Lidia Lozano
Alimentación
Alertan de las 'dietas milagro' que se multiplican en redes con la llegada del verano
Pueden tener efectos secundarios graves
El verano trae consigo un calor que va a acompañado de playa, ropa más corta y, en definitiva, cuerpos más al descubierto. Las inseguridades pueden hacer que confiemos en una 'dieta milagro' para vernos más delgados en poco tiempo. Pero, ¿es posible adelgazar y mantener el peso con una 'dieta milagro'?
El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN) y el Instituto #SaludsinBulos han publicado el informe 'Dietas milagro: promesas y riesgos' con el fin de demostrar que no son una opción válida. Este tipo de dietas prometen perder peso en poco tiempo, sin esfuerzo y con restricciones totales o parciales de ciertos alimentos, por lo que es atractiva para muchos.
El Instituto publicó en 2019 la I Guía de los Bulos en Alimentación, en la que desmontaba las principales falsas creencias sobre la alimentación. La temática relacionada con la nutrición supone más de la mitad (54%) de las noticias falsas detectadas por los médicos que han participado en el I Estudio sobre Bulos de Salud, editado junto con Doctoralia. Por su parte, el CGCODN lanzó en 2022 la campaña 'Diet-Ética', para fomentar y facilitar información fiable a la población.
Las dietas milagro
"Aunque pueden conducir a una rápida pérdida de peso inicial, el peso perdido es principalmente a partir del agua corporal y masa muscular, lo que junto con los numerosos cambios que causan en el metabolismo, produce un efecto rebote al abandonar la dieta, que es lo más habitual". Es decir, que cuando se deja de seguir, se vuelve a coger el mismo o más peso que al principio.
Las bajas calorías que ofrece es debido a que limitan "de forma extrema" la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono. Esto no es positivo, ya que, según dice el informe, "cada vez es más habitual encontrar casos de sarcopenia (pérdida crónica de masa muscular) en personas que viven con obesidad y que han seguido dietas milagro en numerosas ocasiones".
Son también "muy restrictivas, monótonas, suelen abandonarse a corto o medio plazo y perpetúan la asociación entre salud y peso corporal", lo que también aumenta el riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Aseguran que "nunca son adecuadas porque instauran malos hábitos, favorecen los desequilibrios nutricionales y son insostenibles a largo plazo". Precisamente ese último inconveniente es uno de los objetivos de las buenas dietas: ser eficientes y poder sostenerse a largo plazo.
Efectos secundarios
Entre los efectos secundarios destacan el cansancio y la apatía, el déficit nutricional, el incremento de riesgo cardiovascular y la alteración de la función hepática y renal. Aunque lo más relevante es perder la oportunidad para seguir una dieta saludable. Todo esto afecta a todos los sistemas del organismo y, en el caso de las mujeres, puede tener efectos negativos a nivel reproductivo.
Algunas de las más conocidas son la disociada (Montignac), las excluyentes (Atkins) y las hipocalóricas desequilibradas (Dunkan). Estas dietas milagro surgen como solución a la imposibilidad de modificar los estilos de vida, la falta de dietistas o nutricionistas o la alta exposición a entornos que promueven el consumo de alimentos insanos.
¿Qué dieta debo seguir?
El informe subraya algunos puntos que deben hacernos sospechar de una dieta: promesas "demasiado buenas para ser ciertas", prohibición o restricción excesiva de alimentos -generalmente ricos en hidratos de carbono-, aquellas que van acompañadas de un método, libro o producto, no pautada por un profesional sanitario y que contradice las recomendaciones de la nutrición basadas en la evidencia sin aportar pruebas fiables de su eficacia o seguridad.
Por otro lado, aquellas de las que debemos fiarnos son las hipocalóricas equilibradas, "con una reducción ligera o moderada de la energía diaria, personalizada en preferencias, horario, aversiones, capacidad adquisitiva, preferencias de alimentación y conocimientos culinarios, etc., junto con el incremento de la actividad física, es la combinación que mejores resultados tiene a largo plazo".
Además, debe tener un objetivo racional, como disminuir 0,5 kg a la semana de grasa corporal sin que se modifique apenas el resto de compartimentos corporales. Este tipo de dieta incluye una "amplia variedad de alimentos saludables frescos y mínimamente procesados", como frutas, granos integrales, legumbres u hortalizas; así como una "selección de alimentos proteicos como pescados, huevos y mariscos" y otros bajos en grasas como carnes blancas magras y lácteos.
Carlos Mateos, coordinador del Instituto #SaludsinBulos, subraya que "hay que pedir consejo a un profesional sanitario titulado; no se debe buscar una dieta para unos meses, hay que buscar un cambio de hábitos alimentarios; y, por último, se debe rechazar cualquier dieta que contenga uno o varios indicadores de que es una dieta milagro".