La incertidumbre sobre Muface y la asistencia sanitaria de un millón y medio de personas, continua. El plazo para concurrir a la segunda licitación de la cobertura sanitaria de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado terminaba este lunes... de forma que, para bien o para mal, esperábamos salir de dudas. Pero el Ministerio de Función Pública ha vuelto a ampliar el plazo para que las aseguradoras se presenten a la licitación, esta vez, sin una fecha límite. El ejecutivo va a modificar las condiciones de la segunda licitación. Van a incluir un modelo de compensaciones en caso de incurrir en pérdidas, algo que ahora no estaba contemplado. Así, buscan mantener en el concierto a Asisa y Adeslas, esta última ya ha abierto la puerta a reconsiderar su ‘NO’.
La inquietud de los mutualistas sigue siendo enorme, porque el tiempo avanza, no se concreta una solución y el incumplimiento de la obligación por parte de las aseguradoras de seguir dando asistencia sanitaria es la realidad con la que se encuentran cada día. De todos los mutualistas de Muface, la peor parte se la llevan los mayores. Son demandantes de asistencia sanitaria y no saben quién les va a dar esta cobertura ni si sus tratamientos van a tener continuidad. Además, en caso de que este modelo de mutualismo cayera, sus opciones se reducen. Los más mayores ya no podrían contratar un seguro privado, porque las compañías los rechazan.
Mutualistas mayores
Las últimas noticias parecen apuntar a que habrá acuerdo ‘in extremis’. Así, el modelo de Muface, al menos durante los tres próximos años, tendrá continuidad. Los mayores son quienes más están sufriendo la incertidumbre. Ante un posible desmantelamiento de este modelo de colaboración público-privado, serían los más perjudicados.
“Todo esto está generando mucha incertidumbre a todos los mutualistas y especialmente a los que por su edad más avanzada, no saben quién les va a prestar esa atención sanitaria. Veremos a ver quién se presenta a la licitación y quién no”, dice Ana Ercoreca, presidenta de la Federación de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado, FEDECA (@FedecaCentral).
“La asistencia sanitaria de Muface es un derecho de los funcionarios, de tal manera que las aseguradoras no pueden rechazarnos. Ahora bien, si Muface cae, los mutualistas mayores se pueden encontrar con que la misma aseguradora que antes le trataba ahora le haga un estudio de viabilidad, le rechace o le de un precio por un seguro privado desorbitado o con exclusiones”, explica. “A muchos mutualistas mayores no les van a coger en ninguna aseguradora privada por la edad, si finalmente se vieran abocados a la Seguridad Social y quisieran pagarse un seguro privado, dado que la edad es una de las principales barreras para acceder a un seguro privado” contaba a 65YMÁS Joaqín Mañeru López, a través de una carta a la directora.
“En las últimas concentraciones había mucha gente mayor, que ha cotizado durante toda su vida al mutualismo, y que ahora está en riesgo que les vayan a proteger, justo cuando son más demandantes de prestación y de atención sanitaria, no es de recibo”, añade Ercoreca. “Cuánta más edad se tiene, más se hace necesaria la asistencia sanitaria” coincide Mañeru.
Envejecimiento de los mutualistas
En menos de una década, la edad de los muralistas de Muface ha subido de 54,2 a 57,8 años de media, lo que supone todo un desafío para el modelo. La población mutualista destaca en la franja de edad que va de los 60 a los 69 años. “Un 36% de las personas adscritas a este modelo sanitario tienen más de sesenta años”, dicen fuentes de CSIF, “lo que pone de manifiesto el progresivo envejecimiento de este colectivo, que conlleva un mayor uso de la asistencia sanitaria y consumo farmacéutico”.
“Con una población mayoritariamente por encima de los 50 años, las aseguradoras privadas enfrentan mayores costes asociados a tratamientos prolongados y enfermedades crónicas”, añaden desde CSIF, lo que plantea dudas sobre la viabilidad del modelo a largo plazo.
Fuente: Ministerio de Sanidad
Los seguros de salud no quieren clientes mayores
La ministra de Sanidad, Mónica García, considera que la sanidad pública está más que preparada para absorber al millón de mutualistas que ahora mismo recibe asistencia sanitaria de las compañías privadas. Es más, la ministra ha dicho que, para algunos pacientes podría ser la mejor opción: “La Atención Primaria podría beneficiar a muchos pacientes mayores, pluripatológicos y crónicos que las aseguradoras no quieren atender”.
En efecto, querer contratar un seguro de salud a partir de 65 años se complica tanto, que puede llegar a convertirse en misión imposible. “Tú puedes acudir a una aseguradora para contratar una póliza de salud, y la compañía te puede decir que no. Pueden rechazarte, de hecho, suele haber una edad máxima a partir de la cual ya no te aseguran”, explica Joaquín Martínez-Aedo, abogado de Legalitas, especializado en seguros.
“A partir de los 60 o los 65 años, el número de compañías que ofrece una cobertura médica disminuye notablemente”, confirma Carmen Reverte, responsable de seguros de salud de Rastreator (@Rastreator). “La edad máxima de contratación suele ser entre 65 y 70 años”, añaden fuentes del comparador Selectra (@selectra_es).
Citas, tratamientos e intervenciones en el aire
Los mayores, también son los mutualistas más golpeados por las denuncias de incumplimientos a las aseguradoras. “Los funcionarios jubilados están muy preocupados porque son demandantes de asistencia sanitaria”, nos cuenta Ana Ercoreca, presidenta de FEDECA. Así, son quienes más están sufriendo las continuas denuncias de tratamientos interrumpidos, citas y pruebas que no se dan e incluso intervenciones quirúrgicas que se quedan en el aire, pese a que las aseguradoras están obligadas a dar asistencia. “Los mutualistas en tratamiento sanitario y con enfermedades crónicas están sufriendo un gran estrés y ansiedad” asegura Francisco Vénzala,presidente de ANPE.
“Hay casos en que no están dando cita porque están esperando a ver cómo se concluye el concurso, también hay casos en que no se da el volante para una atención, pero depende de cada compañía”, asegura Ana Ercoreca. “Aunque se ponga una queja en Muface, todo esto redunda en nerviosismo, sobre todos para quienes tienen una enfermedad, o son crónicos. Por eso pedimos responsabilidad y actuar con diligencia”, añade.
Nuevas condiciones
El Gobierno ha enviado un comunicado en el que se explica que va a ampliar el plazo para la presentación de ofertas para las aseguradoras interesadas en ofrecer prestación sanitaria a un millón y medio de funcionarios y familiares. La resolución presentada para alargar el plazo se basa en la necesidad de realizar las “modificaciones oportunas” para que los licitadores interesados puedan “adecuar la documentación”.
Las compañías quieren que se les indemnice si incurren en pérdidas, por la inflación o por un aumento en la frecuencia de uso. Y esto es lo que están últimando junto al Gobierno. Muface podrá “restablecer el equilibrio económico del concierto cuando la entidad lo solicite por riesgo imprevisible”, dice el comunicado.
Seguir recibiendo asistencia
En su comunicado, Muface subraya que con independencia de este trámite, todos sus mutualistas, tanto los titulares como los beneficiarios, van a continuar recibiendo la misma asistencia sanitaria que disfrutan con las condiciones actuales, en virtud de las órdenes de continuidad del servicio dictadas por la Mutualidad de acuerdo con el artículo 288 de la Ley de Contratos del Sector Público.
En concreto, las compañías participantes en Muface, esto es, Asisa, Adeslas y DKV están obligadas a seguir prestando asistencia hasta el 31 de marzo. Además, se prevé un mes natural adicional a la fecha en que se formalice el nuevo concierto, para coordinar la transición.
Adeslas vuelve al terreno de juego
Fuentes de Adeslas reconocen que la compañía “ha estado manteniendo a lo largo de esta pasada semana diferentes contactos con el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública. Si estos avances se consolidan en una propuesta adecuada por parte de la Administración, la compañía reconsideraría la posición actual y daría los pasos necesarios para dar continuidad de forma favorable a su presencia en Muface”, añade la compañía.
Adeslas, presidida por Javier Murillo, es la compañía que más asegurados tiene: más de 500.000 personas, lo que representa casi la mitad de funcionarios que optan por un seguro privado para cubrir su sanidad.
Sindicatos siguen amenazando con huelga
La amenaza de huelga sigue planeando sobre Muface, pese al anuncio de modificación de las condiciones, que deja sin efecto los plazos para aceptar la licitación. "Seguimos teniendo encima de la mesa la convocatoria de una jornada de huelga que afectaría a todos aquellos ámbitos donde hay funcionarios que están adscritos al concierto sanitario de Muface. Es decir, todos los trabajadores docentes, funcionarios de los ministerios y funcionarios de correos. No descartamos en estos momentos ninguna medida de presión, porque lo que está claro es que a estas alturas todavía no hay nada cierto y no vamos a dejar de ejercer esa presión", ha dicho el presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) (@CSIFnacional), Miguel Borra.
El presidente del sindicato ha afirmado que en esta ocasión, el Gobierno "sí que está negociando" y ha señalado que lo que achaca al Ejecutivo es haber tardado “tantísimo". "Que estemos a finales de enero, que se hayan producido situaciones indeseadas para tantos cientos de miles de personas que han visto peligrosa su asistencia sanitaria y que no sabían dónde iban a tener que ser atendidos. Si el Gobierno hubiera hecho esto muchos meses antes de que concluyera el concierto que tenemos en estos momentos no nos hubiéramos visto abocados a esta situación de desatención", según Borra.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.