Aislados. Solos. Sin escapatoria posible. Al menos 25 de mayores de 65 años han fallecido por culpa de la DANA del Siglo que ha devastado el este y sur de España.
Y es que las riadas provocadas por las intensas lluvias llegaron con tal fuerza y velocidad a los pueblos más afectados que, en muchos casos, poco se pudo hacer para ponerles a salvo, tal y como se desprende de los testimonios que se han ido publicando en este diario y otros muchos medios durante estos últimos días.
A falta de cifras oficiales desgranadas por edad, del total de las 220 víctimas mortales, 65YMÁS ha contabilizado 25 muertes de personas de más de 65 años, la mayoría en la Comunidad Valenciana.
La gran mayoría de los casos recogidos por este diario de mayores fallecidos responden al siguiente perfil: rondaban los 80 o 90 años, vivían en pisos bajos y tenían movilidad reducida.
Ahora bien, este número es sólo una aproximación calculada en base a las muertes que han trascendido en medios locales y nacionales. Muy probablemente, la cifra real sea superior, sobre todo, teniendo en cuenta testimonios como los de Maribel Albalat, alcaldesa de Paiporta, la zona cero de la catástrofe.
En concreto, la regidora aseguró el pasado domingo a RTVE que habían "fallecido muchos mayores que vivían en plantas bajas y que no pudieron salir" por culpa de la riada.
No hay datos oficiales por edad
El Centro de Integración de Datos (CID), el organismo encargado de gestionar la información relacionada con los fallecimientos ocurridos estos días, ha informado a 65YMÁS que, por ahora, no se facilitará el número de decesos por edad.
Así, a falta de estos datos, este diario recopila, a continuación, toda la información que ha podido obtener sobre las al menos 25 personas mayores fallecidas por la DANA:
La Torre (Valencia)
Uno de los primeros casos que se conocieron fue el de un varón que, según publicaban varios medios, falleció en el barrio valenciano de La Torre, muy castigado por esta catástrofe climática.
El hombre, de 78 años, tenía movilidad reducida –se desplazaba en silla de ruedas– y vivía en un bajo. Cuando llegó la riada, fue demasiado tarde para proceder a su rescate o tratar de subirle a un lugar elevado.
Letur (Albacete)
Otro de los decesos que se conocieron, pocas horas después de la tragedia, el 30 de octubre, fue el de Dolores, una mujer de 92 años de Letur (Albacete), cuyo cuerpo apareció a un kilómetro y medio del pueblo.
Posteriormente, unos días después, el 3 de noviembre, los equipos de rescate encontraban sin vida y a 12 kilómetros a otra mujer de unos 70 años, Antonia, cuyo domicilio se derrumbó a causa de la riada.
Mira (Cuenca)
La única víctima mortal del municipio de Mira, un pueblo de menos de 1.000 habitantes de la provincia de Cuenca, también fue una persona mayor, una mujer de 88 años.
Al igual que el hombre del barrio de La Torre, vivía en un bajo y, como consecuencia de la riada, falleció.
Utiel
El caso de Utiel (Valencia) también fue dramático. Debido al desbordamiento del Río Magro, un afluente del Júcar, que no suele tener un gran caudal en tiempos normales, en dicho municipio se confirmó la muerte de seis personas mayores en cinco domicilios, muchos con edades comprendidas entre 80 y 90 años.
Según relata El País, algunas tenían movilidad reducida, quedaron atrapadas en sus casas y no recibieron ayuda a tiempo.
"Lo peor ha sido para las personas mayores, sin movilidad, que se quedaron atrapadas", comentaba un testigo a dicho diario.
Drama en la A3
Otro de los dramas vividos estos días fue el de un hombre que encontró a su padre de 83 años, fallecido en su coche,según informaba El País.
"No ha sido fácil identificar de dónde venía el grito ni por qué, pero al acercarse podía verse a un señor, acompañado por dos amigos, llorando como un bebé. En esa carretera, entre Buñol y Chiva, acaba de descubrir que su padre, de 83 años, yacía muerto en uno de los vehículos", relataba la periodista María Martín.
El caso de la residencia SAVIA de Paiporta fue uno de los más trágicos acontecidos durante la DANA.
De las decenas de muertes que se produjeron en dicho municipio, seis tuvieron lugar en dicho centro, con capacidad para unos 120 mayores.
Los residentes fueron sorprendidos por la riada cuando estaban cenando –como se puede ver en las imágenes–.
El agua inunda las salas de esta residencia de Paiporta (Valencia) tras el paso de la DANA, llegando a superar un metro de altura. La rápida entrada del agua ha impedido que muchos ancianos pudieran ser evacuados a tiempo https://t.co/x1BkqqcQU9pic.twitter.com/nBUwgyHWWy
Se vivieron verdaderas escenas de horror, con decenas de dependientes con el agua hasta la cintura.
Entre gritos de angustia, los trabajadores intentaron conducir a todos los mayores, uno a uno, a la primera planta.
"Ha sido un momento de desesperación. Los cocineros, personal de mantenimiento, enfermeros y todo tipo de trabajadores han subido a los residentes a las mesas y después los han llevado al piso de arriba", relataban testigos a El Confidencial.
Al final, pese a que la gran mayoría de dependientes se salvaron, seis usuarios acabaron falleciendo.
Castellar-L'Oliveral (Valencia)
Otra de las personas que fallecieron en la ciudad de Valencia fue un hombre de 92 años en el barrio de Castellar-l'Oliveral, muy azotado por la DANA, como La Torre. Se desconocen más datos sobre este varón, pero sí que trascendió, en los medios locales, que a día miércoles 29 de octubre, su mujer se encontraba hospitalizada.
Málaga
Pese a que la DANA se cebó sobre todo con la provincia de Valencia, también afectó a otras zonas de España como Málaga. Allí, en Alhaurín de la Torre, fallecía un hombre británico de 71 años, que también tenía movilidad reducida, según contaban varios diarios locales.
El varón, al ver que se inundaba su casa, decidió abandonarla junto a su pareja, y fue rescatado por una zodiac de los bomberos de Málaga, en estado de hipotermia y con síntomas de ahogamiento, aseguraba Málaga Hoy.
Según explicaron las autoridades, una vez estabilizado, fue ingresado, pero terminó sufriendo, ya en el hospital, una parada cardiorrespiratoria.
Picaña
Finalmente, otro de los casos más dramáticos fue el de Picaña, donde, según informa ABC, seis mayores murieron en unos pisos en los que vivían unas 20 personas.
"Fuimos habitación por habitación gritando si estaban vivos y, cuando nos respondían '¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí!', entrábamos a por ellos", relataba el electricista de 51 años, José Borque, que salvó a muchos de estos mayores.
Casos por confirmar
Estas son solo las historias de víctimas cuya edad trascendió a los medios.
Hay otras, en las cuales se desconoce qué edad tenía la víctima, aunque todo invita a pensar que era mayor.
Por ejemplo, en Massanassa, habría fallecido una mujer que estaba enferma y se encontraba en su domicilio, junto a su cuñada de 87 años y su cuidadora.
Esta dramática historia se conoció cuando los bomberos lograron rescatar a la octogenaria –ver vídeo–, que tuvo que convivir con el cuerpo de la difunta durante varios días, muchos de los cuales estuvo sin luz ni agua, según publica Las Provincias.
Fue la hija de la víctima la que dio la voz de alarma y avisó a los equipos de rescate. "Nos habían enviado a otra misión, y a la vuelta vimos a esta mujer que nos llamaba, para que sacáramos a su tía porque no podía salir", comenta a Las ProvinciasRubén Arrue, jefe de unidad de los bomberos forestales de Pedralba.
Según explica ese medio, la vivienda tenía dos alturas y la víctima se encontraba en la parte de abajo, "con medio metro de barro", lo que imposibilitó que escapase.
Desaparecidos
Además, entre los más de 90 desaparecidos también hay mayores.
Es el caso, por ejemplo, de Carmen Fenoll y Manolo Rosa, ambos octogenarios, a quienes se busca en el municipio de Torrent: su casa fue destruida por la riada y desde entonces no se sabe nada de ellos.
El pueblo se ha volcado para encontrarles, organizando batidas en la zona afectada.
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.