Mariola Báez
Alimentación
¿Se puede usar el aceite de ricino para cocinar? ¿Qué propiedades tiene este producto?
Descubre los beneficios y contraindicaciones de este aceite para la salud de los mayores
El aceite de ricino, que con solo nombrarlo nos hace viajar en el tiempo a décadas pasadas, en realidad se conoce y se utiliza, en múltiples y distintas aplicaciones, desde la antigüedad. Lo primero que hay que dejar claro es que no es en absoluto aconsejable para cocinar alimentos. De hecho no se emplea ni se ha recurrido a él para este fin en otras épocas, al menos que sepamos.
Tiene un sabor y un olor muy intensos y particulares, bastante desagradables para la inmensa mayoría de paladares, que inevitablemente invadiría cualquier posible preparación culinaria. Su densidad también dificulta una hipotética cocción y, por último, una de sus propiedades reconocidas es su acción como potente laxante, por lo que un guiso o fritura a base de ricino podría causar verdaderos estragos en el aparato digestivo.
Aceite de ricino: propiedades
Que no resulte idóneo en la cocina no implica que no posea propiedades interesantes, que pueden aportar beneficios a la salud y al bienestar de las personas mayores.
El aceite de ricino, también llamado de castor, procede de la planta Ricinus communis, un arbusto originario de la India y de algunas zonas de África. Se extrae de sus semillas que, en su estado natural, son altamente tóxicas, pero una vez obtenido el aceite este resulta inocuo para el ser humano, ofreciendo además un rico contenido en ácido ricinoleico, junto a pequeñas cantidades de otros ácidos beneficiosos como el oleico y el linoleico. En los tres casos, hablamos de grasas insaturadas, las más saludables. También aporta distintas sustancias alcaloides y vitamina E.
Es su composición lo que hace que el aceite de ricino tenga una serie de propiedades específicas, entre las que destacan:
- A nivel interno actúa como laxante, favoreciendo el tránsito intestinal. En cantidades excesivas, puede provocar diarreas y cólicos.
- Se considera un buen remedio para tratar distintas afecciones de la piel por sus capacidades hidratantes y antimicrobianas.
- Se le atribuyen propiedades antiinflamatorias que podrían proporcionar alivio frente a dolores articulares, utilizado siempre en aplicaciones externas.
¿Qué puede hacer por tu salud?: precauciones
Tal vez si te dieron alguna cucharadita cuando eras pequeño, tengas poco interés en volver a recurrir, de alguna manera, a este aceite, pero su poder laxante está comprobado y puede ser eficaz a la hora de aliviar problemas de estreñimiento. Aun así, es muy importante evitar los posibles efectos secundarios que provocaría la ingesta de este aceite en dosis superiores a las recomendables.
Como recuerda la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (@TuendocrinoSEEN), si sufres problemas digestivos o de tránsito intestinal, antes de tomar cualquier laxante, por natural que sea, debes consultar previamente con el médico especialista. Ante patologías como el síndrome de intestino irritable, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o una obstrucción intestinal, por citar algunas, la ingesta de aceite de ricino podría estar contraindicada.
A nivel externo, este aceite también ha sido utilizado por la medicina tradicional, entre ellas la ayurvédica, para tratar distintas dolencias de carácter inflamatorio como, por ejemplo, la artritis reumatoide que pueden presentar distintas articulaciones. Aplicado en forma de compresas o masajes, a veces diluido con otros aceites, el de ricino podría proporcionar alivio frente a dolores musculares o articulares en momentos puntuales. Pero, una vez más, una consulta médica previa y una comprobación que descarte posibles reacciones alérgicas no están de más.
El aceite de ricino en tratamientos de belleza
Las propiedades hidratantes de este aceite vegetal están contrastadas y, de hecho, son muchos los cosméticos que lo incluyen en su composición. Cremas corporales para después del baño, jabones, bases de maquillaje, barras y bálsamos para proteger las manos y los labios, entre otros. Si te fijas en sus ingredientes, no es extraño encontrar este aceite. Por lo que si te animas a hacer tú misma un jabón casero, por ejemplo, añadir a tu mezcla unas gotas puede ser una buena idea.
Su uso también es frecuente en productos de tratamiento capilar y de cuidado del cuero cabelludo, ya que puede ser eficaz frente a problemas como la caspa o la falta de brillo. Además, el aceite de ricino tiene fama de ser un excelente fortalecedor de las uñas, estando presente en la composición de numerosos esmaltes.
La capacidad de hidratación hace que este producto natural pueda utilizarse en cualquier mascarilla casera que puedas preparar, bien para nutrir la piel y protegerla de los agentes externos, o para limpiarla en profundidad, ya que hay que recordar sus propiedades antibacterianas.
Como ves, aunque quizás recuerdes que el aceite de ricino sabía bastante mal, puede que decidas aprovechar ahora alguna de sus propiedades. Pero, sobre todo si hablamos de sus aplicaciones en la salud, recuerda que también existen contraindicaciones ante las que debes tomar las debidas precauciones.