Muchos de quienes tienen hoy más de 65 o 70 años recuerdan ese señor bien vestido que pasaba por casa cada semana, o cada mes, para cobrar ‘lo de los muertos’. Era el representante de la compañía de seguros que, antiguamente iba casa por casa para cobrar la prima del ‘seguro de muertos’, como se conocía por entonces al seguro de decesos.
Sin lugar a dudas, así lo recuerda Natalia. Contrató su seguro de jovencita, aún soltera. Ha pasado toda una vida desde entonces: un matrimonio feliz, cinco hijos… Mas de 70 años pagando con puntualidad la prima de su seguro de decesos con Santalucía. Hoy, Natalia, de 98 años, mira con cierta amargura esa póliza que, en el momento de su vida más vulnerable, la está asfixiando con subidas a todas luces abusivas.
Subidas de prima disparadas
“Mi madre acaba de cumplir 98 años la semana pasada y lleva, como mucha gente de su generación, pagándose el seguro de decesos toda la vida. En su caso lo paga desde que era soltera, con 25 años… está pagando su prima cada mes desde hace más de 70 años”, nos explica uno de sus hijos, David Rojas. “Mira si será antiguo el contrato que decía que a su fallecimiento la llevarían en coche de caballos, y otras condiciones propias de aquella época”, nos cuenta.
En estos 70 años, la prima del seguro se ha ido actualizando y subiendo, de una forma normal. Pero no ha sido hasta estos últimos años que las subidas han comenzado a ser, claramente, abusivas.
En apenas siete años la prima que paga Natalia Díaz cada año se ha disparado más de un 100%, con subidas anuales que están entre el 10% y el 13%. En cambio, las subidas del capital asegurado de la póliza, es decir el dinero que cubrirá su seguro cuando se produzca el fallecimiento son cada año de entre 2,5% y el 3%.
“En 2025 la prima del seguro de mi madre vuelve a subir de 53 a 58 euros mensuales”, nos detalla su hijo. “Mi madre es una persona vulnerable, con una pensión que ronda los 850 euros, que vive de alquiler y una subida así es demasiado para ella. Nos parece muy abusivo dedicar ese porcentaje de su escasa pensión al seguro de decesos, que lleva pagando 70 años”, añade.
Añadir coberturas y servicios y sin consentimiento
Junto a la protesta por una subida de prima a todas abusiva, la familia de Natalia Díaz también se queja de cómo Santalucía va introduciendo conceptos nuevos en el seguro para justificar la subida del capital asegurado. Se trata de nuevas coberturas y servicios que la aseguradora incluye sin el visto bueno ni el consentimiento ni de Natalia ni de su familia.
‘Solicitud de pensiones’, ‘segunda opinión médica’, ‘farmacogenética’, ’asistencia’ y ‘accidentes’ son algunas de las coberturas que Santalucía ha ido incorporando en la póliza de Natalia unilateralmente. “En ningún momento se ha contado con ella para su contratación”, nos confirma su hijo.
“Nos dicen que abandonemos el seguro”
“Reclamar a Santalucía es meterte en un callejón sin salida, en el que sales igual que entraste. Te aplica cada año la subida que quiere. Suben por la edad de mi madre y por la subida del capital asegurado, haciendo el cálculo que ellos quieren, pero no tienen en cuenta que la vigencia del seguro sea de 1952. Tampoco tienen en cuenta ningún componente social”, se lamenta el hijo de Natalia. “Santalucía, al final, lo único que te dice es que si no puedes pagar, o si te parece mucho, que te vayas y abandones el seguro. Cuando se ven encerrados porque les demuestras que la subida es abusiva, entonces es cuando te dicen que te vayas y dejes la póliza si no estás satisfecho”.
Subidas abusivas, principal motivo de reclamación
Las subidas de las primas que cada año aplica la compañía aseguradora es el principal motivo de queja por parte de los asegurados durante la vida del seguro, antes de que se produzca el siniestro, que es el fallecimiento del titular del seguro. Casi un 20% del total de reclamaciones al seguro de decesos tiene que ver con la subida de la prima, según los datos de la 'Memoria del Servicio de Reclamaciones de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones’.
Según recoge esta Memoria, se trata de “aumentos que se deben principalmente al incremento del riesgo en función de la edad del asegurado y a la actualización del coste de los servicios funerarios”.
Indefensión e incertidumbre a partir de 90 años
“Las exigencias de información previa a la contratación, están recogidas para esta modalidad de seguros en el artículo 125 del Real Decreto 1060/2015, de 20 de noviembre, de ordenación, supervisión y solvencia de entidades aseguradoras y reaseguradoras”, recuerda la Dirección General de Seguros. “Así, y entre otras exigencias, la nota informativa previa debe incluir un cuadro evolutivo estimado de las primas comerciales anuales hasta que el asegurado alcance los noventa años”.
Al contratar un seguro de decesos, en efecto, las compañías entregan al asegurado un cuadro con la previsión de cómo evolucionará la prima de su seguro de decesos en función de la edad del asegurado, sobre un incremento de los costes funerarios estimados del 2%, que después pueden variar en función de la evolución real del IPC.
Incomprensiblemente, esta obligación solo llega hasta los 90 años. A partir de esas edad, la indefensión de los asegurados es absoluta, en tanto que la legislación no obliga a las compañías. Las aseguradoras, y en este caso Santalucía, puede subir cuanto quiera la prima anual de su seguro de decesos. Según la última estadística publicada del Instituto Nacional de Estadística, poco más de 603.000 ciudadanos en España tienen más de 90 años. ¿Qué pasa con ellos? ¿Por que esta legislación que abunda en la protección como consumidores les deja en el limbo?
En este caso, además, se da el hecho de que al ser el contrato mucho más antiguo que el Real Decreto de 2015, Natalia tampoco ha contado nunca con ninguna tabla de evolución estimada de la prima de su seguro.
Santalucía: malas prácticas
“Siento que mi madre está sufriendo el edadismo de una compañía aseguradora”, nos cuenta David Rojas, hijo de Natalia. “Lo que hacen es vergonzoso, tratar así a sus clientes mayores, con ingresos precarios”, se lamenta. “Saben que como estamos abocados a morir, cuando llevas mucho tiempo pagando no vas a abandonar el seguro, y te aplican la subida que quieren”, dice David Rojas.
Según los análisis comparativos realizados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) (@consumidores), el seguro de decesos no compensa y, en la mayoría de los casos, sale más caro que contratar directamente los servicios directamente en una funeraria. “Se puede llegar a pagar hasta tres veces más de lo que costaría un entierro”, aseguran desde la OCU. Probablemente, el caso de Natalia, incluso llegue a dejar cortos los cálculos de la OCU.
Teniendo en cuenta que Natalia lleva pagando 70 años su póliza de decesos, su sepelio está más que pagado. Pero es que, para más inri, Santalucia le sigue aplicando subidas de prima desorbitadas cada año.
Algo que no ocurre con otras compañías aseguradoras. “A partir de los 90 años y siempre que el asegurado/a cuente con una antigüedad mínima de 30 años, el pago de la prima quedará exonerado hasta el fallecimiento”, recogen en sus contratos del seguro de decesos algunas compañías, en este caso, son las palabras literales de un contrato de AXA. Otras, como Mapfre, dejan de tener en cuenta la edad como un factor de actualización de las tarifas, dejando solo el incremento del precio del servicio por la inflación.
La trampa de la prima natural
El seguro de Natalia es de prima natural. Una “modalidad de seguro mediante la cual el tomador se compromete al pago de una prima que variará anualmente en función de la edad alcanzada por el asegurado y la suma asegurada del servicio fúnebre en cada momento”, explica la patronal del seguro, Unespa. En efecto, como detalla el comprador Rastreator, “la prima que se abona va creciendo en función de la edad hasta el momento del fallecimiento”.
El precio de este seguro se va incrementando poco a poco a medida que cumplimos años. Y a partir de los 65, no es que suba, es que se dispara. Hablamos de subidas que pueden llegar al 2000% respecto a la prima inicial que comenzó pagando su titular, o incluso más. “Asumir el pago del seguro de decesos para una persona mayor, cuando su póliza tiene una prima natural puede hacerse tan cuesta arriba como escalar una montaña de paredes verticales, hasta el punto de que quizá no pueda hacerlo” explican fuentes del sector asegurador. “Es una trampa”.
Un seguro arraigado entre los más mayores
Según el último informe ‘Los seguros de decesos en España’ de la patronal aseguradora Unespa (@UNESPA), un total de 22,3 millones de españoles tiene cubierto su sepelio con una de estas pólizas. Esto es, un 46% de los españoles. Este informe refleja que el nivel de aseguramiento aumenta con la edad, alcanzando su cota máxima de en torno al 61% a partir de los 70 años.
Datos que se reflejan en la realidad de Natalia. “En su momento fue una póliza que incluía a toda la familia, aunque con el tiempo todos los hijos nos hemos ido quitando de la póliza, porque ya somos de otra generación y vemos el seguro de decesos desde otro punto de vista”, nos cuenta David. “Pero mis padres si continuaron con el seguro. Mi padre ya murió y madre mantiene el seguro que, como te digo, paga desde hace más de 70 años”.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.