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Las nuevas tecnologías permiten superar el miedo de los diabéticos a los episodios de hipoglucemia
XXXIV Congreso Nacional de la SED
Las nuevas tecnologías permiten a las personas con diabetes superar el miedo a los episodios de hipoglucemia. Estos alteran notablemente su calidad de vida y su quehacer diario y, además, pueden suponer un riesgo vital. Los nuevos aparatos disponen de información de los niveles de glucosa en todo momento -sin necesidad de pincharse los dedos- y cuentan con alarmas que pueden programarse y avisan antes de llegar a esos niveles.
Aun así, el miedo a la hipoglucemia continúa siendo una de las principales preocupaciones de las personas con diabetes, según ha señalado la doctora Carmen Quirós, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Mútua Terrasa (Barcelona), en el XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (Valencia).
Nuevos sistemas
Así, considera que los dispositivos de monitorización continua o flash de glucosa -sensores de glucosa- han sido "el mayor avance" en el tratamiento de la diabetes en los últimos años.
A raíz de estos dispositivos, se han creado sistemas híbridos de asa cerrada que integran una bomba de insulina, un sensor de glucosa y un algoritmo de control que informa sobre la cantidad de insulina que debe ser liberada en tiempo real. "Estos dispositivos han demostrado disminuir la frecuencia de hipoglucemia grave y no grave de forma importante", destaca.
Otros sistemas que no son híbridos, como los de ayuda a la decisión en la administración de insulina o poder compartir la información de los sensores de glucosa con cuidadores o familiares, también ayudan a superar ese miedo.
Efectos no deseados
Sin embargo, advierte de que para un porcentaje de pacientes "no despreciable" que sufren un miedo a la hipoglucemia excesivo o patológico, algunos de estos recursos pueden presentar efectos contrarios a los deseados, ya que disponer de esa información de forma continuada puede generar "ansiedad y reacciones de evitación con valores de glucosa que antes de uso de esa tecnología no percibían como patológicos".
En este sentido, la doctora Rocío Villar Taibo, especialista en Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela, explica que la hipoglucemia no solo es una de las complicaciones agudas más frecuentes en la vida normal de un diabético, sino que es el efecto adverso "más habitual" durante el tratamiento con insulina, tal y como han demostrado los sensores.
Además de las repercusiones en la salud y en el día a día, la presencia de hipoglucemias, sobre todo episodios graves, se ha relacionado con un aumento en el riesgo de mortalidad y enfermedad cardiovascular, así como con deterioro cognitivo a largo plazo en personas con diabetes tipo 1 y 2. En el paciente mayor puede empeorar las comorbilidades asociadas a la edad y el síndrome geriátrico. En el caso de una hospitalización, la presencia de hipoglucemia se suele relacionar con un aumento de la estancia y los costes del ingreso.
Páncreas artificial
Por otra parte, el jefe de grupo del Ciberdem en la Universitat Politècnica de Valencia, Jorge Bondía, destaca que, actualmente, los sistemas de páncreas artificial, aunque híbridos, son "una realidad que está cambiando la gestión de la diabetes, no solo con un mejor control, sino también aliviando la carga de la toma de decisiones, lo cual implica una mejor calidad de vida".
Afirma que "hay un importante margen de mejora": "El reto actual es cómo eliminar o reducir a su mínima expresión la intervención del paciente, es decir, cómo ganar aún más calidad de vida con estos sistemas".
Destaca que hay "varias líneas de trabajo prometedoras, como el desarrollo de métodos de detección automática de ingestas a partir del monitor continuo de glucosa o, incluso, el desarrollo de wearables para tal fin". Del mismo modo, se está avanzando también en sistemas multihormonales, administrando glucagón o pramlintida junto con la insulina e, incluso, con tratamientos concomitantes.
"Se está avanzando sustancialmente en el desarrollo de sistemas de páncreas artificial totalmente automáticos, aunque esto supone un aumento de la complejidad técnica, dadas las limitaciones de la insulina subcutánea", señala.
Esteatosis hepática metabólica
El profesor Rubén Nogueiras Pozos, del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad Santiago de Compostela, ha manifestado que la esteatosis hepática metabólica, una enfermedad que padece una cuarta parte de la población, en 10 años aumentará un 50% y se convertirá, posiblemente, en la principal causa de cirrosis.
Aun así, destaca que hay margen para la esperanza, sobre todo por "los progresos que se están registrando a nivel de diagnóstico y en la investigación básica y clínica". Así, frente a la biopsia, ahora se dispone de una tecnología de ultrasonido que permite obtener un diagnóstico bastante fiable del estadio en el que se encuentra la enfermedad.
En cuanto al tratamiento, todavía se está buscando uno farmacológico que sea realmente eficaz, ya que, aunque hay ensayos clínicos que han probado diferentes medicamentos sobre distintas dianas, no han conseguido dar el paso a la comercialización.