El primer escaneado en 3D del Titanic muestra restos inéditos del naufragio

Tras más de 111 años del hundimiento del buque trasatlántico más famoso del mundo, el Titanic, se le realiza su primer escaneo. Una empresa lo ha llevado a cabo gracias a una técnica de mapeo del suelo marino en el que se ha reconstruido una imagen del barco en 3D.

Parks Stepherson es el investigador principal del proyecto, y comentó en una entrevista en la BBC que, "Todavía hay preguntas básicas sobre el barco, que necesitan respuestas", y que este trabajo podría ayudar a resolver lo ocurrido la noche del 15 de abril de 1912.

Los restos del Titanic fueron descubiertos en 1985 y desde ese momento, se han realizado numerosas exploraciones al barco. Las complicadas condiciones, la poca luminosidad y la elevada profundidad de 3.800 metros, solo habían podido capturar ciertos ángulos del transatlántico en descomposición y nunca la verdadera dimensión del naufragio.

Este nuevo análisis, realizado por robots sumergibles de control remoto, ha descubierto que el Titanic está roto en dos partes. La popa y la proa están a 800 metros de distancia, lo que indica que un fragmento se hundió antes que el otro.

La empresa Magellan Ltd, dedicada al mapeado de las profundidades marinas, y Atlantic Productions, una productora audiovisual que realizó un documental sobre el proyecto empezaron sus trabajos en verano de 2022. Durante más de 200 horas, se tomaron 700.000 fotografías de todos los ángulos posibles, elaborando una reconstrucción en 3D del barco.

Los responsables del proyecto explicaron que trabajaron en condiciones díficiles, por la gran profundidad mencionada anteriormente, la cantidad de lodo y las fuertes corrientes propias del norte del Alántico. Además, no podían tocar nada para "no dañar los restos". Tuvieron que mapear cada centímetro cuadrado "incluyendo las partes aburridas, como en el área de desechos con el lodo, pero hay que incluir todo lo que se encuentra entre los objetos interesantes", explican.

Los descubrimientos más relevantes exponen perfectamente la proa del barco. A pesar de encontrarse llena de estalactitas de óxido, sigue siendo perfectamente reconocible incluso 100 años después del hundimiento. Además de numerosos objetos, incluyendo el ornamentado metal forjado del barco, estatuas, artículos personales y botellas de champán todavía encorchadas.