Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorConocemos el Síndrome del Intestino Irritable (SII) como un trastorno digestivo que va acompañado de síntomas como dolor abdominal, estreñimiento, diarrea y gases y que, además, puede afectar de manera diferente a cada persona. Si sufres estos síntomas y tienes diagnosticado el Síndrome de Intestino Irritable estos cinco consejos te ayudarán a aliviarlo e, incluso, a prevenirlo.
Es recomendable comer cinco veces al día: desayuno, un tentempié a media mañana, almuerzo, merienda y cena. Con poca cantidad bastará para evitar las comidas abundantes y copiosas que hacen las digestiones pesadas. Al no tener hambre, llegarás al almuerzo o a la cena sin ansiedad, lo que hará que comas menos cantidad, más despacio y masticando bien consiguiendo, así, reducir la formación de gases y la hinchazón del estómago.
Una “disciplina” horaria, seguir los mismos horarios para las comidas, hará que tus intestinos se habitúen y realicen mejor la digestión. Además, si tienes tendencia al estreñimiento, te irá bien coger el hábito de ir al baño a la misma hora, además de no aguantarte si el cuerpo te pide ir. Procura no acostarte justo después de la cenar, mejor dejar pasar un par de horas y que el cuerpo haya tenido tiempo de hacer la digestión. Para aliviar el proceso de digestión, una infusión, ya sea de hierba luisa, manzanilla, hinojo o jengibre, después de las comidas puede ayudar.
Es importante que nuestro día a día no condicione el tiempo que dedicamos a cada comida. Es necesario sentarse entre 20 y 25 minutos para comer sin prisas, de manera relajada, tomando consciencia de cada bocado y disfrutar de ese momento, masticando bien los alimentos para que no lleguen al estómago sin haberse mezclado correctamente, lo que podría causar episodios de diarrea o estreñimiento, así como molestias estomacales.
Ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua al día te ayudará a evitar el estreñimiento, a ablandar el bolo, evitará las molestias a la hora de ir al baño y, si tienes diarrea, evitarás la deshidratación. La ingesta de líquido puede ser en forma de agua, zumos, infusiones o frutas ricas en agua como pueden ser el melón, la sandía o la pera. No obstante, dentro de la ingesta de líquidos no se contemplan aquellos que contienen gran cantidad de azúcar, los refrescos con gas, el alcohol, el café o el té, que más que ayudar a paliar los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable, los empeoran.
Es importante realizar algún ejercicio diario, por sueve que sea, durante al menos 30 minutos. De esta manera se mejora la actividad del sistema digestivo, se reducen los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable, además que el ejercicio ayuda a expulsar los gases, las heces, favorece la absorción de nutrientes y mejora la digestión.
Cuidar de la microbiota también es una manera de reducir y/o aliviar los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable. Existen muchos alimentos que te ayudarán a mantener una buena salud de la microbiota, es decir, la colonia de bacterias que residen en el intestino que previenen ciertas enfermedades. Entre estos alimentos podemos destacar el aceite de oliva virgen extra, la alcachofa, el kéfir, la piña, los fermentados, pescado y fibra fermentable.