El venezolano Juan Vicente Pérez Mora, conocido por ser desde hace cerca de dos años el hombre más longevo del mundo, fallecía este martes a poco de cumplir los 115 años. Así lo ha confirmado el gobernador de Táchira, en Venezuela, Freddy Bernal, que lamentaba la pérdida del hombre.
"Nuestro querido Juan Vicente Pérez Mora, hoy con profunda tristeza y dolor nos despedimos de usted, de ese arquetipo de hombre tachirense, humilde, trabajador, apacible, entusiasta de la familia y la tradición", escribía a través de su perfil en la red social X (antes Twitter).
Aunque Maria Branyas es considerada la persona más longeva del mundo desde principios de 2023 (cumplía el pasado lunes 4 de marzo 117 años), Juan Vicente Pérez era considerado el hombre más longevo del mundo desde el año 2022, cuando tenía 112 años. Nació en 1909 y le quedaban apenas dos meses para cumplir 115 años.
Desde Guinness World Records han lamentado también el fallecimiento de Juan Vicente Pérez, que "fue anunciado como el hombre más viejo del mundo a la edad de 112 años en febrero de 2022", escribían.
Juan Vicente vivió las dos Guerras Mundiales, la invención de la televisión, la llegada del hombre a la luna y superó también el Covid-19 en 2020. Era el noveno de 10 hijos y desde muy pequeño, con apenas cinco años, se dedicó junto a sus padres y hermanos a la agricultura, más concretamente a la cosecha de caña de azúcar y café, según detallaba la página oficial de Guiness World Records. Incluso llegó a crear una máquina para que el trabajo en las cosechas fuese más sencillo, junto a uno de sus hermanos.
Aprendió a leer y escribir con diez años, la primera vez que se hizo una fotografía en blanco y negro fue con 51 años y le gustaba pasar tiempo con su familia. Vivió durante 60 años junto a su mujer hasta que falleció en 1997, y con ella tuvo 11 hijos, 42 nietos, 18 bisnietos y 12 tataranietos. También fue considerado en 2019 como el primer supercenterario de Venezuela.
El secreto de su longevidad, según manifestó, fue "trabajar duro, descansar los días festivos, acostarse temprano, beber un vaso de aguardiente todos los días, amar a Dios y llevarlo siempre en el corazón".