Resfriados más fuertes, Covid, gripe y bronquiolitis: los virus que se han adelantado

La bronquiolitis no sólo ataca a los niños: aumentan las hospitalizaciones de mayores de 80 años

Tos, mucosidad, dolor de cabeza y garganta, pero sin fiebre o con poca...  Si hiciésemos una encuesta hoy, seguramente casi todos los españoles conozcan a alguien con estos síntomas que se esté preguntando: "¿Qué tengo? ¿Me he reinfectado de Covid? ¿Es gripe? ¿Eran así de fuertes los resfriados? ¿Será una bacteria?"

La respuesta: puede ser cualquiera de estos virus, pero si has querido comprobar qué tienes, te has hecho varios test y has dado negativo en todos, lo más probable es que sea un catarro más o menos intenso y que el médico te acabe recetando paracetamol, una correcta hidratación y reposo, sobre todo, si no formas parte de ningún grupo de alto riesgo –en estos casos quizá es necesaria una vigilancia suplementaria, como pasa con el Covid o la gripe–.

Y es que este otoño, la temporada de enfermedades respiratorias se ha adelantado y están circulando con alta intensidad todo tipo de patógenos que causan resfriados que se pueden confundir con la Covid –gracias a las vacunas e infecciones previas–, la gripe o la bronquiolitis –peligrosa para niños y mayores–.

Según las estadísticas aportadas por el Ministerio de Sanidad de la Red de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda, se puede observar que estos virus han comenzado a causar casos antes de lo previsto, y no sólo en España, también en el resto de Europa. 

"Hay un aumento importante y también algo de Covid, como todos los otoños. Lo peor está siendo la bronquiolitis para los niños", sostiene la responsable de Atención Primaria de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (@cesm_sindicatos), Ana Giménez. 

"Estamos viendo cuadros de infección respiratoria, sobre todo de las vías altas, los catarros típicos, normalmente por virus que no están registrados por el Sistema de Vigilancia puesto en marcha en febrero de 2022", sostiene el portavoz de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (@semfyc), José María Molero. 

Por su parte, el investigador de la Universidad de Leicester (Reino Unido), Salvador Macip (@DrMacip), coincide con Molero en que "hay un aumento generalizado de infecciones respiratorias; gripe y VRS, entre ellas". "No son virus nuevos, son los mismos que causan resfriados siempre", apunta. 

Un análisis epidemiológico que comparte el investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (@GVAfisabio), Salvador Peiró, que afirma que, "más allá de SARS-CoV-2, influenza y VRS, se ve un incremento de parainfluenza A y B, adenovirus, rinovirus/enterovirus y coronavirus estacionales –los de toda la vida–".  

"Parece haber un aumento inusual de laringitis, bronquitis y gripe, como si el invierno se hubiera adelantado. En los niños, incluso los cuadros de fiebre están siendo más prolongados de lo habitual", indica el jefe del Servicio de Inmunología de Hospital CU Virgen de Arrixaca, Manuel Muro (@manuelmuro5). 

¿Más enfermos y con síntomas más intensos?

Es más, avanzan la mayoría de expertos consultados por 65YMÁS, este año, la temporada de infecciones podría ser más prolongada en el tiempo, puesto que habría un mayor número de susceptibles de enfermar, a consecuencia de las restricciones aplicadas durante la pandemia –menos personas habrían estado en contacto con estos patógenos durante dos años (si bien no dejaron de circular)–.

Además, los síntomas podrían ser más intensos, ya que un porcentaje de la población no ha estado en contacto con estos patógenos durante dos años –y algunos nunca (niños pequeños)–. Eso sí, esto no significa que la infección, sobre todo en población sana, vaya a ser mucho más grave. 

“La pérdida de inmunidad que hemos sufrido en los dos últimos años puede influenciar en la situación actual. No sabemos hasta dónde llegará el pico”, apunta el vicepresidente de SEMES (@SEMES_) y coordinador del Grupo de Patología respiratoria en Urgencias, Pascual Piñera (@pascualpinera). “Nos preocupa la sobrecarga laboral en la Atención Primaria", advierte y su impacto en los servicios de "urgencias", añade. 

"El año pasado fue tranquilo en infecciones respiratorias de vías altas. Las mascarillas y mucha menos interacción en espacios cerrados son la causa más probable. Ahora, crecen justo por eso, porque la gente se junta en espacios cerrados: desde colegios a discotecas, pasando por espacios laborales. De todas formas, las cifras que vemos son difíciles de comparar con las de años previos: simplemente, porque antes no hacíamos tanta prueba –y menos a estas alturas del año–. Si mejoras los sistemas de vigilancia, la serie histórica se rompe", argumenta el epidemiólogo Salvador Peiró. 

"En esta temporada otoño-invernal estamos viendo un recrudecimiento de infecciones respiratorias agudas debidas a múltiples causas. En algunos países, le han llamado la 'tripledemia', porque coexisten infecciones de Covid, de influenza y de VRS. A lo que cabe agregar los episodios de catarro común. Esto tendrá más y más expresión en España de aquí a febrero o marzo. Contribuye a este repunte de enfermedades respiratorias la creciente desprotección por el abandono del uso de mascarilla en interiores mal ventilados y en aglomeraciones, tras casi tres años de haber estado protegidos del contagio. Contribuye también el creciente grado de desprotección por la declinación inmunológica. De ahí, la importancia de avanzar con la vacunación de cuarta dosis y contra la gripe estacional. Desde mi punto de vista deberíamos reintroducir el uso de mascarilla en interiores y en aglomeraciones e impulsar en mayor grado medidas de limpieza y filtrado del aire", opina el ex directivo de la OMS, Daniel López Acuña (@lopezacunad).

¿Epidemia de catarros?

"El rinovirus o el adenovirus este año parecen ligeramente más agresivos. Eso sí, es normal que estos virus infecten ahora. Vivimos en lugares más cerrados, el contacto es más cercano, las probabilidades de contagio son más altas y las defensas naturales de nuestras fosas nasales se ven reducidas por la disminución de las temperaturas –aunque se haya prolongado mucho el 'veroño'–", opina el inmunólogo Manuel Muro. 

"Estos virus suelen cursar sin fiebre y se manifiestan al final de las vías respiratorias superiores: nariz, garganta, tráquea, laringe, senos nasales y oídos. De ahí, los síntomas más comunes. Mucosidad nasal, dolor de garganta, tos ronca, ruidos respiratorios y, con mucha menor frecuencia, fiebre. La gente lo confunde con gripe, incluso los vacunados, que piensan que tienen síntomas, pero más leves", explica.  

Con todo, no todos los síntomas pueden ser de virus, advierte, "también alguna bacteria puede producir cuadros más graves, incluso de neumonía, como el streptococcus pneumoniae. Y también tenemos que tener en cuenta que el vaivén del otoño, con cambios de temperatura y de humedad, puede conducir a un incremento de los casos de asma alérgica. Lo que pasa es que tras la pandemia todo se exacerba. ¿No nos acordamos de las urgencias con camas en los pasillos cada invierno?".

Detecciones en AP y en hospitales en la UE

La movilidad trae de vuelta los virus de siempre

Finalmente, el catedrático de parasitología de la Universidad de Valencia, Rafael Toledo (@alfwarrior), entiende que se tiene que tener en cuenta también, sumada a la mayor socialización en interiores y al impacto de la distancia social, la eliminación de las restricciones de movilidad internacional para entender por qué están reapareciendo algunos de estos patógenos, que "viajan" de un hemisferio a otro, como la gripe.

"Se están dando incrementos importantes, respecto al año pasado", apunta. “En 2021 se observó un pequeño incremento de esas infecciones, pero fue menor”, sostiene. "Se debe a la recuperación de la movilidad internacional. Los virus ‘migran’ con la gente, de un invierno, a otro –hemisferios de la Tierra–. La limitación de la movilidad ha hecho que estos flujos se hayan reducido”, argumenta. 

En cuanto al mayor número de infecciones y al adelanto de la temporada, afirma, "no es que el sistema inmunitario se haya debilitado, es que no ha tenido ese refuerzo anual y, eso hace que la gente sea más susceptible que antes y que la incidencia esta temporada aumente”. “El alcance es difícil de calcular, pero era algo previsible”, apunta.