Lidia Lozano
Actualidad
Una unidad pionera contra el maltrato de mayores de Barcelona cuadruplica la detección de casos
El 81% de los casos son mujeres y la mitad de los agresores son hijos
Un servicio público pionero en Europa que funciona desde 2015 se encarga de atender y acompañar a las personas mayores que sufren maltrato en la comarca de Anoia. Este servicio que ofrecen es único en España. En Reino Unido hay uno similar pero dependiente de una ONG. La única institución pública que ofrece un servicio de estas características en el Consell Comarcal de l'Anoia.
"¿Cómo puede ser que tengamos un servicio especializado para la violencia a los niños pero no para los ancianos, que también son vulnerables?" Con esta pregunta de Carla Casas se gestó el proyecto Equip d'Atenció a la Vellesa de l'Anoia (EAVA) -o Equipo de Atención a la Vejez de Anoia-. Los primeros cinco años se financió desde la Diputación de Barcelona. Aunque perdieron esa financiación, siguieron creyendo en él. Ahora pueden asegurar que es "necesario" y piden a la Generalitat que se extienda por toda Cataluña.
La culpabilidad de ser maltratado por tu propio hijo
Gloria Fité, psicóloga geriatra que trabaja en el EAVA, describe lo que se encontraron cuando acudieron a la casa de una mujer de 77 años, víctima de maltrato psicológico, negligencia y expolio económico por parte de sus hijos:
"Las puertas y paredes estaban destrozadas por golpes y porrazos. La nevera estaba vacía, solo había una patata arrugada. Había un señor mayor sentado en una silla de ruedas destrozada, mientras un perro de raza peligrosa iba ladrando por la casa. La madre mendigaba para comer y los hijos tenían muy poco interés en colaborar y recibirnos. Si no hubiéramos entrado allí, nadie sabría las penurias que pasaba Genoveva".
El 81% de los casos son mujeres y la mitad de los agresores son los hijos, muchos con patologías de salud mental y adicciones. La EAVA ha atendido ya a 236 personas. Dice Carla Casas, coordinadora del EAVA, que las víctimas no denuncian, que "a los mayores les cuesta mucho explicar estos abusos porque se sienten culpables".
El hilo que les conecte a todos
Según la OMS, el 15% de los mayores de 65 años sufre maltrato, pero las cifras oficiales no lo reflejan. Los Mossos recibieron tan solo 1.186 denuncias, pero, en teoría, habría 224.153 casos en Cataluña. Y continuará aumentando la cifra debido al envejecimiento de la población. Según los Mossos, el 90% de los casos no se denuncian.
Los maltratos pueden ser de varios tipos, pero el más común es el psicológico, con un 34,38%, seguido muy de cerca por el económico, con un 31,25%. Por debajo están el maltrato físico, la negligencia, la auto negligencia, el maltrato sexual y el abandono. El perfil medio del maltratador es el de un hombre de entre 35 y 60 años, mientras que las víctimas suelen ser mujeres.
El EAVA se ha encargado también de formar a personal sanitario de centros de atención primaria y del hospital comarcal, a trabajadores de servicios sociales, a profesionales de los centros de día y residencias, a jueces y a los Mossos d'Esquadra. Casas asegura que en cuanto tienen algún indicio de que existe maltrato les pasan la información para que "lo atendamos y exploremos qué hay detrás".
Además, también colaboran con notarios y oficinas bancarias para detectar el abuso económico. Un abogado de la unidad y director de la entidad EIMA contra el maltrato a los mayores, Jordi Muñoz, afirma que "hay mayores que van a tramitar cambios en el testamento bajo coacción y manipulación". Dice Casas que en el resto de Cataluña existen servicios similares, pero que les "falta un hilo que les conecte a todos", como hace EAVA.
El silencio
Dicen que "les cuesta ser conscientes de que están siendo maltratadas". El perfil del hijo maltratador con patologías de salud mental y adicciones ha crecido debido a la pandemia por la saturación del sistema sanitario. No solo son los hijos, sino también las parejas o los cuidadores profesionales. En general, personas que conviven con ellos.
"Es gente que está con ellos las 24 horas, que les desnuda, les baña... ¿cómo puede ser que no se les exija un certificado de antecedentes penales como pasa con los niños?", se preocupa Casas. Los datos revelan que las personas que más sufren maltrato son autosuficientes y viven en casa con sus familiares. Quieren "desenterrar el mito de que pasa en las residencias o con gente con mucha dependencia".
El contexto en el que las víctimas se han desarrollado es uno de los problemas: "una generación que ha vivido una posguerra, muy cristiana, y que entiende que todo lo que le pasa es por su culpa [...], especialmente las mujeres, criadas en un entorno patriarcal". El silencio es el mayor problema.
Acompañándoles en todo momento
Uno de los propósitos de este servicio es mostrarles que no están solos, que pueden denunciar a aquellos que supuestamente les deberían cuidar pero que no lo hacen. De hecho, proponen actividades en grupo conducidas por una integradora social.
En la mayoría de casos no se tramitan denuncias judiciales, sino que se intenta mediar utilizando la comunicación. Los que llegan a la justicia les son favorables siempre. Los profesionales de EAVA acompañan a estas personas a declarar, ya que puede ocurrir que el maltratador les convenza de que retiren la denuncia al ser personas cercanas a ellos.
Después del juicio su trabajo no termina. Acompañan a las víctimas en caso de que se haya impuesto una orden de alejamiento. Fité asegura que los agresores volverán algún día, y ellos están "meses preparándolas para que no caigan".