Médicos, sobre la memoria de Biden: "Los lapsus no suponen necesariamente un problema cognitivo"

La edad del presidente de Estados Unidos, Joe Biden (81 años), y su presunta pérdida de memoria se han convertido en los últimos días en el centro de la campaña presidencial de Estados Unidos, a la que se presenta a la reelección frente a Donald Trump (77 años), que aspira a volver a la Casa Blanca. Tanto, que en una reciente encuesta elaborada por ABC News/Ipsos y publicada este fin de semana, un 59% de los estadounidenses ha llegado a afirmar que tanto Biden como Trump "son demasiado mayores" como para volver a competir por ser presidente de EEUU. Particularmente notable es la diferencia registrada en el sondeo según afinidades de partido: un 73% de votantes declarados como demócratas creen que Biden es demasiado mayor, pero solo un 35% de votantes republicanos considera a Trump como inválido para el cargo –cuando apenas se llevan tres años–.

La encuesta se ha realizado entre el 9 y el 10 de febrero, justo después de las polémicas declaraciones la semana pasada del fiscal especial Robert Hur, que investiga el caso de retención y revelación de documentos clasificados en la época en la que Biden era vicepresidente, en las que concluyó que no hay motivos para acusarle de haber cometido un delito, pero hiciese una polémica referencia a su presunta "mala memoria" e incluso olvidar la muerte de su hijo. Joe Biden es "un agradable anciano con buenas intenciones y mala memoria", así que no vale la pena juzgarlo por la sustracción de documentos secretos, porque un jurado "lo contemplaría con simpatía", señaló el fiscal. 

Acusaciones que el propio presidente de Estados Unidos salió a desmentir el pasado jueves, asegurando que su "memoria está bien", instándolo a echar "un vistazo a lo que he hecho desde que soy presidente". No obstante, sus frecuentes lapsus y despistes –el último en la misma aclaración sobre su memoria en la que confundió al presidente de México con el de Egipto–, han sido carne de cañón para la oposición republicana, que lo ha utilizado como argumento para descalificarle y que ha tenido su efecto en la opinión pública, tal como refleja el último sondeo de Ipsos. Por eso en 65YMÁS nos preguntamos: ¿cómo de graves son sus lapsus de memoria? ¿Está en condiciones de dirigir una potencia como Estados Unidos? ¿Es edadismo criticar a Biden solo por su edad o su memoria?

"No se puede alegar un estado mental debilitado sin evaluación clínica"

Preguntados sobre el tema los médicos insisten en que es necesario analizar a cada persona de manera individual, por parte de un profesional y no caer en estereotipos, como los relacionados con la edad. En este caso, coinciden en que la edad o los lapsus de memoria de Biden podrían no significar nada de forma aislada. "Todo esto forma más bien parte de un juego político, casi propio de la serie House of Cards. El tema de la memoria se están usando como argumento para debilitar al adversario. En este caso, Trump, fue el primero en presentar un informe sobre su propio estado cognitivo al inicio de la campaña, para poder criticar la de Biden", opina Guillermo García Ribas, miembro del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (@seneurologia). Sobre las acusaciones del fiscal especial Robert Hur, considera que forman parte del mismo juego, y que "no se puede alegar un estado mental debilitado, sin una evaluación clínica por parte de un profesional".

Deben tratarse como "una opinión más", pero no están clínicamente probadas, además de que el recurso del "no me acuerdo" en un proceso legal es bastante habitual para eludir responsabilidades". De esta manera, asegura que los únicos que conocen el estado de salud física y cognitivo de Biden son sus propios médicos. Y recuerda que se trata de un tema "delicado", pero que la constitución estadounidense establece una serie de casos para la inhabilitación de un presidente o para presentarse como candidato cuando hay problemas de salud. "Si no se ha producido hasta ahora, es porque está en condiciones.

La importancia de la frecuencia y de la progresividad de los despistes

En este sentido, Chema González de Echévarri (@neuro_prevencion), responsable de la Unidad de Demencias del Hospital Joan XXIII de Tarragona y coinvestigador de la Fundación Pasqual Maragall (@fpmaragall), explica que "no hay ningún lapsus que confirme por si solo una enfermedad neurodegenerativa. Debe haber más razones y, sobre todo, un análisis neuropsicológico del paciente". Aclara que todos podemos, por falta de sueño o estrés, tener este tipo de despistes a cualquier edad "y seguramente la presidencia de los Estados Unidos está en el top 10 de los trabajos más estresantes del mundo". Aún así, entiende que se enciendan las alarmas debido a que en términos generales "a partir de los 80 años, entre el 30% y el 50% de las personas tendrán algo de alzhéimer en el cerebro, aunque no se note".

No obstante, señala que en el caso de Biden no se puede asegurar porque faltan muchos datos. "Para diagnosticar una enfermedad cognitiva como la demencia o el alzhéimer habría que verificar cómo es es el día a día del paciente –en este caso Biden–, si los despistes o pérdidas de memoria son cada vez más frecuentes y progresivos, o si hay cambios bruscos de comportamiento que puedan hacer sospechar que hay un deterioro, aspectos por los que se recomienda acudir a la consulta". Pero no son los únicos factores a tener en cuenta, puede haber otros factores que los justifique, desde problemas de tiroides, posible tumores, o la propia personalidad previa de cada persona. "Sobre Biden no hay  suficiente información sobre su vida personal y día a día como para saberlo. Nos faltan datos", apunta.

¿Son edadistas las críticas?

Para el doctor Guillermo García Ribas las críticas sí son edadistas en el sentido de que hay muchos presidentes de grandes corporaciones con más de 80 años a los que no se les cuestiona. En su opinión, la edad puede tener en sí muchos aspectos positivos, como más capacidad de reflexión, análisis, experiencia y sosiego en la toma de decisiones. "Criticar a Biden solo por su edad es totalmente edadista", sentencia el vicepresidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria), Andrés Losada, quien recuerda que hay muchas personas hoy en día que siguen ejerciendo su trabajo superados los 70 y 80 años. "Los Rolling Stones, también octogenarios, acaban de anunciar su gira mundial y nadie les cuestiona. Hay muchos ejemplos de personas plenamente competentes a edades avanzadas. Lo importante es juzgar las capacidades de cada uno, no solo la edad cronológica, que hoy en día no dice nada".

En opinión del politólogo y profesor de la Carlos III de Madrid (@uc3m), Javier Lorenzo (@javilor), la edad y los lapsus de Biden son "un elemento más de campaña a criticar y no tienen más recorrido. No creo que haya un odio hacia los mayores o los sénior, en este caso, sino que es una cuestión de atacar los puntos débiles del candidato y que los republicanos están aprovechando –a pesar de que Trump tampoco es ningún jovenzuelo–. Igual que con Hillary Clinton se hizo campaña en contra por el hecho de ser mujer, con Biden se hace por el hecho de ser mayor, pero ser la cara visible de uno de los países más poderosos del mundo genera este tipo de repercusión". Hay que recordar que si Biden se impone de nuevo en las elecciones de 2024, el que ya es el presidente más longevo de Estados Unidos, concluiría su último mandato con 86 años.