Cuando uno contrata un seguro de salud privado, se presupone que lo hace para cubrir ciertos tratamientos o intervenciones, acortar las listas de espera o acceder a determinado cuadro de profesionales especialistas. Sin embargo, incluso para los que se puedan permitir el pago de una póliza de salud de compañías como Sanitas (@sanitas), Axa (@AXASegurosEs), Caser (@caser) o AEGON (@aegonseguros) deben estar atentos a la letra pequeña de los contratos, ya que como alertan las asociaciones de consumidores, éstos esconden detalles de los que no se publicitan en los anuncios, y que pueden generar muchos inconvenientes, especialmente a los mayores de 60 años.
Entre las principales limitaciones de los seguros de salud, destacan los copagos, las exclusiones de patologías cubiertas o las restricciones a la hospitalización. Es más, un tercio de los asegurados denuncian haber tenido algún problema con su seguro de salud, según una reciente encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidores). En ella se refleja que un 17%, es decir, uno de cada diez usuarios descubrieron que un tratamiento determinado no estaba cubierto por su póliza y un 6% sufrieron un aumento de la prima de renovación debido a su estado de salud o su edad. Analizamos los principales problemas que puede ponerte una aseguradora a la hora de "cubrirte" si eres sénior.
Fuente: OCU
Limitaciones de edad o subidas de prima
Uno de los colectivos que lo tienen más difícil para acceder a la sanidad privada a través de un seguro convencional, ya sea en su modalidad de baremado, reembolso o con copago, son los mayores de 60 años, debido a que la edad es uno de los factores que más sube la prima por su nivel de riesgo, explican desde el portal especializado en seguros Rastreator. Esto se refiere a las nuevas contrataciones, ya que muchas aseguradoras tienen una edad máxima de admisión, que suele ir desde los 59 a los 69 años; pero también para los que tienen ya una póliza contratada.
Aunque en teoría no existe una edad máxima de permanencia, es posible que la aseguradora ponga problemas a la hora de renovar el seguro cuando llegue a determinado límite. Lo que también ocurrirá, casi con toda certeza, es que "las primas a pagar irán en aumento en función de los tramos de edad establecidos", tal como adviertes desde compañías como AEGON o Asisa (en la foto) – llegando incluso a multiplicarse respecto a los asegurados jóvenes. "Hay que analizar caso por caso, pero en muchos contratos existen exclusiones por edad, sobre las que el asegurado debería informarse. En otros, la subida de prima es tan alta que casi invitan al asegurado a irse", afirma Adrián Ríos, abogado del bufete Toro, especializado en seguros.
Fuente: Asisa
Enrique Porres, CEO de Asisa
Las enfermedades prexistentes o crónicas no están cubiertas
El estado de salud es otro de los factores principales a la hora de establecer el precio del seguro. Es lo que se denominapreexistencia de condiciones médicas, que se evalúan a través de un test previo en el que se analizan determinadas enfermedades crónicas, patologías o lesiones previas a la contratación del seguro, que puede que no se incluyan en la póliza o que hacerlo suponga asumir un coste adicional por su cobertura.
"Es uno de los grandes problemas que tienen las personas con enfermedades crónicas, que tienen muy limitado el acceso a los seguros de salud", asegura Mónica del Río, directora del Foro Español de Pacientes (@fep_pacientes). Entre las enfermedades no asegurables están algunas que afectan a los mayores como enfermedades cardiovasculares, eventos vasculares cerebrales, cáncer ya diagnosticado con o sin tratamiento iniciado, la diabetesmellitus tipo I o tipo II, o enfermedades autoinmunes como el VIH o los síndromes congénitos. Aún así algunas compañías han visto un nicho de mercado en ello y tienen pólizas especializadas para algunas enfermedades graves, con primas mucho más elevadas.
Aclaración sobre coberturas excluidas de la asistencia sanitaria de Caser
Ignacio Eyries, Director General de Caser
Atención a otras exclusiones: pandemias, material ortopédico o test genéticos...
"Generalmente pensamos que los seguros de salud lo cubren todo, pero de nuevo, hay que estar muy a atento a lo que se firma ya que determinadas enfermedades o tratamientos, incluso sucesos derivados de catástrofes, no suelen estar cubiertos", recuerda el letrado Adrián Ríos. De hecho, entre las exclusiones más habituales de los seguros de salud, la OCU destaca la asistencia sanitaria como consecuencia de epidemias, pandemias, guerras, motines, revoluciones, terrorismo, radiación nuclear y otros cataclismos.
Tampoco suelen estar cubiertas las prótesis externas, material ortopédico, las operaciones de cirugía estética voluntarias o los procedimientos médicos, quirúrgicos, y medios de diagnóstico que sean considerados técnicas novedosas de reciente implantación. Ni los chequeos, estudios genéticos para predecir futuras patologías y otros estudios con carácter preventivo, ni los tratamientos crónicos de diálisis. Y como no, la exclusión más conocida, no se cubren los fármacos fuera del régimen de hospitalización, las vacunas y autovacunas, o si lo hacen será con un coste adicional.
Fuente: Condiciones Seguro de Salud Óptima Plus de Axa
Olga Sánchez, CEO de AXA
Periodo de carencia, la eterna espera
Pero tal como recuerdan desde el comparador de seguros, Acierto, que una cobertura no esté incluida en esa lista de exclusiones generales no significa que no esté sometida también a una serie de condiciones. Porque incluso ante situaciones en las que sí tienes derecho a la asistencia sanitaria por parte de tu compañía, las prestaciones que te ofrezcan pueden contemplar una serie de límites, requisitos y pagos extra. El más relevante es el período de carencia, que es el tiempo de espera que afecta a la prestación de algunas garantías.
Entre ellas destaca la hospitalización, el acceso a medios de diagnóstico de alta tecnología, a tratamientos especiales y a sesiones de Psicoterapia, entre otras. El periodo de carentecia suele estar entre los 3 y los 8 meses, tiempo durante el cual el asegurado tendrá que posponer cualquier tipo de intervención. Ahora bien, pese a existir ese periodo, la ley garantiza que cualquier consumidor siempre debe estar cubierto por asistencias de carácter urgente o de emergencias.
Fuente: Sanitas
Iñaki Peralta, CEO Sanitas
Copago a partir de un número de consultas o uso de servicios
Los límites en las coberturas de un seguro de salud también pueden tener naturaleza económica. De esta manera, se establece un límite económico en la cobertura de los gastos cubiertos en ciertas prestaciones, como los gastos médicos, hospitalarios, quirúrgicos y farmacéuticos en el extranjero contemplados por la asistencia en viaje del seguro. Generalmente las aseguradoras se comprometen al reembolso de dichos gastos, hasta una cantidad que suele rondar los 12.000 euros, según los expertos. Pero también se puede imponer una cuantía económica por el uso de un servicio: es lo que denominamos copago.
El copago es una pequeña cantidad de dinero que se debe pagar en algunas pólizas cada vez que se utiliza un servicio médico privado y que se suma a la prima del seguro de salud. El coste de los copagos puede ir desde 1 euro hasta 100, dependiendo del servicio sanitario que se requiera y de la aseguradora y es uno de los detalles que hay que leer bien en las condiciones de la póliza ya que éstas suelen cubrir por ejemplo, una serie de visitas médicas, pero a partir de ls 4ª o 10ª suele haber copago.
Condiciones de copago. Fuente: AEGON
Tomás Alfaro, CEO de AEGON España
Condiciones de hospitalización
La hospitalización y en qué condiciones es otro de los aspectos que hay que revisar también en los seguros de personas mayores de 60 años, ya que muchas compañías como Sanitas, excluyen este servicio en sus seguros para sénior –como el que ofrece con BBVA–, dejando solo la cobertura extrahospitalaria: asistencia primaria, de especialidades, segunda opinión médica, etc.
Otra de las exclusiones que más puede afectar al colectivo es la hospitalización por motivo social. Según explican desde el portal Acierto, se refiere a la no cobertura de la estancia en el hospital de pacientes con deterioro funcional, que padecen una enfermedad crónica o bien patologías asociadas al envejecimiento y, una vez superada la fase aguda de la enfermedad, ya no precisan cuidados sanitarios en régimen de ingreso.
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.