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Peligros de usar un medicamento que lleva tiempo abierto
Qué hacer si lo quieres guardar por si acaso, si está caducado, si no lo volverás a tomar...
Es habitual dudar si cuando se abre un medicamento hay que desecharlo cuando aún no está terminado. Rosa Prats, vocal de la junta directiva de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) da algunos consejos sobre este tema.
Algunos pueden conservarse, pero mejor no hacerlo
La experta asegura que no todos los medicamentos abiertos se deben tirar, algunos se pueden guardar para futuras ocasiones. "Antes de tomar cualquier medicación se debe comprobar su fecha de caducidad y leer atentamente el prospecto", recuerda. "En muchas ocasiones viene indicado cuánto tiempo puede estar abierto el envase sin que se alteren las propierdades del medicamento; tiempo que suele variar de unos a otros".
Aconseja conservarlos en el envase original y mantener también su prospecto, además de apuntar en la caja cuándo ha sido abierto: "Así sabrá si puede volver a usarlo o no y, por seguridad, antes de tomar de nuevo un medicamento hay que consultar con el médico o farmacéutico".
Si han sobrado medicamentos, dependiendo de la patología y del tipo, lo ideal sería no guardarlos por no caer en el error del autodiagnóstico o la automedicación sin necesidad, aconseja Prats.
Aun así, es conveniente tener un "pequeño botiquín casero" con "analgésico, antitérmico, antidiarreico, antiácido, suero oral, productos para picaduras de insectos y pomadas para las quemaduras; así como material de cura: antiséptico, gasas, algodón, esparadrapo, tiritas, y por supuesto un termómetro", considera.
Cómo y dónde conservar mejor los medicamentos en casa
De este modo, Prats recuerda que el mejor lugar para guardar medicamentos en casa es un espacio cerrado, seco y fresco, que no supere los 25 grados y donde se puedan almacenar adecuadamente. Pone de ejemplo un cajón de algún armario de una habitación, "y nunca en el baño o en la cocina".
Sin embargo hay algunos que especifican que deben guardarse en el frigorífico, los medicamentos termolábiles (con el signo *); estos deben refrigerarse entre los 2 y los 8 grados, por lo que el lugar más adecuado sería el cajón bajo de la nevera: "Sabemos que la puerta y la parte superior son las que menos enfrían y según se va descendiendo enfría cada vez más. La parte baja, y si está la opción de un cajón, siempre es mejor, pues al abrir y cerrar la nevera, estos compartimentos no se ven afectados por cambios de temperatura".
Además, es importante dejar espacio entre los alimentos para que el aire de refrigeración circule correctamente y la distribución de temperatura no se vea afectada. Subraya que si se tiene termostato de 1 a 5, "enfría más en el 5".
Cuidado con los antibióticos
"Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo", es por ello que la especialista hace hincapié en los antibióticos.
Insiste en que interrumpir el tratamiento con antibióticos produce resistencia, por lo que el medicamento ya no tiene efectos en el paciente: "Es muy importante cumplir con el tratamiento antibiótico prescrito, para ello existen los envases con distinto número de comprimidos en función de la duración del tratamiento".
Además, dice que si al finalizarlo quedan algunas unidades es recomendable que se lleven al punto Sigre, ya que su incorrecta eliminación puede contribuir a la creación de bacterias resistentes.
Reciclar los medicamentos
Rosa Prats sostiene que lo mejor es llevarlos al punto Sigre de la farmacia más cercana, pero nunca tirarlos a la basura, porque son altamente contaminantes para el medio ambiente.
Remarca que "todos los medicamentos se pueden reciclar, independientemente de si son comprimidos, jarabes, pomadas, grageas, etc. En ningún caso se deben mezclar con la basura de casa o tirar por el desagüe, ya que se debe gestionar de una manera específica".