Medio siglo después y tras dos intentos fallidos en verano, la NASA ha lanzado con éxito la misión Artemis I, el primer paso para que una mujer y una persona negra pisen por primera vez la Luna. La nave espacial que se ha enviado no tiene tripulantes y sobrevolará la superficie lunar como primer ensayo antes de que una expedición lo haga a partir de 2025.
La misión Artemis I ha despegado este miércoles 16 de noviembre desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida (Estados Unidos), y recorrerá más de dos millones de kilómetros en 25 días, para aterrizar en el océano Pacífico, frente a las costas de San Diego, California, el 11 de diciembre.
Orion permanecerá en el espacio más tiempo que cualquier nave espacial humana sin acoplarse a una estación espacial y regresará a casa más rápido y más caliente que nunca", indican también desde la NASA.
A bordo solo viajan tres maniquíes cubiertos con sensores para medir el efecto de la radiación espacial en el cuerpo humano, y dos muñecos: el perro Snoopy y la oveja Shaun. Este lanzamiento ha sido muy importante para el nuevo Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA, ya que se trata del cohete más potente de la historia.
Objetivo: Marte 2030
"Vamos a volver a la Luna por el descubrimiento científico, los beneficios económicos y como inspiración para una nueva generación de exploradores", aseguraba la NASA.
Algunos de los principales objetivos de esta misión son "demostrar la capacidad de los sistemas de Orion en un entorno de vuelo espacial y garantizar un reingreso, descenso, amerizaje y recuperación seguros", y allanar el camino para "una presencia humana a largo plazo en el satélite".
Pero la Luna no es el único objetivo de la NASA, y de cara a 2030, el organismo tiene pensado recorrer 64.373,76 kilómetros más allá de la Luna, y aterrizar en Marte. Por eso, después del lanzamiento de Artemis I, la NASA, enviará al espacio Artemis II, y en esta ocasión sí que irá con tripulación.
La finalidad de esta segunda misión es conocer si realmente estamos preparados para aterrizar en la superficie lunar, y el ser humano puede volver a pisar la Luna 50 años después.