Este verano podría estar de nuevo marcado por el Covid y por una nueva oleada masiva de infecciones –que ya habría comenzado–, la octava, enla mayoría de comunidades, según los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad.
La razón: el número de susceptibles de infectarse ha aumentado drásticamente respecto a hace unos meses, principalmente, porque ya no se inyectan refuerzos de la vacuna de forma generalizada y porque las nuevas variantes BA.4 y BA.5 eluden más fácilmente, pasado un tiempo, la protección generada por otros linajes de ómicron, según aseguran expertos consultados por 65YMÁS.
Además, algunos científicos apuntan que también podría estar influyendo –sobre todo en el impacto clínico de esta ola– el que ciertos colectivos potencialmente vulnerables ya no estén adoptando tantas medidas de protección desde hace meses –aislamiento social, grupos burbuja, mascarilla, distancia, test, etc.–. Esta pudo ser ya una de las causas de la séptima ola de primavera, que se dio sobre todo en mayores de 60 años y en la que se contagiaron muchos de los que no habían pasado todavía ómicron –una oleada que pasó relativamente desapercibida, salvo en algunas comunidades como Asturias–.
Ahora bien, según puntualizan, no parece que estas tasas de transmisión vayan a suponer un gran problema de Salud Pública gracias a las vacunas, a las mutaciones del propio virus y a los contagios previos. En las últimas semanas, han crecido las hospitalizaciones –7,79% de ocupación y las UCI, al 4,93%–, pero no es previsible que se llegue, de forma generalizada, a niveles alcanzados en invierno –se superó el 20% en UCI–, al menos, en base al impacto que han tenido estas variantes en otros países como Portugal, comentan. Con todo, cada país es un mundo, y los datos probablemente sean diferentes dependiendo de cada comunidad y del estado inmunológico de la población de cada zona.
Eso sí, lo que la mayoría de epidemiólogos prevén es que estos contagios quizá tengan un cierto impacto en el sistema de salud a nivel de la Atención Primaria y de las Urgencias: algunos casos clínicos están empezando a acudir al sistema de salud –tal y como advierten desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias– y están saturando parcialmente los servicios sanitarios. Cabe recordar que, por los periodos vacacionales, las bajas, los recortes anteriores y el fin de muchos contratos Covid, las plantillas son menores –esta situación es más o menos grave dependiendo de la comunidad y también se da cuando hay picos de otros virus estacionales, según afirman expertos–.
Estamos en un momento de alta transmisión por BA 4 y BA 5, con nivel alto en #VIGIA, pero es el momento con menor número de pacientes en UCI ,y muy pocos con ventilación mecánica. Es una enfermedad distinta,debido al estado inmunitario de la población.COVID22?? pic.twitter.com/qrbsaKXPqu
“Los nuevos linajes –BA.4 y BA.5– suponen alguna pequeña diferencia en cuanto que se saltan la inmunidad a corto plazo de la vacuna y que pueden afectar con más facilidad a las vías respiratorias bajas –según estudios en laboratorio–. Sin embargo, realmente, no cambia mucho la situación”, opina el catedrático de la Universidad de Oviedo y epidemiólogo, Pedro Arcos.
En concreto, recuerda, esta variante sigue siendo peligrosa para "quienes tienen riesgo de enfermar gravemente por otros virus", pero, para el resto de la población, no debería suponer un problema, salvo por ciertos casos raros de covid persistente –estas reacciones anómalas del sistema inmune se deberían dar cada vez con menor frecuencia, a medida que las personas se inyectan dosis de la vacuna y van entrando una y otra vez en contacto con el virus, según el experto–.
A pesar de ello, avanza, "van a aumentar las consultas porque las personas irán también con cuadros leves”. “Pero esto no es realmente un problema de salud pública, porque la gente se va a infectar dos o tres veces al año, como ocurre con otros virus del resfriado”, señala. Incluso, señala, muchos "ni siquiera se están contagiando realmente, sino que están 'contactando' con el virus".
“Otra cosa, es que en verano los centros de salud cierren. No obstante, eso es un problema de gestión. Entiendo que los consejeros estén asustados: donde antes había 10 médicos ahora hay 4. Ahora bien, no podemos echarle la culpa al Covid de eso", critica.
"Hay que mantener la alerta, pero sin alarmismos"
"En principio, hay que mantener la alerta, pero sin alarmismos, porque no se está traduciendo en casos severos ni en una mayor letalidad. No hay que olvidar que los mayores son personas vulnerables, por lo que hay que seguir con una serie de precauciones que todos conocemos", opina por su parte el catedrático de parasitología de la Universidad de Valencia, Rafael Toledo (@alfwarrior).
A pesar de todo, el experto no cree que haga falta revacunar a los mayores. "No creo que, de acuerdo con los datos, sea necesaria una nueva dosis de vacuna en estos momentos. Es más conveniente esperar a otoño y ver si está disponible una más específica frente a ómicron", pide.
Por otra parte, Toledo entiende también que "el colapso sanitario es un problema multifactorial y no debido a la situación del Covid. En estas fechas se suele dar debido a problemas estructurales de la atención primaria, periodo prevacacional, etc". "También se están dando situaciones coyunturales como el incremento de infecciones respiratorias agudas no covid fuera de temporada", afirma.
"No hay sentido para alarmarse. Se esperaba que tras el verano pudieran subir contagios e ingresos, pero se ha adelantado. En unos dos o tres meses, volverá a bajar. A pesar de todo, no hay patología grave", comenta el Jefe del Servicio de Inmunología del Hospital CU Virgen de Arrixaca, Manuel Muro (@manuelmuro5), quien cree que no hay razón para adelantar la cuarta dosis a los mayores hasta el otoño –aunque recomienda a quienes tienes comorbilidades que se cuiden algo más–.
"No hay ningún riesgo de colapso hospitalario. La población está vacunada con tres dosis y sus respuestas de memoria y celulares son idóneas. No se puede evitar el contagio pero sí el agravamiento. Actualmente, las personas se infectan y durante uno o dos días suelen tener jaqueca, debilidad, fatiga y un poco de fiebre, después, se recuperan. Además, muchas personas también son diagnosticadas al venir al hospital con alguna otra causa, al hacérles el test, es lo que se conoce como ingreso 'con' Covid", explica.
Evolución de la presencia de Covid en las aguas residuales en la Comunidad de Madrid, región en la que se han expandido antes que en el resto de España estas nuevas subvariantes, lo que ha provocado que se acelere la transmisión de la séptima ola –que comenzó por infecciones de BA.2 en abril–.
"Vamos tarde"
Eso sí, para la inmunóloga del CSIC, Matilde Cañelles (@CanellesMatilde), se podría haber hecho más para paliar el impacto de esta octava ola causada por BA.4 y BA.5, sobre todo, en personas mayores y vulnerables que nunca han tenido contacto con el virus y que ahora se están infectando.
“Vamos tarde. Me preocupan BA.4 y BA.5. No son tanto sublinajes sino variantes porque tienen un montón de mutaciones alejadas del primer ómicron. Sólo mirando alrededor podemos ver que se está contagiando mucha gente. Y algunas personas de más de 60 años que no habían pasado el virus y que tienen tres dosis desde hace tiempo están teniendo síntomas fuertes, como fiebre de 38 grados", comenta.
Estos cuadros moderados –y algunos graves–, prosigue Cañelles, se podrían haber evitado inyectando una cuarta dosis de la vacuna original, en vez de esperar a la llegada del nuevo refuerzo contra ómicron en otoño que, matiza, no se sabe si protegerá eficazmente en el tiempo contra infecciones de BA.4 o 5, puesto que está diseñado frente al primer ómicron –BA.1– y variantes anteriores.
Coincide con Cañelles el exdirectivo de la OMS, Daniel López Acuña (@lopezacunad). "El advenimiento de estos sublinajes no son motivo de alarma pero sí de preocupacion y alerta sanitaria. Penetran a gran velocidad, se están volviendo dominantes y prevalentes, son más contagiosos, escapan en mayor grado a la eficacia de las vacunas, tienden a producir reinfecciones y se parecen, en su patogenicidad, a variantes iniciales, con más tendencia a la afectación pulmonar", avisa.
"Se suman dos factores que agravan la situación: el decaimiento de la protección inmunitaria en mayores de 80 años y residentes en centros geriátricos que fueron vacunados hace más de seis meses y que aún no han recibido la cuarta dosis y el hecho de que hay todavía más de 15 millones de personas que no se han inoculado el primer refuerzo y, consecuentemente, son más vulnerables", enumera.
"Es difícil predecir escenarios para el verano y, sobre todo, para el otoño/invierno. Todo dependerá de la severidad de las nuevas mutaciones y de la desprotección inmunológica que se produzca tras el decaimiento de la eficacia vacunal y por la inadecuada cobertura con terceras dosis y con nuevas formulaciones de vacunas. Podemos tener un escenario que sobrepase el 20% de ocupación en hospitales. Por todo ello, debemos replantearnos muy seriamente volver a algunas medidas de protección como el uso de la mascarilla en interiores cerrados y mal ventilados o en situaciones de hacinamiento y aglomeración en exteriores", propone.
"Con la escasa información de que disponemos todavía, parece que estos linajes no se asocian a un aumento en la gravedad, pues el porcentaje de pacientes que ingresan en el hospital y que ingresan en las ucis sigue siendo el mismo que con los previos de la variante ómicron. Sin embargo, como aumentan los casos, también lo hacen los que necesitan hospitalización, los que necesitan ingresos en las ucis y, por último, los que fallecen. Por tanto, hay motivo de alarma. Al ser más contagiosa, afecta a más personas y a igualdad de gravedad aumentarán los ingresos hospitalarios y los fallecimientos", pronostica el epidemiólogo y portavoz de la Asociación Madrileña de Salud Pública (@amasap), Fernando García.
"Los sistemas sanitarios, sobre todo en la atención primaria pero también en la atención hospitalaria –máxime con la aplicación de las medidas de cierres de plantas tan habituales en los periodos estivales–, no están suficientemente preparados para afrontar un repunte de casos", alerta.
Finalmente, el investigador de la Universidad de Leicester (Reino Unido), Salvador Macip (@DrMacip), piensa que esta mutación y la nueva ola son preocupantes, pero no deben generar alarma. "Cuantos más contagios haya, más mortalidad se verá, aunque los porcentajes de casos graves sigan siendo proporcionalmente pocos. Los hospitales se están acercando al colapso sí, no tan solo por el aumento de ingresos, sino porque muchos sanitarios también están enfermos. Veremos cómo sigue la tendencia en las próximas semanas. El hecho de que ya no se cuenten casos como antes hace difícil predecir hacia donde van las curvas –las medidas en aguas residuales son sólo estimaciones–", concluye.
Evolución COVID en junio, día 3 vs 28:
IA14d en > 60 a/100.000: 617 ➡️ 841
Ingresados: 6481 ➡️ 9553
En UCI: 325 ➡️ 433
Por último, hay que señalar que este aumento de casos no ha pillado por sospresa a los científicos. Era algo que se esperaba en algún momento, sobre todo desde la aparición de BA.5 y visto su impacto en Portugal y Sudáfrica.
Cabe recordar la predicción que hizo este invierno a 65YMÁS Adolfo García Sastre, el investigador del Hospital Mount Sinai que advirtió, a principios de 2022, que con ómicron era probable que se acabase la fase aguda de la pandemia:
"Lo más fácil es que esto se haya acabado, pero no se puede excluir que haya otra variante como ómicron. Y cuando empiecen a subir los casos se preguntarán: "¿Qué ocurre? ¿Qué hay que hacer? ¿Es debido a una variante?". Probablemente nos haremos las mismas preguntas que siempre, pero mientras no se llenen los hospitales, no se responderá con antelación. La gente no querrá ni los gobiernos. Pero los medios preguntaréis: ¿Qué hay que hacer? ¿Es esta la séptima ola? ¿Va a haber otra? Sin embargo, la pregunta no es esa, sino cuándo vamos a dejar de contarlas. Y eso, no lo sabremos hasta dentro de unas cuantas que no tengan mucha relevancia. Seguramente, el siguiente aumento de casos generará ansiedad. Es normal, pero es probable que no tenga muchas consecuencias".
Por ahora, su predicción no parece ir mal encaminada y tampoco la de la viróloga del CSIC, Margarita del Val, quien adelantó que toda la población se acabaría contagiando "varias veces".
Eso sí, cabe recordar que, según los expertos, existe también la posibilidad de que el virus mute a peor en algún momento, eludiendo totalmente la inmunidad, si bien la probabilidad de que ocurra es menor y, por ahora, no parece que esté pasando.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.