Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLa dieta puede ayudarnos a controlar los síntomas del dolor crónico como resultado de la artritis u otras enfermedades inflamatorias. Los sistemas del cuerpo están todos conectados y por ello escuchar nuestro organiso es fundamental. Cuantas más frutas y verduras, grasas saludables, proteínas y carbohidratos complejos contengan nuestra dieta, mejor. Si te sientes mejor después de una semana de eliminar el gluten y los alimentos fritos, continúa manteniendo estos alimentos lejos de tu dieta y concéntrate en minimizar su consumo.
Recuerda también que no siempre es un alimento específico, puede ser un ingrediente o categoría de alimentos que puede desencadenar una respuesta inflamatoria.
Aquí te contamos 5 alimentos que pueden causar inflamación en el cuerpo.
El aspartamo se compone de tres sustancias químicas: ácido aspártico, fenilalanina y metanol, y es un edulcorante artificial que se encuentra en miles de alimentos, así como en las bebidas endulzadas artificialmente. Si bien está autorizado para su uso como aditivo alimentario, se desconoce el impacto en las personas con enfermedades autoinmunes. Diversos estudios relacionan el consumo de bebidas azucaradas con la inflación crónica. Así, según un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard, las mujeres que beben uno o más sodas al día puede aumentar el riesgo de padecer artritis reumatoide.
La artritis es una enfermedad inflamatoria, y los estudios han demostrado que las dietas ricas en grasas saturadas, que generalmente se encuentran en abundancia en las carnes procesadas, promueven la inflamación en el cuerpo.
Cuando leas "aceites parcialmente hidrogenados" en una etiqueta de valores nutricionales, se trata de una grasa trans. Al igual que las grasas saturadas, las grasas trans, que a menudo se encuentran en los alimentos fritos, desencadenan una inflamación sistémica dentro del cuerpo. Su consumo también se correlaciona con un mayor riesgo de resistencia a la insulina y obesidad.
Al haber eliminado su aporte de fibra y nutrientes esenciales en el proceso de refinamiento, el consumo de las harinas refinadas, presentes en el pan blanco y en la pasta, puede derivar en diversos problemas de salud. A diferencia de las harinas integrales, las refinadas tienen un bajo contenido en fibra y nutrientes esenciales que garantizan una óptima digestión. Dado que un 80% de su fibra dietética desaparece, ingerirlas afecta a los procesos inflamatorios del cuerpo.
Los aceites vegetales son ricos en ácidos grasos omega-6. Si bien son necesarios para el desarrollo y el crecimiento normales, la dieta occidental estándar tiende a ser demasiado alta en ellos y el consumo excesivo puede desencadenar la producción de sustancias químicas proinflamatorias. Un estudio publicado en el Journal of Nutrition and Metabolism encontró que una mayor proporción de ácidos grasos omega-6 y omega-3 se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades inflamatorias crónicas.