María Martínez Denia
Actualidad
¿Un elixir antienvejecimiento? Descubren que una mala hierba ayuda a frenar el deterioro
Su fruto tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias
Descubren que el fruto de una planta muy común tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorios, perfectos como protectores de la piel. La planta que normalmente se considera una mala hierba nociva es la bardana común ('Xanthium strumarium').
Los investigadores, Eunsu Song y Jinah Hwang, ambos doctorandos de la Universidad Myongji de Corea del Sur, hallaron a través de diversas pruebas de laboratorio con células y tejidos que los compuestos de los frutos puntiagudos disminuían los daños provocados por la exposición a los rayos UVB y aceleraban la cicatrización de heridas.
Además, ayudaba en la producción de colágeno, una proteína que da elasticidad a la piel y previene las arrugas.
Sobre esta última función, comentó Song, "podría ser un ingrediente atractivo para cremas u otras formas cosméticas. Probablemente, mostrará un efecto sinérgico si se mezcla con otros compuestos eficaces contra el envejecimiento, como el ácido hialurónico o el retinoico".
Un mala hierba bastante común
La bardana, procedente originalmente del sur de Europa, Asia Central y China, se ha extendido por todo el mundo en las zonas húmedas o arenosas tales como cunetas y riberas.
Sus característicos frutos cubiertos de cáscaras rígidas y rebabas, han sido utilizadas durante siglos en la medicina tradicional de numerosas culturas, para paliar el dolor de cabeza, la congestión nasal, la pigmentación de la piel, las enfermedades relacionadas con la tuberculosis y la artritis reumatoide.
Desde hace unos años, los especialistas han analizado su posible uso en tratamientos contra la artritis reumatoide y el cáncer.
Este informe es el único que ha estudiado las propiedades de la fruta como cicatrizante y protector de la piel. Para llevar a cabo la investigación, lo primero que analizaron fueron las propiedades moleculares de los extractos del fruto de la cucurbitácea, para aislar los compuestos con efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Tras esto, utilizaron cultivos celulares y un modelo de tejido en 3D similar a las de piel humana para examinar la respuesta en la producción de colágeno, la cicatrización de heridas y los daños causados por la radiación UVB.
Sin embargo, una alta dosis del extracto de este fruto puede ser perjudicial para la salud, por lo que hay que tener cuidado en las aplicaciones cosméticas o farmacéuticas. "En sus abrojos, el fruto de la cucurbitácea también contiene un componente tóxico, el carboxiatraquilósido, que puede dañar el hígado. La caducifolia mostró un potencial como agente cosmético al aumentar la síntesis de colágeno; sin embargo, mostró resultados negativos con concentraciones más altas.
Por tanto, encontrar la concentración adecuada parece muy importante y sería clave para comercializar extractos de frutos de cadillo en cosmética", explicó Song. Ante esto, los investigadores planean avanzar en este estudio para adaptar los extractos en los cosméticos.