La sexta ola de Covid está saturando ciertos hospitales de España y amenaza con impedir su correcto funcionamiento en las próximas semanas.
Aunque la gran mayoría del país está vacunado con dos dosis y prácticamente todos los vulnerables cuentan con la tercera inyección, el aumento de los contagios ha sido tal que, si bien la proporción de pacientes graves es muy baja, las camas de muchos hospitales están volviendo a ser ocupadas por enfermos de Covid progresivamente.
Eso sí, el perfil de la persona que necesita de tratamiento y oxígeno ha cambiado desde la llegada de la vacuna. Ahora, los ingresados son, normalmente, individuos con algún tipo de problema inmunitario, mayores que no habían recibido la tercera inyección y con un estado de salud delicado o personas vulnerables sin vacunar, un colectivo que, pese a ser minoritario en España, sigue estando sobrerrepresentado en las UCI y camas de hospital. Además, la duración de los ingresos se ha reducido gracias a la vacunación y a los tratamientos existentes, lo que hace que las camas se vayan liberando más rápidamente.
Sin embargo, y pese a que todos estos factores ayuden, el sistema de salud se está viendo comprometido en ciertas provincias por la avalancha de casos de ómicron. Y es que esta ola, de la cual saldrá una gran parte de la población con una inmunidad reforzada –algo positivo–, podría, en paralelo, según aseguran expertos, volver a poner bajo presión a un sistema sanitario que no está al 100% –bajas por Covid, plantillas mermadas y periodo vacacional–.
El impacto en los hospitales
En concreto, con los datos oficiales en la mano, se estima que más de un millón de personas se habrían contagiado desde el puente de diciembre hasta el final del año 2021. Una cifra, que no tiene en cuenta todas las infecciones no notificadas al sistema –podría ser un número mucho mayor– y que seguirá, previsiblemente, aumentando en 2022 hasta mediados de enero, según varios expertos consultados.
Y todos estos casos, además de saturar la Atención Primaria, también están llenando las urgencias de los hospitales y ocupando un número considerable de camas –que se suman a los ingresos de larga duración provocados por el aumento de casos achacable a la variante delta de hace unas semanas–.
Eso sí, existen notables diferencias según la zona geográfica del país. Según los datos disponibles, ciertas provincias como Palencia, Castellón, Lleida o Huesca, entre otras, tendrían sus UCI con un nivel de ocupación muy alto –algunas llegaron a superar el 50%–.
Y a nivel de autonómico, si bien la ocupación de camas hospitalarias todavía no es tan elevada en comparación con otras olas –el 10% para el conjunto del país– sí que estaría aumentando el número de ingresos en UCI, progresivamente. Algunas de las que soportan más presión son: Cataluña (40%), País Vasco (30%), Castilla y León (28%), Aragón (25%), Comunidad Valenciana (25%) y Madrid (23%).
Además, según comentan fuentes sanitarias a 65YMÁS, lo peor, desde el punto de vista hospitalario, está por llegar tras las fiestas navideñas.
Los sanitarios piden más refuerzos
Por ello, y visto la magnitud de la ola, ciertas organizaciones de profesionales de la salud piden al Gobierno medidas suplementarias para poder hacer frente al aumento de pacientes en mejores condiciones.
"La única que se ha llevado a cabo, que es volver a hacer obligatoria la mascarilla en exteriores, puede tener eficacia en caso de aglomeraciones pero no en otras circunstancias, y acortar la cuarentena, como se ha hecho, sin base científica, habrá que analizar si no aumenta aún más la propagación del virus, ya que realmente se desconoce cuánto tiempo se transmite con exactitud", opina María José Campillo, responsable de Finanzas de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (@cesm_sindicatos).
"La situación en cada comunidad autónoma es distinta; hay un gran decalaje entre pacientes infectados y hospitalizados, pero lógicamente al ser tan alto el número de casos, la presión en los hospitales sigue creciendo a un ritmo muy preocupante y, en algunas comunidades, la ocupación de las UCI –como en Cataluña– empieza a generar una situación que se puede calificar de crítica", añade.
Coincide con la médico del CESM el secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (@fssccoo), Humberto Muñoz, que entiende que, pese al efecto de la vacuna, esta ola de ómicron se está viviendo "con inquietud, ante el incremento imparable de casos, el crecimiento de los ingresos en hospitalización y en UCI, y también en el número de fallecidos".
"Nunca hemos tenido estos niveles de tensión sobre el Sistema Sanitario Público, ni siquiera durante la pandemia de gripe A H1N1 de 2009-2010. La situación de abandono y desbordamiento de la Atención Primaria hoy día es muy preocupante, y hay servicios hospitalarios reiteradamente tensionados por las sucesivas oleadas de contagios y con personal muy castigado física y mentalmente (Urgencias, UCI, Medicina Interna, Neumologia…)", denuncia.
Por esta razón, Muñoz pide a los gobiernos que actúen con más contundencia. "Las diferentes administraciones están en 'fase contemplativa' de la pandemia. Hay una infrafinanciación que se traduce en insuficiente contratación de personal, pero además, hay una preocupante falta de liderazgo en el control de la situación: no hay criterios epidemiológicos homogéneos de actuación, se opta por rescatar personal jubilado mientras miles de contratos Covid formalizados en oleadas anteriores se dejan finalizar y se despide a profesionales bregados en la atención de este tipo de pacientes. Y se ha abandonado el rastreo de contactos; el diagnóstico de posibles casos se encomienda a la propia población instándola a realizarse test de antígenos y, si dan positivo, a efectuar auto seguimientos clínicos en el domicilio, etc. En fin, un despropósito tras otro que no tiene consecuencias más desastrosas, gracias a la profesionalidad y la entrega del personal", asegura.
Una dedicación que, según el sindicato de enfermería SATSE (@Sindicato_SATSE), pasará factura a los profesionales de la salud por la "sobrecarga" del sistema.
"Afecta aún más a unos sanitarios que, hay que recordar, llevan ya casi dos años de lucha incansable contra el coronavirus. Y las medidas adoptadas por las distintas administraciones sanitarias públicas para reforzar las plantillas de enfermeras y enfermeros son insuficientes, porque sigue sin haber los profesionales necesarios para poder ofrecer una atención sanitaria óptima. Antes de la pandemia, España ya necesitaba más de 87.000 enfermeras y enfermeros en la sanidad pública y aún se mantienen plantillas insuficientes en todos los servicios. Una situación, que provoca que todos estos sanitarios se encuentren desbordados y exhaustos, tanto física como emocionalmente", reconocen.
Y estos déficits se notan ya en las urgencias de los hospitales, donde no dejan de llegar pacientes, algunos enfermos y, otros, que acuden para que les hagan una prueba y donde su personal no da abasto. "Nos estamos viendo desbordados por el número de pacientes que acuden sospechosos de Covid a Urgencias y ante la situación que vive Primaria", cuenta por su parte el vicepresidente de Sociedad Española de Medicina de Emergencias (@SEMES_), Pascual Piñera.
"En estos momentos superamos lo que era una temporada de gripe normal y, fundamentalmente, por la falta de accesibilidad que tienen otros sistemas de salud que se suplen con las Urgencias", prosigue.
"Los médicos de urgencia estamos en una situación de incertidumbre por lo que va a venir y cansados de esto y de que el Gobierno no responda a nuestra demanda, que es la creación de la especialidad de medicina de urgencias, como ya prometió el exministro Salvador Illa en 2020. Esto provoca también una situación de desencanto, no sólo por la pandemia, que estaremos al frente de ella, sino también por la poca respuesta y lo poco que nos respeta desde el punto de vista profesional", sentencia.
Pacientes hospitalizados en diferentes países europeos. Fuente: Our World in Data.
Lo peor podría venir en unas semanas
Además, "lo peor" estaría por llegar, según los epidemiólogos consultados, puesto que esta saturación podría ir a peor y durar varias semanas aún, lo que exigirá más recursos sanitarios.
"Aunque ahora la carga hospitalaria de la sexta ola sea muy inferior a la de las oleadas previas a la vacunación, algunos hospitales ya empiezan a saturarse y a cancelar la actividad no Covid. En ciertas comunidades, más de la tercera parte de las UCI están ocupadas con pacientes con Covid-19, y eso puede ir a peor", adelanta el epidemiólogo y portavoz de la asociación de Salud Pública de Madrid (@amasap), Fernando García.
"Además, a medida que crezca la incidencia en los grupos más mayores, que hasta ahora han tenido menos casos, la repercusión en la hospitalización será más importante. Estos grupos están relativamente protegidos por las dosis de refuerzo de la vacuna pero, pese a ello, en algunos, la vacunación puede ser insuficiente, por lo que veremos más ingresos y fallecimientos en las próximas semanas", pronostica.
Fuente: Instituto de Salud Carlos III.
Algo similar prevé el epidemiólogo e investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (@GVAfisabio), Salvador Peiró. "Es previsible que el enorme volumen de casos de estos días tenga un importante impacto en hospitalizaciones, que debería empezar a ser visible en pocos días. Esperamos una situación mucho menos comprometida que la de las olas previas –menor que la del pasado invierno–, pero es difícil estimar su impacto, en parte, por la menor gravedad de ómicron en vacunados y porque, tras los recientes cambios en los criterios de realización de pruebas diagnósticas, se complica establecer la relación entre casos y hospitalizaciones", reconoce.
Ahora bien, matiza, hay razones para el optimismo. "No sabría decir si la Covid nos dará más hospitalizaciones o fallecidos que, por ejemplo, la gripe, con unos 4.000 o 5.000 fallecidos en un año normal. Se dan con una, dos o tres semanas de retraso –incluso más– respecto a la onda de casos, así que aún no estamos viendo las de estos días, sino las de las semanas pasadas –y probablemente los fallecidos y UCI de hoy son más delta que ómicron–", apunta.
Una opinión, que coincide con la de la inmunóloga del CSIC, Matilde Cañelles (@CanellesMatilde), que prevé además una bajada de casos en las próximas semanas que frenará el impacto en los hospitales.
"Todavía es un poco pronto en España, pero si nos guíamos por lo que sucedió en Sudáfrica y Reino Unido, parece que el impacto en los hospitales va a ser mucho menor respecto a olas anteriores, sobre todo aquí, que hemos tenido mucha vacuna de Pfizer y Moderna. En Reino Unido, tendrán más ingresos por AstraZeneca, que no funciona tan bien con ómicron", avisa.
Por ello, la científica es "relativamente optimista" respecto al futuro, "aunque no hay que lanzar las campanas al vuelo" por el posible impacto en el sistema de salud que aún podría estar por venir.
Finalmente el director del director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes, Juan José Badiola, ve también un panorama más alentador, si bien pide prudencia.
"Esta ola impactará sobre los hospitales, pero de forma más moderada que las anteriores. No creo que lleguen a saturarse, aunque eso dependerá del número total de infectados, que ya es elevadísimo y, a pesar de que la gran mayoría son asintomáticos o presentan un cuadro clínico leve, algunos –no vacunados, con inmunidad insuficiente o con patologías previas– podrían tener necesidad de requerir hospitalización", concluye.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.