Y es que, según han analizado los expertos, el que los cambios de esta mutación sean tan distintos a los vistos con anterioridad hace sospechar que el origen de la variante pueda ser animal.
"Descubrimos que la secuencia de la proteína spike se sometió a una selección más fuerte que la de cualquier variante del SARS-CoV-2, lo que sugiere la posibilidad de que el huésped salte", comentan en el estudio.
Por ello, decidieron comparar los cambios de ómicron con los que ocurren con este coronavirus en otras especies y hallaron una en la que podría haber mutado de esa forma: los ratones.
"El espectro molecular de mutaciones adquirido por el progenitor de ómicron fue significativamente diferente del espectro de virus que evolucionaron en pacientes humanos, pero se asemejó a los asociados con la evolución del virus en un ratón", explican.
Por esta razón, su hipótesis es que el virus pasase de humano a ratón, se multiplicase en esa especie, y posteriormente volviese a los humanos.
De ser así, significaría que es muy improbable acabar con la pandemia mediante la erradicación del virus, tal y como teorizaban los científicos de la escuela del Zero Covid –que han determinado muchas de las políticas públicas de diferentes Estados–, puesto que el salto entre especies y las mutaciones producidas en estas podrían hacer imposible o muy difícil acabar con la transmisión para siempre.
Sobre el autor:
Raúl Arias
Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.