Sorprendentemente, un día después de la retirada de mascarillas en casi todos los interiores, una comunidad, el Principado de Asturias, basándose en la Estrategia de Vigilancia y Control frente a la Covid-19 tras la Fase Aguda de la Pandemia, ha recomendado el uso del 'cubrebocas' a toda la población en espacios interiores –salvo a los niños en los colegios–.
Además, ha pedido a sus médicos que realicen test, con el objetivo de controlar y dimensionar la transmisión y ha reclamado la aprobación de la cuarta dosis para las personas de más de 80 años y residentes.
La razón: el Principado quiere tratar de suavizar la incidencia y la presión hospitalaria, al haber entrado en "riesgo alto", según los indicadores del Ministerio de Sanidad –que no especifica qué medidas se deben tomar cuando se pasa de un nivel a otro–.
Y es que, desde hace varias semanas, los números están empeorando en la región: con datos del martes 19 de abril, un 9,38% de las camas de hospital estarían ocupadas por pacientes Covid positivo –suben– y las UCI estarían al 2,81% –se mantienen estables e incluso bajan–.
Y en paralelo, cada vez se estarían registrando más casos de coronavirus en mayores de 60 años –977 por cada 100.000 habitantes a 14 días (777 de 60 a 69; 1.025 de 70 a 79 y 1.267 en más de 80 años)–, teniendo en cuenta además que, con una positividad de las pruebas del 37,48%, gran parte de las infecciones no estarían siendo notificadas –asintomáticas y leves, probablemente–.
Incidencia en mayores de 60 años en Asturias a día 19 de abril.
No sólo es Asturias
Y no se trata de un fenómeno aislado que únicamente esté ocurriendo en Asturias. Otras autonomías también lo estarían experimentando, como Galicia o Navarra, e incluso en algunas habría habido aumentos con anterioridad, post sexta ola, como en Extremadura. Sin embargo, en el caso asturiano, la transmisión se estaría acompañando de una ocupación mayor de camas hospitalarias por pacientes Covid, según los datos que ofrece el Principado.
Eso sí, este no tiene por qué significar necesariamente el comienzo de una ola comparable a la sexta. Según los expertos consultados por 65YMÁS, se trataría, en principio, de una oscilación en forma de dientes de sierra, como ha ocurrido en Francia y Reino Unido (a nivel de toda su población).
Es decir, que mientras ómicron siga siendo mayoritaria –y con las vacunas actuales–, los casos podrán aumentar y posteriormente descender, ya que existe mucho susceptible de contagiarse –pérdida de protección de la tercera dosis, reinfecciones por subvariantes de ómicron y fin de las medidas de protección–, y algunos morirán por o con Covid: la letalidad en España, por el momento, se mantiene en niveles bajos comparada con antaño, siendo algo más alta en mayores de residencias (2% desde que comenzó 2022, en 2021 rondaba el 12%).
¿Tiene sentido la decisión de Asturias?
Ahora bien, con estos datos en la mano, cabe preguntarse, ¿tiene sentido que Asturias vuelva a los cribados y a recomendar la mascarilla en interiores con los niveles de protección frente a enfermedad grave que hay actualmente? ¿Se debe seguir tratando la Covid como una enfermedad diferente o se tendría que actuar ya de otra manera?
La respuesta no es sencilla, puesto que los expertos tienen posiciones encontradas y depende, sobre todo, de cuál sea el objetivo a conseguir, más allá de si la política sanitaria es luego más o menos eficaz.
Así, si lo que se pretende es que bajo ningún concepto la población se siga contagiando, por las secuelas que sigue dejando el patógeno en algunas personas y por la mortalidad que causa el virus, las medidas del Principado serían inadecuadas –son sólo recomendaciones y no se limitan realmente las interacciones–, y además, dejarían 'desprotegidos' a los niños en los colegios, buena parte de los cuales no están vacunados.
Por otra parte, si lo que se pretende es tratar de revertir la tendencia ascendente para limitar un potencial aumento descontrolado de las hospitalizaciones –no está ocurriendo por ahora–, las medidas sí podrían tener sentido, puesto que son coherentes con las políticas aplicadas en España durante casi toda la pandemia, véase, proponer limitaciones parciales (y no confinamientos generales) para intentar amortiguar el posible impacto de cada oleada.
Y finalmente, si el objetivo final es ir poco a poco transitando hacia 2019, considerando que las medidas aplicadas en 2020 fueron de excepción y que ya no tiene sentido que toda la población se involucre individualmente, de forma más o menos estricta, en el control de la transmisión, la decisión de Asturias sería desproporcionada, sobre todo, teniendo en cuenta que se ha conseguido una inmunidad grupal potente que debería, en principio, limitar parcialmente el impacto en hospitales del aumento de positivos –también durante la sexta ola–.
Por ello, bajo este último enfoque, haya más o menos incidencia y si las letalidades se mantienen estables, los expertos optan por reducir el control y centrarse en los casos potencialmente graves, es decir: limitarse a vigilar la evolución epidemiológica como se hace con la gripe; valorar refuerzos de la vacuna o el uso de anticuerpos monoclonales; empezar a usar antivirales o seguir amplicando otros medicamentos y seguir investigando e invirtiendo dinero para paliar todas las secuelas de la crisis sanitaria –físicas y psicológicas–.
Datos de presencia de Covid en aguas residuales en la Comunidad de Madrid.
La opinión de los expertos
"Creo que, con los datos disponibles, lo de Asturias responde más a una postura política, que a una situación sanitaria. Siempre es mas fácil justificarse ante una eventualidad, cuando se ha adoptado este tipo de medida que en el caso de haberse tomado una opción más aperturista, independientemente de la eficacia de cada tipo de alternativa", opina el parasitólogo de la Universidad de Valencia (@alfwarrior), Rafael Toledo, que reconoce que "es muy probable que se den olas con picos de sierra, pero lo importante es la traducción en formas severas que tengan y, de momento, están siendo muy limitadas".
"Que los contagios se produzcan es algo normal pero, como digo, se debe evaluar en función del impacto sanitario que tengan. Pienso que, con los datos actuales, la cuarta dosis no parece necesaria. En la situación actual, se debe optar por un seguimiento más personalizado, con evaluación de riesgos y posibles vulnerabilidades, pruebas de respuesta celular y una atención y seguimiento mas individualizado", opina.
"Asturias (977), al igual que Galicia (1.049) y Navarra (1.060) están con tasas de incidencia acumulada a 14 días en más de 60 años que doblan la media nacional (506) y casi cuadruplican las tasas de las CCAA más bajas. En términos de transmisión, está en un claro repunte que, en conjunto, era esperable, tras la retirada de medidas –no sólo aislamientos y mascarillas, también retirada de aforos, de comensales por mesa, de limitación de eventos– y del incremento de las interacciones entre personas que se está produciendo en las últimas semanas. Eso sí, menos esperable era un repunte de ingresos, aunque es un indicador difícil de interpretar sin diferenciar los casos ingresados 'por' covid y los casos de covid incidental –muy dependiente de que se sigan realizando pruebas a todos los pacientes que ingresan (ahora no es obligatorio y podría variar entre región y hospital)–", valora por su parte el epidemiólogo e investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (@GVAfisabio), Salvador Peiró.
"El conjunto de datos sugiere una situación que se está complicando en algunas CCAA, lo que admitiría que se recuperen algunas medidas como las mascarillas en interiores o, no menos importante, el aislamiento de los positivos. El dato importante para tomar esta decisión no es tanto la transmisión como las hospitalizaciones 'por' Covid, un indicador no disponible rutinariamente, pero que es probable que haya sido considerado por la Consejería. Aun así, en el contexto social actual, es posible que la adherencia a estas medidas sea muy baja. En cuanto a las cuartas dosis, desde mi punto de vista, si no hay un repunte importante de hospitalizaciones 'por' Covid en personas mayores deberíamos posponerlas. Lo ideal, por logística y cobertura, sería ponerlas en residencias y a personas de más de 80 años (quizás 70) junto a la vacuna de la gripe (octubre)", propone.
Con todo, la inmunóloga del CSIC, Matilde Cañelles (@CanellesMatilde), cree que sí que es necesario este refuerzo. "Es preocupante que aumente tanto la incidencia entre los mayores, sobre todo si va seguida de aumento de hospitalizaciones. Yo pienso que, si relajamos tanto las medidas, sí se les debería al menos ofrecer una cuarta dosis, como se está haciendo en otros países", señala.
"Iremos con dientes de sierra, como ocurre en Reino Unido, dependiendo del avance o no de la contagiosidad", valora el jefe de Servicio de Inmunología de Hospital Virgen de Arrixaca (@manuelmuro5), Manuel Muro, que cree que el incremento de casos puede tener que ver con"que en Semana Santa se ve más a los mayores, pues es tiempo festivo y también podría haber una disminución del nivel de anticuerpos en estos pacientes, que hacen malas respuestas inmunitarias por la senescencia del sistema inmune".
"La cuarta dosis en ellos puede ser indicada –prosigue–. También si se comprueba que no hicieron respuesta, se les puede administrar anticuerpos monoclonales de forma externa con Evusheld de AstraZeneca por ejemplo que les da protección durante nueve meses aproximadamente como inmunización pasiva".
"Desde un punto de vista epidemiológico tiene pleno sentido la decisión de Asturias. No sabemos si es una nueva ola o un repunte transitorio pero estas medidas adoptadas contribuirán a que se contenga la transmisión, que es el objetivo fundamental. Mucho dependerá de cómo se comporte la variante XE y de qué tanto decaiga la protección inmunitaria y haya un riesgo incrementado de reinfecciones. Lo que verdaderamente urge es contar con nuevas formulaciones de vacunas que confieran mayor protección ante las nuevas variantes del virus. Mientras tanto, tiene sentido proteger a la población mas vulnerable de mas de 80 años con una cuarta dosis, ya que al decaer su protección inmunólogica tiene un riesgo más alto de reinfección", comenta por su lado el exdirectivo de la OMS, Daniel López Acuña (@lopezacunad), quien comparte las medidas adoptadas por Asturias de recomendar las mascarillas de nuevo y la reducción de contactos de los positivos.
"Parece razonable que las autoridades sanitarias de Asturias recomienden volver a tomar medidas prudentes, como las mascarillas en interiores. En todo caso, al igual que la sociedad se preocupa de garantizar que podamos beber agua potable y que los alimentos no estén contaminados, también debería preocuparse de garantizar una ventilación adecuada en todos los interiores. Solo así estaremos mejor preparados frente a la amenaza de la Covid-19 y de otras infecciones respiratorias", indica el portavoz de la Asociación Madrileña de Salud Pública (@amasap) y epidemiólogo, Fernando García.
Con todo, el experto cree que es pronto para decir si habrá o no una nueva ola. "Lo cierto es que en Asturias la incidencia acumulada en personas mayores de 60 años ronda los 800 casos por 100 000 habitantes en los últimos 14 días desde hace tres semanas, más o menos, con cierta fluctuación. La pandemia sigue aquí y la sexta ola no ha desaparecido, solo ha disminuido levemente su magnitud con respecto a las cifras de enero", concluye.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.