Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLa croqueta es un alimento que forma parte de la cultura gastronómica española desde hace años y años. Y es que ¿a quien no les gusta una buena croqueta cremosa, jugosa y sabrosa? Es tal el peso que tiene en la cocina que incluso se ha dedicado un día a la celebración de este invento culinario: el Día Internacional de la Croqueta, el 16 de enero, una fecha señalada en el calendario para celebrar el día con este rico manjar, actualmente reconocido en todo el mundo.
Y es que hay recetas para todos los gustos, para los amantes de sabores fuertes, con ingredientes como el queso curado, el roquefort o el cabrales; para los más sibaritas con recetas elaboradas con marisco, gulas y pulpo o aromatizadas con trufa; para vegetarianos con ingredientes como la soja, espárragos o pimientos, entre otros. También, para los que les gusta el picante, para los pequeños y para los mayores e, incluso, para los más golosos se pueden hacer croquetas de chocolate.
La croqueta admite casi todo tipo de ingredientes y lo que es mejor es una manera fácil de aprovechar aquella comida que ha sobrado de alguna otra elaboración o aquellos alimentos que nos quedan en el fondo de la nevera. Lo dicho: hay una croqueta para todos los gustos y para todos los bolsillos.
Si bien hay quien afirma que la croqueta es una invento español por ser la croqueta de jamón la más conocida, su origen es francés.
No podemos asegurar cuál es realmente su fecha, pero hay quien afirma que la idea surgió en la corte del rey Luis XIV en el año 1619, de la mano de unos sus cocineros y del maestresala y gran gastrónomo de la corte, Louis de Béchamiel, Marqués de Nointel, quien perfeccionó la salsa elaborada por el chef de la corte, François de Varenne, el cual, en agradecimiento, puso su apellido a la actual y conocida salsa bechamel, pero esta es otra historia.
El primer registro histórico que se conoce de la croqueta está datado en 1817, concretamente el día 18 de enero, cuando Marie-Antoine Carême, más conocido como Antonin Carême, gastrónomo y chef francés considerado uno de los padres de la alta cocina, preparó un plato de croquetas para un banquete que se ofrecía al Príncipe de Inglaterra y el Gran Duque Nicolás de Rusia, que bautizó con el nombre de Croquettes à la royale (Croquetas reales).
Otros fechan el nacimiento de la croqueta en 1898 de la mano de Auguste Escoffier, cocinero, restaurador y escritor francés, que actualizó y popularizó los métodos utilizados en la cocina tradicional francesa y está considerado como el gran transformador de la cocina. Entre sus obras destaca La Guía Culinaria, publicada en 1902, que consta de 5.000 recetas y está considerada una obra capital de la cocina francesa que, aún hoy, se sigue utilizando como libro de cocina clásica o como recetario.
Sea su creador uno u otro, lo cierto es que su origen es francés y su nombre viene del sonido que hace la croqueta al paladar, un pequeño crujido, en francés croquer.
El secreto para elaborar unas ricas croquetas no está solo en añadir a la harina a una buena materia prima, sino en realizar una buena bechamel y en la manera de freírlas. La mejor opción es utilizar una freidora o, en su defecto, un recipiente hondo para que al poner las croquetas estas queden completamente cubiertas de manera que no sea necesario darles la vuelta, lo que podría desmontarlas perdiendo el relleno en el aceite.
¿Te animas a celebrar el Día Internacional de la Croqueta preparando tu preferida? Nos gustará que compartas con nosotros en las redes sociales una foto de tu especialidad poniendo los hashtags #65ymas #diainternacionaldelacroqueta @65ymas
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