La longevidad, las catástrofes naturales y la ciberseguridad parecen cuestiones que nada tienen que ver la una con la otra. Pero como en Babel, la película en la que la vida de personajes completamente diferentes, de distintas edades, orígenes, países e incluso continentes, terminan entrecruzándose, tienen algo en común: están provocando un vacío de protección aseguradora: riesgos sin cubrir que ponen en jaque nuestro bienestar,
¿Qué son las brechas de aseguramiento?
La brecha de protección de Seguro, (o 'insurance protection gap', en inglés), representa la diferencia entre la cobertura de seguros que es económica necesaria y beneficiosa para la sociedad, y la cantidad de dicha cobertura efectivamente adquirida.
Este indicador permite medir si una sociedad está subasegurada, y en qué áreas el mercado asegurador tiene potencial de crecimiento. Pero además este indicador está relacionado con el bienestar, de tal forma que en las sociedades desarrolladas esta brecha o gap es relativamente pequeña, a diferencia de lo que suceden en economías emergentes.
Se trata de un indicador vivo, que evoluciona con la sociedad, y hay una serie de elementos que, ahora mismo, están haciendo que crezca. El caso del cambio climático es muy evidente. Cada vez son más habituales los terremotos y fenómenos climáticos extremos que provocan catástrofes naturales como inundaciones, tormentas, o incendios. Si los seguros no crecen al mismo ritmo, se aumenta este gap, y los ciudadanos nos encontramos en una situación más vulnerables frente a los riesgos que representa el clima.
Sin embargo, y pese a ser evidente el desafío que implica el clima para nuestra seguridad, hay otros elementos que suponen un desafío aún mayor: la longevidad y las pensiones, la salud o la ciberseguridad.
Longevidad y pensiones: el mayor reto para nuestra seguridad
La Federación Mundial de Asociaciones de Seguros (GFIA) cifra en más de 2,8 billones de dólares (2,6 billones de euros) la brecha mundial de cobertura. La organización, en un informe, señala las brechas de protección de seguros más apremiantes que enfrenta el mundo actualmente, les pone cifras y explora formas de poder cerrarlas.
La demografía y el envejecimiento de la población, según este informe, es el apartado que revela el mayor problema. GFIA valora el déficit que afecta a este tipo de prestaciones en un billón de dólares. Esa es la diferencia entre las coberturas de pensiones que existen y las que debería haber.
Los cambios demográficos están ejerciendo una presión sin precedentes sobre los sistemas de pensiones a nivel mundial, señala GFIA. Por un lado, los sistemas de pensiones deben mantener a las personas durante mucho más tiempo, gracias al incremento de esperanza de vida tras la jubilación. Al tiempo, el número de personas que ingresas en los sistemas va en aumento, con la inminente jubilación de la generación del baby boom. Sistemas de pensiones que debe soportar una fuerza laboral formada por cada vez menos personas. Las pensiones públicas están sometidas, dice GFIA, en definitiva, a una enorme presión.
“Dado que es probable que las necesidades de pensión continúen creciendo más rápido que los fondos disponibles”, GFIA recomienda una "mayor colaboración público-privada, por ejemplo, equilibrando las condiciones regulatorias y los incentivos fiscales, por parte pública; y con productos de ahorro innovadores y flexibles, por parte privada".
Ideas para mejorar la previsión social
GFIA propone algunos ejemplos acerca de lo que podrían hacer las compañías aseguradoras para dar innovación y flexibilidad a sus productos de ahorro, hacerlos atractivos y poder cerrar parte de la brecha de aseguramiento en materia de pensiones. También proporciona ideas que ideas para los Gobiernos, con ejemplos de políticas ya aplicadas y que han resultado exitosas. La Federación Mundial de Organizaciones de Seguros sugiere:
Productos que proponen un equilibrio personalizable entre rendimientos fijos y variables.
Productos que brindan acceso a nuevos tipos de inversiones (por ejemplo, energías renovables)
Ofertas que permiten a los clientes convertir la riqueza ilíquida, como bienes inmuebles, en activos líquidos (como por ejemplo la hipoteca inversa)
Las necesidades y opciones de pensión a menudo son difíciles de entender. Por lo tanto, promover el ahorro previsional y educar a las personas, especialmente a los jóvenes, podría aumentar la provisión para la jubilación. Por ejemplo, el gobierno de Singapur lanzó una campaña específica en 2009 cuando implementó una reforma nacional de ingresos de pensiones (CPF Life). Aproximadamente el 90% de los que asistieron a los eventos educativos de la campaña dijeron que podían aplicar lo que habían aprendido.
Además, los gobiernos pueden introducir la inscripción automática de todos los ciudadanos en la fuerza laboral formal en esquemas de previsión privada (como se ha hecho en Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido) o fomentarla a través de la regulación a nivel empresarial (como en Canadá y los EE.UU.).
Por último, muchos países han implementado incentivos fiscales para animar las contribuciones a planes de empleo de trabajadores y empleadores.
“La idoneidad de estas palancas para abordar la brecha de protección de pensiones debe evaluarse individualmente para cada país”, asegura GFIA, “ya que los países difieren estructural y culturalmente, por ejemplo, en términos de su nivel general de riqueza y la asequibilidad de los ahorros de pensión”.
Los otros gaps: Salud, ciberseguridad y clima
La digitalización de la economía avanza con rapidez. El incremento de la utilización de datos y de la interconexión ha traído consigo de ataques cibernéticos y filtraciones de información. Un problema grave que impulsa en la actualidad una brecha de 0,9 billones de dólares. Las empresas son cada vez más vulnerables a los ataques cibernéticos, y aunque la oferta de seguros cibernéticos es cada vez más amplia, GFIA no cree que las aseguradoras puedan cerrar esta brecha por sí solas ya que, según su informe, depende mucho del entorno regulatorio y la infraestructura pública. Así, aboga nuevamente a la colaboración público-privada. GFIA propone palancas para apoyar la prevención, campañas de concienciación, marcos de notificación de incidentes y medidas de adaptación.
Por su parte, la protección de la salud supone un vacío de 0,8 billones de dólares, según recoge el informe.
Por último, GFIA identifica al golpe de las catástrofes naturales, donde contabiliza un vacío de 0,1 billones de dólares. Según datos de Swiss Re, en 2021 se produjeron en todo el mundo unas pérdidas económicas de 270.000 millones de euros como consecuencia de eventos catastróficos, pero sólo el 40% de estas pérdidas estaban aseguradas.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.