65ymás
Alimentación
Este tipo de aceite está relacionado con la colitis ulcerosa
Además de otras enfermedades como la obesidad
El consumo elevado de aceite de soja se ha relacionado con la obesidad, la diabetes y, potencialmente, con el autismo, el alzhéimer, la ansiedad y la depresión. A esta lista hay que añadir la colitis ulcerosa, una forma de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) caracterizada por la inflamación crónica del intestino grueso.
Investigadores de la Universidad de California en Riverside examinaron en el laboratorio el intestino de ratones alimentados sistemáticamente con una dieta rica en aceite de soja durante 24 semanas. Descubrieron que disminuían la bacterias beneficiosas y aumentaban las nocivas -en concreto, la 'Escherichia coli' invasora adherente-, condiciones que pueden provocar colitis.
El aceite de soja es el aceite comestible más utilizado en Estados Unidos y cada vez más en otros países, sobre todo Brasil, China e India. En EE.UU., la producción de soja -una buena fuente de proteínas fácil y barata- despegó en la década de 1970 para su uso como pienso animal. Un subproducto que surgió de la creciente producción fue el aceite de soja.
"Nuestro trabajo pone en tela de juicio la idea de hace décadas de que muchas enfermedades crónicas se deben al consumo excesivo de grasas saturadas de origen animal y que, por el contrario, las grasas insaturadas de origen vegetal son necesariamente más saludables", afirma el investigador adjunto del Departamento de Microbiología y Patología Vegetal, Poonamjot Deol, coautor del artículo publicado en 'Gut Microbes'.
Deol ha detallado que lo que más le preocupa es el ácido linoleico del aceite de soja: "Según la paleodieta, nuestro organismo necesita entre un uno y un dos por ciento de ácido linoleico al día, pero los estadounidenses de hoy en día obtienen entre un ocho y un diez por ciento de su energía del ácido linoleico diario, la mayor parte del cual procede del aceite de soja". Añade que el exceso de este "afecta negativamente al microbioma intestinal".
Aumento de E.coli
Los investigadores han descubierto que una dieta rica en aceite de soja favorece el crecimiento de E.coli invasora adherente en el intestino. Esta bacteria utiliza el ácido linoleico como fuente de carbono para satisfacer sus demandas nutricionales. Varias bacterias beneficiosas del intestino no son capaces de soportar este ácido y mueren, por lo que crecen bacterias perjudiciales.
En los seres humanos se ha identificado la E.coli invasora adherente como causante de la EII. "La combinación de la muerte de las bacterias buenas y el crecimiento de las dañinas hace que el intestino sea más susceptible a la inflamación y a sus efectos secundarios", explica Deol. "Además, el ácido linoleico hace que la barrera epitelial intestinal se vuelva porosa", expresa.
La función de barrera del epitelio intestinal es fundamental para mantener un intestino sano. Cuando se altera puede provocar un aumento de la permeabilidad o filtración. Las toxinas pueden salir del intestino y entrar en el torrente sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de infecciones y enfermedades inflamatorias crónicas, como la colitis. Los investigadores observan que el aumento de la EII es paralelo al aumento del consumo de aceite de soja en EE.UU., y plantean la hipótesis de que ambos pueden estar relacionados.
No todas las grasas insaturadas son buenas
Por su parte, la toxicóloga Frances M. Sladek, coautora del trabajo de investigación, recuerda que las enfermedades cardiacas se relacionaron con las grasas saturadas a finales de los años 50. "Desde que los estudios demostraron que las grasas saturadas pueden ser poco saludables, se asumió que todas las grasas insaturadas son sanas", ha apuntado. Sin embargo, aclara que hay distintos tipos de estas grasas, algunas saludables y otras no.
"Por ejemplo, es bien sabido que el aceite de pescado, una grasa insaturada, tiene muchos efectos beneficiosos para la salud. Por tanto, la gente asumió que el aceite de soja es perfectamente seguro y más sano de consumir que otros tipos de aceites, sin hacer realmente una comparación directa como hemos hecho nosotros", ha aclarado.
La importancia del ácido linoleico
Sladek ha señalado que el ácido linoleico es un ácido graso esencial. El aceite de soja que los investigadores utilizaron tenía un 19% de ácido. La Asociación Americana del Corazón recomienda que entre el 5 y el 10% de las calorías diarias procedan de ácidos grasos poliinsaturados omega-6, como este, para que el corazón se mantenga sano. Muchos aceites de semillas -como los de cártamo y girasol- son fuentes de ácido linoleico, así como la grasa animal.
"Todos los animales deben obtener el ácido linoleico de la dieta", afirma Sladek, que aclara que ningún animal puede fabricarlo. "El organismo necesita una pequeña cantidad. Pero que algo sea necesario, no significa que una gran cantidad sea buena para la salud", explica. Varias membranas del organismo, como las del cerebro, lo necesitan para funcionar: "Si solo comiéramos grasas saturadas, nuestras membranas celulares se volverían demasiado rígidas y no funcionarían correctamente".
Según ambos científicos, el aceite de oliva, que tiene menores cantidades de ácido linoleico, es un aceite más sano. "El aceite de oliva, base de la dieta mediterránea, se considera muy saludable; produce menos obesidad y ahora hemos descubierto que, a diferencia del aceite de soja, no aumenta la susceptibilidad de los ratones a la colitis", afirma Sladek.
Endocannabinoides y oxilipinas
El experto en microbioma intestinal James Borneman, coautor del artículo, ha apuntado que la E.coli contribuye a la EII en humanos. "El hecho de que encontremos esta E.coli en estos ratones es preocupante", ha señalado. "A veces, puede no estar claro cómo la investigación realizada en ratones se traslada a los humanos, pero en este estudio está bastante claro", añade.
El equipo de investigación también se sorprendió al descubrir que los ratones alimentados con una dieta rica en aceite de soja mostraban una reducción en el intestino de endocannabinoides, moléculas parecidas al cannabis que el cuerpo produce de forma natural para regular una amplia variedad de procesos fisiológicos. Al mismo tiempo, el intestino mostró un aumento de oxilipinas, que son ácidos grasos poliinsaturados que regulan la inflamación.
Ya se había descubierto que las oxilipinas del hígado están relacionadas con la obesidad. "También se ha observado que algunas oxilipinas son bioactivas en estudios sobre colitis. La conclusión del estudio es que una dieta enriquecida con aceite de soja similar a la dieta estadounidense actual hace que aumenten los niveles de oxilipinas en el intestino y disminuyan los niveles de endocannabinoides, lo que concuerda con la EII en humanos", señala Deol.
La mayoría de los alimentos procesados en EE.UU. contienen aceite de soja, lo que puede explicar por qué muchos estadounidenses tienen más de la cantidad diaria recomendada de ácido linoleico. Además, la mayoría de los restaurantes americanos lo utilizan porque es relativamente barato. Más allá del recomendado aceite de oliva, otras opciones saludables para cocinar son el aceite de coco y el de aguacate. Sin embargo, el aceite de maíz, tiene la misma cantidad de ácido linoleico que el aceite de soja.