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Rubiales sostiene ante el juez que también ha besado en la boca a sus hijas en fechas especiales
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Martes 11 de febrero de 2025
ACTUALIZADO : Martes 11 de febrero de 2025 a las 14:06 H
10 minutos
Asegura que le pidió "un besito" a Hermoso y esta le dio "permiso"
En su declaración ante el juez, Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha defendido que el beso que dio a la futbolista Jennifer Hermoso fue consensuado. Rubiales ha afirmado que le pidió "un besito" a Hermoso, quien, según él, le dio "permiso" para hacerlo. "Es como dar un abrazo. Es algo totalmente espontáneo", ha justificado Rubiales durante su interrogatorio en la Audiencia Nacional.
Rubiales se enfrenta una solicitud de dos años y seis meses de prisión por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones. Durante su testimonio, ha detallado el contexto del beso: "Yo le dije, oye, olvida ya el penalti, somos campeonas, esto es también gracias a ti. Sin ti no lo hubiéramos podido conseguir. Ella me apretó muy fuerte debajo de las axilas, me levantó y al caer pues le pregunté 'puedo darte un besito' y me dijo: 'vale'. Eso es lo que ocurrió", relató.
En su defensa, Rubiales ha minimizado la importancia del beso, comparándolo con gestos de afecto que realiza en otras fechas especiales, como en "fin de año", con sus hijas. "Si usted ve algunas celebraciones, desde luego no se puede comparar lo que ha ganado un Mundial con una UEFA National League, pero yo me comía besos a un montón de futbolistas", ha añadido, sugiriendo que el gesto fue parte de una celebración espontánea.
Rubiales ha insistido en que la secuencia del beso fue coordinada: "Fue simultánea la pregunta, la respuesta y posteriormente vino el beso". Sin embargo, la fiscal Marta Durántez ha cuestionado el motivo por el cual Rubiales sujetó la cabeza de Hermoso durante el beso. A esto, Rubiales ha respondido que fue un acto espontáneo, similar a un abrazo, y ha recordado que Hermoso también hizo declaraciones inmediatamente después del partido.
Sobre ese instante en el que el expresidente de la RFEF agarró a la jugadora por la cabeza, la abogada de Rubiales, Olga Tubau, ha querido profundizar y ha preguntado en su turno a su cliente si la agarró de esa forma con el fin de que no se pudiera zafar del beso. Rubiales ha sido taxativo al responder que "para nada", y que sólo fue "una cuestión afectiva y de cariño".
Tubau también ha querido saber si aprovechó el momento de euforia colectiva para "satisfacer su deseo sexual", y Rubiales lo ha negado -"jamás"- y ha añadido, por otro lado, que tras el beso no percibió por parte de Hermoso una actitud de rechazo. "Al contrario, se fue riendo y dándome palmaditas en los costados", ha recordado.
"Me apretó fuerte de las axilas"
Sobre ese momento concreto del beso, y en respuesta a la fiscal, Rubiales ha recordado que fue la jugadora quien le "apretó muy fuerte debajo de las axilas" y le levantó: "Al caer le pregunté si puedo darte un besito y me dijo vale, eso es lo que ocurrió". La fiscal le ha preguntado si no fue más bien él quien se subió sobre ella y Rubiales ha respondido que "para nada" y que las imágenes muestran cómo fue.
"Para que pegue un salto (yo), primero tengo que inclinar las rodillas hacia abajo para de alguna manera rebotar hacia arriba. Mis rodillas, mis pies se levantan y únicamente las encojo para no caerme y balancearme, por lo tanto (...) es una ley física saber que para impulsarse primero hay que hacer un pequeño gesto hacia abajo en cualquier salto", ha incidido.
Y ha matizado que tal y como describen las imágenes visionadas en el juicio, "se ve que es justo lo contrario". Ante la insistencia de la fiscal de que él fue quien saltó sobre la jugadora, Rubiales ha apuntado que esa era "su opinión", pero que "lo que pasó" es lo que ha contado.
"Piquito" o "besito"
Tras esto, Durántez ha preguntado si le pidió un besito o un piquito, y Rubiales ha resaltado que si bien en un primer momento no lo recordaba, ahora ve que "es evidente" que lo que dijo es "un besito". Tras exponerle la fiscal que esto contradecía lo que declaró en instrucción, Rubiales ha quitado peso a ese matiz señalando que ambas palabras son "sinónimas".
Tras esto, Durántez ha insistido en si realmente obtuvo el consentimiento de Hermoso para el beso en la boca: "Totalmente seguro". "Y además, aquí me gustaría añadir algo, cuando tiene lugar una ceremonia de imposición de medallas y de trofeos, no hay música. Aquí se ha dicho que había mucho estruendo porque había música. La música llega cuando se entrega la copa, con el 'We Are The Champions'", ha reseñado insinuando que Hermoso pudo escuchar su propuesta.
Y sobre si era habitual que diera besos en la boca a otras personas, ha resaltado que "no se ha ganado un mundial todos los días" y que era "evidente que la normalidad no puede aplicarse a un hecho totalmente extraordinario".
"Me equivoqué"
Después de recordarle que existía un protocolo del Consejo Superior de Deportes (CSD) contra el acoso, Rubiales ha indicado que la RFEF lo implantó con premura antes del Mundial, y ha aceptado que se equivocó al propinarle el beso. "Yo me equivoqué, porque yo estoy en una posición como presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y metí la pata".
"A estas alturas, es una obviedad que desde el primer momento reconocí, me he equivocado, yo me comporté como un deportista que consigue un éxito como uno más del grupo, y en ese momento tenía que haber tenido la sangre más fría y haber estado en un papel más institucional, pero de ahí a que haya un delito, como usted dice, eso para nada", ha añadido.
Con todo, a preguntas de las acusaciones ha negado que siendo presidente fuera superior jerárquico de las jugadoras dado que ellas eran convocadas por el seleccionador y en sus decisiones él no podía entrar.
"Las jugadoras no son trabajadoras –de la RFEF–. Vienen convocadas y en ese periodo ejerzo una función institucional, su jefe deportivo es el seleccionador", ha explicado a la letrada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
Niega presiones a Hermoso
Por otra parte, Rubiales ha negado que enviara "ni directa ni indirectamente" a los otros tres acusados en el juicio a presionar a la jugadora para que quitase importancia al beso. "Ni yo mandé a (el exseleccionador femenino) Jorge Vilda, ni yo hablé en ningún momento, ni directa ni indirectamente, con el señor (exdirector de Marketing de la RFEF) Rubén Rivera, ni yo le dije a (el exdirector de la Selección masculina) Albert Luque en ningún momento que hiciera tal o cual cosa", ha aclarado a preguntas de la Fiscalía en la vista oral por la que se enfrenta a dos años y seis meses de cárcel.
El acusado, sin embargo, ha modificado posteriormente su versión, reconociendo que "es probable" que sí que hablase con Vilda después de que este le comentara que había tratado de verse con el hermano de Hermoso. "Yo le digo oye, mira, a ver si hablas con él, pero no la primera vez. La segunda o la tercera vez, (le dije) oye, si te enteras de algo dime", ha matizado.
"¿Usted le dio instrucciones sobre lo que tenía que decir? ¿Le transmitió que presionara a la jugadora?", se le ha preguntado. "No, por supuesto que no", ha afirmado Rubiales.
En relación al comunicado emitido tras el beso, Rubiales ha descartado que él fuese el encargado de redactarlo. En sus palabras, fue el entonces director de Comunicación de la RFEF, Pablo García Cuervo, el que se le acercó a enseñárselo y él dio su visto bueno. Ese documento estaba escrito en primera persona desde la perspectiva de Hermoso, utilizando unas palabras que ella misma había pronunciado en la Cadena COPE horas antes.
"Yo digo, bueno, ha hecho unas declaraciones que la verdad han sido fantásticas porque es lo mismo que pienso yo y me parece una buena idea que sobre esas declaraciones se saque un comunicado o si quiere volver a hablar o lo que sea", ha explicado Rubiales.
El acercamiento en el avión
Rubiales ha reconocido que se acercó a Hermoso en el avión, unas horas antes de hacer escala en Doha, para comentarle que "sería buena idea para atajar" lo que consideraba "una crisis mediática de unas dimensiones muy grandes" que salieran juntos en un vídeo quitándole importancia al momento del beso.
"Me dijo que no, me dijo que no quería, que quería celebrar el Mundial, que ya lo había dicho, que las declaraciones habían sido muy claras. Yo se lo agradecí, yo se lo agradecí, y viendo que no quería, pues no se hizo y lo hice yo solo", ha señalado, queriendo desmentir que se acercase a la jugadora implorando que lo hiciera por sus dos hijas, que estaban llorando en el avión. "Yo no tengo dos, tengo tres hijas", ha apuntado.
Según Rubiales, en el avión viajaban tres políticos –no ha concretado cuáles– y los tres "pensaban exactamente igual" que él con relación a ese vídeo. "Hubiera sido una irresponsabilidad por nuestra parte con una crisis que afecta a la institución de esa manera tan grande no tratar de reaccionar, de responder y bueno, pues la gente que sabe de eso, yo en ese momento obviamente tengo que hacerles caso, ¿no?", se ha justificado.
En el contexto del vuelo, Rubiales ha negado que enviase al entonces seleccionador Jorge Vilda a hablar con la familia de Hermoso, como así lo han sostenido tanto las compañeras de la jugadora como su entorno cercano, incluido su hermano. Con todo, ha señalado que Vilda sí se acercó a hablar con éste último, aunque no le comentó para qué lo hizo.
La reunión de integridad
"Yo creo que quería hablar con ella para ver si de alguna manera, tanto ella como yo mismo, no estábamos pasando de la institución por un mal momento. Yo creo que iba a ayudarla, sinceramente", ha aseverado Rubiales, que ha apuntado que, en el avión, vio a Hermoso "bien en todo momento". "Estábamos todos en un espacio de 30 o 40 metros cuadrados, entonces nos veíamos. Estaba bien", ha insistido.
La Fiscalía también ha preguntado al expresidente de la RFEF por la reunión que se celebró el 23 de agosto de 2023 en la sede de la Federación. Allí, según su versión, se reunieron desde por la mañana "hasta bien entrada la tarde" el mismo, García Cuervo y su 'número dos', Enrique Yunta, para tratar de abordar las consecuencias tras el beso.
Rubiales ha asegurado que ese día estaba "a varias cosas", entre ellas el informe de Integridad que se elaboró tras el beso. El expresidente ha descartado que diese directrices a los que participaban en el mismo, tampoco a la jefa de prensa de la Selección femenina, Patricia Pérez. Ésta, sin embargo, aseguró en la vista oral que sufrió "una encerrona" y que el propio Rubiales trató de que mintiese dando su versión.
"Cuando llegó Patricia tenía que irse de vacaciones, le estaba esperando el marido justo abajo. El marido además mandó un mensaje en esos momentos y yo tuve que dejar el ordenador, porque yo no lo estaba haciendo en mi ordenador, tuve que dejar el ordenador, se quedó a un lado mi declaración y empezó ella a hacer su declaración", ha explicado.
De la Fuente no estuvo en la reunión
Rubiales también ha descartado que el seleccionador masculino, Luis de la Fuente, acudiese a esa reunión de Integridad. Ambos se reunieron ese mismo día pero únicamente porque el entrenador "quería que fuera gente a ver el césped a Granada", donde la Selección tenía previsto jugar un partido, y también para comunicarle algunas novedades en la convocatoria.
Preguntado por la fiscal, Rubiales también ha negado que diera directrices a la seleccionadora femenina, Montse Tomé, para que ésta no convocase a Hermoso tras la polémica del beso. "En el mundo del fútbol es totalmente inviable, eso es una ley del mundo del fútbol, jamás se puede hacer eso con un entrenador, jamás", ha argumentado.
Rubiales también se ha referido al viaje de las jugadoras a Ibiza, en el que no estuvo presente porque "no estaba programado". La única persona que acudió fue Rubén Rivera porque fue quien habló "con el Consejo Insular" acerca de los detalles. También estuvo presente en la isla Albert Luque, aunque ha descartado que el enviase a ninguno de los dos a presionar a Hermoso.
"El señor Luque veranea la mitad del año en el sur de España y su mujer, que es balear, la otra mitad del verano veranean entre Mallorca e Ibiza, era bastante habitual. Estaba allí de vacaciones", ha sostenido Rubiales.