Vicente Soler Javaloyes nació el año 1954 en la localidad alicantina de Jacarilla y es vulcanólogo del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), además de representante de esta institución en el Pevolca, el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias. Allí analiza diariamente los indicadores del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma desde hace 77 días. Sobre esta erupción y sobre muchos otros aspectos de los volcanes de la islas Canarias hemos hablado con él en 65Ymás.
Vicente Soler Javaloyes, vulcanólogo. Foto: Cortesía de Vicente Soler
PREGUNTA: ¿Por qué entra en erupción un volcán?
RESPUESTA: Todas las islas Canarias son de origen íntegramente volcánico y cuando digo todas me refiero a todos los edificios, porque la parte que se ve en esta isla de La Palma tiene 2.700 metros de altura, pero bajo el mar aún hay cuatro kilómetros de isla hasta el fondo oceánico, luego ya hablamos de 6.700 metros. Y en Tenerife son 7.700, es decir, son edificios muy grandes construidos íntegramente por la actividad volcánica, igual que sucede en Hawái. El origen último de la erupción es un punto caliente, una anomalía, básicamente algo que produce calor y funde las rocas del manto superior a gran profundidad, creando el magma que asciende por diferencia de densidad hasta que alcanza la superficie rompiendo la parte rígida de la isla y provocando una erupción. La propia isla de La Palma es producto de miles de erupciones.
P.: ¿Son lo mismo el magma y la lava?
R.: Se llama magma a un fundido, normalmente muy rico en sílice, que viene del interior del planeta. Cuando se produce la erupción y ese fluido sale a la superficie se llama lava, pero obviamente es lo mismo, magma cuando está dentro y lava cuando está fuera.
P.: ¿Se puede predecir una erupción?
R.: Por suerte, contrariamente a lo que sucede con los grandes terremotos, podemos detectarla antes de que se produzca. Las erupciones de Canarias, siempre han estado precedidas, en mayor o menor medida, de actividad sísmica y deformación del terreno. Esto implica que no hay una posibilidad de predicción como tal, pero sí de una detección temprana. Es muy improbable que haya una erupción sin que nadie, científicamente e instrumentalmente hablando, se entere.
P.: ¿Cuándo se tuvo esa detección temprana de la actual erupción del Cumbre Vieja?
R.: La historia de la actual erupción de La Palma comienza en octubre de 2017 con la detección a gran profundidad, por encima de los 20 kilómetros, de unos pequeños enjambres microsísmicos de un par de días de duración, centenares de pequeños terremotos solo instrumentalmente detectables. El siguiente enjambre se produjo en febrero de 2018 y así hasta siete. De repente el 11 de septiembre de 2021 se registra una actividad sísmica a los 10 kilómetros en la dorsal del Cumbre Vieja que rápidamente comenzó a desplazarse hacia el norte y el oeste y ocho días más tarde, el 19 de septiembre a las 15:10 horas, aparece el volcán. Allí se inicia la erupción y ese es su relato temporal.
P.: ¿Qué significa para la ciencia poder asistir en directo a una erupción de estas características?
R.: Esta es la primera erupción que como país podemos observar y registrar de esta manera, con equipamiento y capacidad científica comparable a las de los países de nuestro entorno. Cuando, también en La Palma, erupcionó el volcán Teneguía en 1971, que fue la anterior erupción en tierra, se perdió esta posibilidad por el atraso que entonces sufría el país, recuerde que todavía vivía Franco. Esta es la primera vez que podemos hacerlo porque en la erupción de la isla de El Hierro, en octubre de 2011, ya sí estábamos científica e instrumentalmente preparados pero como fue submarina no se observó el fenómeno. No existe la posibilidad de correlación directa entre los observables geofísicos y geoquímicos y la actividad del volcán propiamente dicha. Esta es la primera vez para todos.
P.: Imagino que es muy complicado saber cómo y cuándo acabará la erupción...
R.: De lo que acabo de explicar se desprende también la dificultad de prever cómo va a ser su final. Se sabe que el fin vendrá acompañado de una disminución de la emisión de SO2, dióxido de azufre. También sabemos que el cese del tremor, que no de toda la actividad sísmica, en la isla de El Hierro continúa diez años después de la erupción submarina. Con esto no quiero justificar nuestra aparente incertidumbre, pero es, para todos nosotros, nuestra primera erupción en tierra de los volcanes de Canarias puesto que nuestra experiencia previa ha sido en otros cráteres del planeta. Por otra parte hay que recordar que el interior de la Tierra, más allá de los seis o siete kilómetros de profundidad que alcanzan los mayores sondeos petrolíferos, sigue siendo absolutamente inaccesible, no hay ningún dato directo sobre esto salvo por las rocas que expulsan los volcanes. Todas las medidas son indirectas, la gravedad, el campo magnético, la velocidad de ronda sísmica... y esto obliga a que solo podamos hacer suposiciones porque no tenemos ninguna evidencia directa. Así como la geología tiene todas las rocas del mundo para analizar con el microscopio, el interior del planeta nos sigue siendo inaccesible.
P.: ¿Cuántos volcanes hay en Canarias?
R.: La idea que uno tiene de un volcán, por ejemplo, sacado de un cómic de Tintín, es la de una montaña puntiaguda que a veces echa humo. Este tipo de volcán se denomina estratovolcán y son los más abundantes en el mundo, todos de los de los Andes y del Cinturón de Fuego del Pácifico son de este tipo. En Canarias solo el Teide-Pico Viejo, en la parte central de Tenerife, es un estratovolcán, el resto de la actividad histórica, con un relato escrito que empieza en 1585, de estas islas son de edificios de volcanes monogenéticos que tienen principio y fin. Este volcán de Cumbre Vieja no se dormirá, se apagará y el siguiente saldrá en otro sitio. De estratovolcanes en Canrarias, volcanes activos a los que se supone unos pequeños reservorios magmáticos, solo podemos hablar del Teide. Las dorsales son las zonas donde preferentemente ocurren las erupciones -en La Palma es la dorsal de Cumbre Vieja, donde ha habido seis erupciones anteriores, esta es la séptima desde 1585- y no se puede considerar a esas zonas como de volcanes activos, pero será donde se registren las próximas erupciones.
P.: El Teide es uno de los 16 volcanes potencialmente más peligrosos del mundo según la Asociación Internacional de Vulcanología y Química del Interior de la Tierra (IAVCEI)...
R.: Hablamos del complejo Teide-Pico Viejo, el Teide propiamente dicho. Pero tenemos que distinguir entre la peligrosidad volcánica y el riesgo. Tenerife es una isla con dos millones de habitantes distribuidos en una aureola costera alrededor del volcán y eso es lo que le hace de un riesgo elevado. En cuanto a la peligrosidad hay que decir que no es un volcán que tenga erupciones con frecuencia, la última fue en torno a los siglos XII y XIII y acabó construyendo el cráter actual, pequeño, de unos 75 metros de diámetro, en una montaña picuda. Los volcanes que se construyen así no son especialmente peligrosos.
P.: ¿Qué podemos esperar del volcán de la Palma, cuál sería su evolución más previsible?
R.: Este volcán ha batido casi todos los récords de La Palma, solo le queda uno por alcanzar. Es el volcán que más ceniza ha emitido, el de mayor volúmen de lava, el que ha ocupado más superficie de territorio y solo le queda por batir el récord de duración que hasta ahora tiene la erupción de 1585 con 84 días. Durante los 436 años de erupciones en La Palma, cada volcán ha durado menos tiempo que el anterior, de hecho el Teneguía duró 25 días, pero este va camino de ser el primero porque el sistema se realimenta y eso es importante porque no se trata de una gran cámara magmática que se vaya a vaciar de una sola tacada en una erupción, como si fuera un neumático de coche que cuando se pincha sale todo el aire. Si no hay más realimentación en algún momento parará, pero a día de hoy continúa.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.