Viernes 4 de febrero de 2022
ACTUALIZADO : Viernes 4 de febrero de 2022 a las 15:31 H
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La Aceites de oliva, de girasol, de maíz, de semillas, margarinas vegetales, mantequilla… A la hora de cocinar, podemos optar por usar muchos tipos de aceite y grasas vegetales. Sin embargo, a pesar de disponer de todos ellos, cualquier mediterráneo está acostumbrado a utilizar el preciado oro líquido en la sartén y, en Europa, esto no es nada común. Así lo ha reflejado este mapa elaborado por Landgeist, que divide a los países europeos entre los que cocinan con aceite de oliva y los que cocinan con mantequilla. Y, claramente, los segundos ganan por goleada.
El mapa se ha realizado con los datos recopilados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), analizando el consumo anual per cápita de aceite de oliva y mantequilla.
El color verde se refiere a los países que utilizan el aceite, mientras que los coloreados de amarillo emplean mantequilla. España, Portugal, Italia, Albania y Grecia pertenecen al primer grupo, es decir, el sur de Europa. Curiosamente, hay otro país que se suma a estos países resistentes que está fuera de la zona mediterránea: Luxembugo, que en la fotografía lo vemos rodeado de un mar amarillo. Según Landgeist, esto puede ser debido a la gran cantidad de portugueses que residen allí, un 16,4%.
El aceite de oliva es un básico en nuestra cocina. Y, de entre las opciones, sin duda nos quedamos con el aceite de oliva virgen extra, que nos puede servir para cocinar prácticamente cualquier plato, aliñar una buena ensalada o tomar en crudo en una tostada para desayunar. Este tipo de aceite tiene más propiedades nutricionales que el refinado, suele ser más denso y de un color más oscuro.
En una cocina española no puede faltar el aceite de oliva virgen extra, imprescindible en la dieta mediterránea y fuente de ácidos grasos monoinsaturados, lo que lo convierte en uno de los condimentos más saludables para las personas con niveles altos de colesterol LDL (el malo), reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y previene la diabetes, entre sus múltiples beneficios.
Por otro lado, la mantequilla es rica en vitaminas entre las que destacan la A, D Y E. En concreto, las vitaminas A y E son potentes antioxidantes, mientras que la vitamina D favorece la absorción del calcio. Sin embargo, presenta un alto contenido de grasas saturadas y colesterol.
Se trata de un alimento muy calórico: la mantequilla tradicional aporta cerca de 750 Kcal. por cada 100 gramos, mientras que su versión light puede reducir esa cantidad casi a la mitad. En cuanto a la margarina, su aporte calórico no varía mucho, pero sí cambia el contenido de grasas saturadas, que es mucho menor. Eso sí, esta última se considera "menos natural" por el proceso de elaboración al que se somete.
A diferencia de la mantequilla, que no se recomienda su consumo frecuente por su cantidad de grasas saturadas, el aceite de olvida contiene grasas insaturadas, las cuales aportan beneficios para la salud. En definitiva, los expertos coinciden en que cocinar con aceite de oliva es más natural y saludable que con mantequilla.
