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Refugiados ucranianos: Valentina tiene 90 años, es sordomuda y ha huido con su nieta y sus dos gatos
Natalia, otra refugiada: "Las personas mayores no queríamos salir del país, teníamos nuestras casas"
Valentina tiene 90 años, es ucraniana, sordomuda y ha huido de su país junto con su nieta y sus dos gatos. Su historia la ha desvelado Ebbaba Hameida, la enviada especial de RTVE a Budapest. Hasta la capital húngara llegó esta nonagenaria como primer paso intermedio -el siguiente será Rumanía- hasta alcanzar su destino final, Grecia, país en el que la ucraniana tiene familiares
En la atestada estación de trenes de Budapest, la nieta de la refugiada, Karina, le explica a Ebbaba que su abuela es sordomuda y que con ellas también viajan sus dos gatos. Karina tiene 29 años y explica a enviada especial que partieron de Odessa y le asegura: "Estamos cansadas, llevamos muchos días de viaje".
La travesía de Valentina y las abuelas de Ucrania https://t.co/WxgueCTgYx
— RTVE (@rtve) March 7, 2022
Odessa es una ciudad estratégica y el principal puerto de Ucabnia en el mar Negro además de una de las ciudades que més está sufriendo la invasión rusa. El presidente Volodimir Zelensky ha ha advertido que las tropas rusas se preparan para bombardear la ciudad y ha declarado que .
El equipaje de Valentina y Karina es muy exiguo, tan solo una pequeña maleta amarilla y algunas fotos entre las que no faltarán las de el hermano, el padre y el marido de la joven que permanecen en Ucrania para "luchar contra la invasión".
"La verdad es que todo el mundo nos ha tratado bien porque ella es muy mayor", declara Karina que hubiese preferido viajar tan solo con una mochila pero tuvo que optar por la pequeña maleta porque su abuela quería llevarse los recuerdos que tenía en su casa.
Al contemplar la escena de la conversación entre la refugiada y la periodista se acercó a ellas Natalia, una mujer de 69 años que entre lágrimas quiso explicar ante el micrófono de RTVE.es como "las personas mayores no queríamos salir del país, teníamos nuestras casas. Además, no tenemos nada que perder, no somos como los jóvenes que tienen toda una vida por delante. Estamos agradecidos por toda la ayuda, pero nos lo van a arrebatar todo".
Natalia ha tomado un camino distinto al de Valentina, tomará el siguiente tren con destino a Berlín. Viaja con su hija y una vecina, juntas juntas cruzaron la frontera de Ucrania con Hungría. "Nos iremos a Alemania, a casa de una amiga", explicó.