Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorHay días (a veces semanas) en que, por nuestro estado de ánimo, por problemas que no acabamos de resolver, preocupaciones que nos rondan por la cabeza o también por cambios hormonales; tenemos más necesidad de comer. En ocasiones es hambre por ansiedad y en otras, simplemente porque hemos gastamos más energía y nuestro cuerpo nos reclama un aporte extra de nutrientes.
Si, además, estamos a dieta o no queremos excedernos en nuestro peso, estos son los alimentos que puedes comer “sin freno” y que no engordan.
Como buen cítrico que s, el pomelo es una fruta que proporciona una buena cantidad de vitamina C, es un buen antioxidante, lo que ayuda a retrasar el envejecimiento de las células de nuestro organismo, y al ser cada pieza un 90% de agua, lo convierte, además, en un excelente diurético y ayuda a perder peso.
La manzana es el clásico de los tentempiés. Ricas en fibra, bajas en azúcar y en calorías, es la fruta ideal para comer cuando el hambre aprieta porque no engorda y, además, la podemos consumir durante todo el año. Regula la presión arterial, reducen el colesterol,
Es una fruta estacional que está en su mejor punto a finales de la primavera. En la cocina son muy versátiles, y muy apreciadas en repostería para hacer pasteles y tartas, se pueden comer acompañadas de nata, maceradas en vino, en vinagre, en zumo de naranja, aunque por el tema que nos ocupa es mejor comerlas solas y apreciar todo su sabor.
Son ricas en fibra, vitamina C, antioxidantes, potasio, ácido fólico y minerales. Tienen un aporte calórico muy bajo, 100 gramos de esta fruta representan 30 calorías y 60 mg de vitamina C, casi el 100% de la IDR.
Las fresas tienen un alto nivel de ácido oxálico con lo que en personas propensas a padecer cálculos renales podrían estar contraindicadas.
Son ideales para entretener el hambre en momentos críticos, antes del almuerzo o la cena, ya que al ser ricos en fibra son a la vez saciantes. Arándanos, moras, frambuesas, madroños, grosellas… todos ellos bajos en calorías y con muchas propiedades antioxidantes. En la cocina se pueden consumir solos, para picotear, en batidos o como un ingrediente más en una ensalada, a la que le dará un toque especial.
Las nueces están consideradas como un superalimento por los beneficios que aporta a nuestra salud. Son ricas en ácidos grasos Omega3, magnesio, calcio y potasio y vitamina B. Es el snack perfecto para comer entre horas y si bien estuvieron consideradas durante mucho tiempo con un alimento alto en calorías, al ser saciante el aporte calórico queda reducido y según un estudio publicado en la revista Nutrients, el consumo de nueces no está relacionado con el aumento de peso de las personas mayores. Además, según otro estudio realizados por la Sociedad Española de Cardiología, la incorporación de las nueces en la dieta tiene un resultado beneficioso para prevenir el riesgo de accidentes cardiovasculares.
6.- Legumbres
Las legumbres son ricas en proteínas e hidratos de carbono no saturados, contienen minerales y también un gran aporte de fibra. Si bien no tienen demasiada buena fama porque algunas de ellas producen gases, están indicadas dentro de una dieta equilibra. De hecho, la legumbre no engorda, lo que engorda es la manera en la que está cocinada, especialmente si hablamos de un estofado con compango. Lo ideal, ahora que viene el calor, es prepararlas como acompañamiento de una ensalada, humus o hacer albóndigas o hamburguesas para una dieta vegetariana; opciones poco calóricas y muy saludables.
Las verduras y hortalizas de hoja verde son ricas en magnesio, hierro, potasio y fibra. Están muy bien consideradas para favorecer el tránsito intestinal, proteger el sistema cardiovascular y son muy bajas en calorías, cada 100 gramos representan 34 calorías, lo que las convierte en un alimento muy nutritivo e ideal para aquellas personas que siguen una dieta de adelgazamiento.