Lidia Lozano
Actualidad
Este robot foca podría ayudar a personas con demencia
El CREA de Salamanca liderará el primer estudio en España sobre el uso del robot japonés
El Centro de Referencia Estatal de Atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias (CREA) liderará el primer estudio en España sobre el uso del robot 'Paro' como terapia no farmacológica para pacientes con este tipo de enfermedades.
Este dispositivo, con inteligencia artificial (IA) y forma de foca, es obra del profesor japonés Takanori Shibata y ya estaba a disposición de los usuarios del CREA desde hace unos años. Ahora la idea es completar la experiencia con un estudio sobre los efectos positivos que tiene ante personas con síntomas de agitación, ansiedad o depresión.
Para ello, el centro con sede en Salamanca realizará este "ensayo clínico aleatorizado multicéntrico", con el apoyo técnico del Servicio de Evaluación y Planificación del Servicio Canario de la Salud como experto en evaluación de tecnologías sanitarias, para valorar su "efectividad".
En la presentación de la nueva investigación han participado el creador del robot, Takanori Shibata; la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez; la directora de CREA, Isabel Campo; y los expertos Enrique Pérez y Teresa Rodríguez.
El objetivo, tal y como han explicado, es demostrar la efectividad y evaluar el "coste-efectividad" de la terapia para "mejorar la calidad de vida y los síntomas neuropsiquiátricos en personas que viven con demencia en centros residenciales".
'Paro' o 'Nuka', la foca
El robot fue creado en 1993, y en España se lanzó al mercado con el nombre de 'Nuka'. Su primer objetivo era realizar terapias con pacientes hospitalizados y estimularlos.
Esta adorable foca abrió el camino para la roboterapia, que se desarrolló gracias a estudios que demostraban las consecuencias positivas de la interacción con animales, y 'Paro' se creó para aquellos espacios en los que no están permitidos los animales.
¿Cómo funciona?
Aunque no sea igual que un animal real, este tipo de robots dispone de sensores de temperatura, tacto, luz y disposición, por lo que puede saber dónde están las personas a su alrededor y obtener información sobre su entorno. Puede saber cuándo hay luz, si está recibiendo una caricia o un golpe y es capaz de reaccionar a algunas palabras.
Detrás del robot hay un equipo de psicólogos, terapeutas y médicos que lo programan siguiendo unos modelos matemáticos que les permiten conseguir beneficios en el paciente y el cuidador como reducir el estrés, mejorar la comunicación del paciente con el cuidador, propiciar la socialización con otros pacientes o aumentar la motivación y relajación.