de ómicron podría no ser la última, varios países han recomendado una cuarta dosis para los más vulnerables y se trabaja en una inyección específica para esta variante. 

"Las restricciones pueden ser más lesivas que los contagios"

"Es normal que suban los contagios. Hay un virus circulando y personas susceptibles. Lo importante es que esos casos no deriven en cuadros severos. Con pequeñas diferencias, hay un buen sustrato inmunológico en la población europea y, con medidas, centradas en población vulnerable no debe haber problemas parecidos a los sufridos hasta ahora. La incidencia acumulada ya tiene un valor predictivo relativo", comenta el parasitólogo de la Universidad de Valencia, Rafael Toledo (@alfwarrior). "Mientras basemos la ola en la IA y con la presión diagnóstica a la que estamos sometidos vamos a ver idas y bajadas durante tiempo", añade. 

Por ello, argumenta, tiene sentido dejar de realizar un control caso a caso y centrarse en diagnosticar y tratar a tiempo a las personas vulnerables. "Creo que es lo que se debe hacer y lo que sucederá. En el momento en el que estamos, pueden ser mas lesivas las restricciones que los contagios", indica. 

Por otra parte, para el inmunólogo Manuel Muro (@manuelmuro5) no estaríamos ante una nueva ola. "No parece que empiece en otros países la ola, suben los contagios por retirar medidas. Era lógico, pero sin embargo no incrementan tanto las hospitalizaciones. Las personas no infectadas con ómicron pueden infectarse, al ser muy transmisible. El efecto de protección de los anticuerpos con dosis repetidas dura unos cuatro meses", explica. 

No obstante, avanza, probablemente en unos meses haya una vacuna específica para ómicron que pueda ayudar a evitar infecciones de grupos de riesgo como los mayores. "La vacuna de Moderna para ómicron actualizada ya entró en fase II de ensayo clínico. Estaré disponible creo que para verano", señala. 

"Los que no se han contagiado son personas susceptibles, corren el riesgo de hacerlo"

"Ya la OMS predijo que la mitad de la población europea se iba a contagiar desde que apareció la variante ómicron. Los que no lo han hecho son personas susceptibles, y corren el riesgo. Aunque, por lo general, aquellos que no lo han hecho hasta ahora también son los que han tomado más precauciones: su riesgo es inferior", afirma el epidemiólogo y miembro de la Asociación Madrileña de Salud Pública (@amasap), Fernando García, que no descarta una nueva ola en primavera. "No conocemos bien el comportamiento del coronavirus, que siempre nos da sorpresas. Y hasta ahora, después de una ola ha venido siempre la siguiente", prevé.

"Es indispensable que la población esté vacunada por completo para protegerse frente a la enfermedad grave y la muerte y, también, frente a la COVID persistente. Estamos expuestos a la llegada de nuevas variantes. En todo caso, será peligroso abandonar los aislamientos de los casos, que es una medida para prevenir la transmisión de la infección", opina. 

Por su parte, el exdirectivo de la OMS, Daniel López Acuña (@lopezacunad), entiende que "es muy importante poner en perspectiva la dinámica mundial de la pandemia en estos momentos y entender que no ha terminado y que se están produciendo repuntes importantes en Asia, en países que tuvieron incidencias bajísimas o casi inexistentes a lo largo de dos años, pero también en Europa, especialmente en países que relajaron prematuramente las restricciones". 

"No debe tomarnos por sorpresa el que se esté produciendo una nueva ola, que en España sería la séptima, que puede no tener la misma magnitud que la anterior pero que debe ocuparnos y preocuparnos y hacernos reconsiderar la precipitada relajación de medidas como el suprimir la obligatoriedad de medidas de protección como el uso de la mascarilla en interiores", continúa. 

"Tenemos que pensar en no lanzar campanas al vuelo en Europa creyendo que todo ha terminado. La dinámica de Asia, los repuntes en Europa y el riesgo de nuevas variantes nos deben hacer ser cautelosos. Yo pienso que no se trata de algo pasajero pero aún no podemos decir que sea el inicio de una séptima ola. Debemos adelantarnos y pensar en una estrategia para el segundo semestre con nuevas formulaciones de vacunas que protejan eficazmente ante las variantes y debemos resistir la tentación de querer proclamar falsas libertades de no cuarentenas y aislamientos, no mascarillas y no pasaportes COVID pensando que son signos de emancipación cuando en las nuevas realidades pandémicas son elementos de desprotección", advierte. 

BA.2, ¿variante o subvariante?

"Se barajan tres opciones respecto a este aumento. Primero que la subvariante BA.2 en realidad sea una variante, porque tiene muchas mutaciones y esté evadiendo la respuesta inmunitaria. Luego, otra opción es que se han relajado las medidas y que éstas estuviesen manteniendo la cosa a raya. Y en tercer lugar, podría ser que la inmunidad vaya descendiendo con el tiempo. No sabemos todavía", cuenta la inmunóloga del CSIC, Matilde Cañelles (@CanellesMatilde). 

"No sé por qué siempre que hay una ola pensamos que va a ser la última. Nada indica que no vayan a surgir nuevas variantes y tampoco que vayan a ser más leves que las anteriores. Todo va a depender, en gran medida, de las dosis de refuerzo. El único país en el que esta ola ha provocado muertes en cantidad similar a una gripe ha sido Reino Unido, donde todas las personas mayores han tenido un recuerdo y además, les inyectaron AstraZeneca y luego ARN, lo cual produce una protección importante. Por ahí va a ir la cosa. Todo apunta a que se van a tener que poner refuerzos y de eso va a depender que capeemos las olas que vendrán", predice. 

El virólogo de la Universidad CEU San Pablo, Estanislao Nistal, entiende también que esta subida puede tener que ver con la nueva variante. "El avance de una sobre otra depende de varios factores: el número de casos iniciales, las infecciones que estos hayan provocado, las variantes preexistentes, el grado de inmunización de la población, las condiciones ambientales, las medidas preventivas de contagios, las pruebas diagnósticas realizadas y cómo se abordan los casos. En algunos países como Austria, Holanda, Reino Unido o Alemania, la incidencia se ha elevado en las últimas semanas como consecuencia de la variante de SARS-CoV-2 BA.2 y puede haber sido por una o varias de las circunstancias indicadas antes", sentencia.

"Mientras el virus siga circulando existe posibilidad de que aparezcan nuevas variantes y haya nuevas olas. Todo va a depender de qué hábil es esa nueva variante de imponerse a las previas y de esquivar la protección que nos confiere la inmunidad", reconoce. 

Ansiedad social por el incremento de la transmisión

"Lo más fácil es que esto se haya acabado, pero no se puede excluir que haya otra variante como ómicron. Eso sí, cuando empiecen a subir los casos se preguntarán: '¿Qué ocurre? ¿Qué hay que hacer? ¿Es debido a una variante?'. Nos haremos las mismas preguntas que siempre pero, mientras no se llenen hospitales, no se responderá anticipadamente. La gente no querrá, ni los gobiernos. Pero los medios seguirán llegando a los expertos y preguntarán: '¿Qué hay que hacer? ¿Hay que confinarse?' ", contaba a 65YMÁS el investigador del Mount Sinai (Nueva York), Adolfo García Sastre, preguntado sobre una futura séptima ola. 

"No se pueden cambiar las cosas de la noche a la mañana. En cuanto suban los casos dirán: '¿Va a haber otra ola?'. Pero la pregunta es cuándo vamos a dejar de contarlas. Y eso no lo sabremos hasta dentro de unas cuantas que no tengan mucha relevancia", valora. 

"Va a seguir habiendo ansiedad y controversia. Para uno es adecuado una cosa y para otros, restrictivo. ¿Qué número de muertes es aceptable? Pues para cada persona es diferente", concluye. 

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— Eric Topol (@EricTopol) March 11, 2022

"Estamos estancados"

"El mensaje 'séptima ola' se lo vi al investigador Eric Topol hace unos días. Me pareció muy prematuro y basado en una perspectiva peculiar. En todo caso, la R0 está subiendo en casi todos los países, aunque muchos están en cifras por debajo de 1 –la incidencia desciende– y otros en torno a 1 –se mantiene–. En conjunto, diría que estamos muy estancados en el descenso, sobre cifras bastante altas –aunque ahora, tras la sexta, nada nos lo parezca–", valora el epidemiólogo e investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (@GVAfisabio), Salvador Peiró. 

"Las causas probables son la relajación de restricciones –mascarilla en interiores, cuarentenas a contactos, aislamientos a positivos...–, la propia relajación de buena parte de la población –más allá de las medidas– y la variante ómicron BA.2 –que, aunque no parece tener dificultades especiales, si parece más transmisible, ya que desplaza a BA.1–", apunta.

"Creo que era bastante esperable tener repuntes –o dientes de sierra en el descenso– tras la relajación de restricciones y, mientras no den un incremento de hospitalizaciones –que de momento no se ve–, no sería un gran problema. Ha habido mucha tercera dosis y mucha infección natural y los no-vacunados parecen haberse contagiado enormemente", prosigue. "Y yo diría que las personas que no se han infectado en la onda ómicron –la sexta, al principio, era delta–, pueden hacerlo aún y lo irán haciendo. Eso sí, deben ser gente con menor interacción social y lo harán de una forma menos explosiva", prevé. 

"No creo que en este momento estemos viendo una nueva onda. Quizás un repunte temporal de la sexta, que se puede estirar un tiempo, con tasas en torno a las actuales, subiendo algo o bajando algo. Mientras sean contagios, el sistema sanitario podrá asumir estos repuntes. No creo que, al menos en los próximos meses, tengamos un repunte sustantivo de hospitalizaciones", finaliza.