Victoria Herrero
Alimentación
¿Alguna vez has oído hablar de los vinos ecológicos, naturales y biodinámicos?
La diferencia entre estos caldos se encuentra en las distintas formas de obtener la uva y procesarla
En el mundo del vino no solo existe la conocida clasificación entre vinos blancos, rosados o tintos. Igual lo desconocías, pero también podemos hablar de caldos ecológicos, naturales y hasta biodinámicos. A continuación te contamos las peculiaridades de cada uno de ellos, así como los matices que diferencian una copa de uno y otro.
Conociendo un poco más el mundo del vino
En estos tres casos que hemos destacado, la elaboración de estos caldos desde la propia tierra del campo donde se cultiva esa uva es muy similar. La única diferencia se establece tras el proceso de la viña y la bodega que es cuando empiezan a notarse marcadas distancias a la hora de lograr un vino natural, uno ecológico o uno biodinámico. Y todo, debido a diferentes formas de manera de obtener la uva, procesarla y elaborar esas botellas.
Unas prácticas que solo en el caso de los vinos denonimados ecológicos cuentan con una regulación oficial a instancias europeas. En este caso es importante no olvidar que puede que la viña sea ecológica, pero finalmente el vino también debe serlo y para ello, en su elaboración no puede faltar el anhídrido sulfuroso (un compuesto químico con poder desinfectante y antioxidante).
Además, en el caso de los vinos con denominación ecológica no se usan ni pesticidas ni herbicidas en el viñedo y todos los desechos procedentes de la bodega se reciclan para su posterior uso.
La diferencia entre un vino ecológico y un vino natural es que en este segundo caso el sulfuroso que podemos encontrar es el que se produce de forma natural durante la fermentación alcohólica del mismo. Por así decirlo, ese caldo (solo apto para paladares especiales) se elabora de forma manual y artesanal como se hacía en las bodegas antiguamente.
Por su parte, en lo que se refiere a la agricultura biodinámica, también partimos de un vino ecológico, pero en este caso todo se rige por los preceptos del calendario lunar como estableció el filósofo, Rudolf Steiner, creador de este tipo de práctica agrícola. Así, para los defensores de este proceso, el hombre apenas interviene en la elaboración de un vino cuyo aroma y sabor lleva mucho más impresa la esencia de esa tierra de la que ha salido; en comparación con los otros dos tipos de vino.
Es por eso que la posición de los planetas y las estrellas, según la agricultura biodinámica, es la que guía el crecimiento de estas cepas que se nutren de abonos naturales compuestos de plantas, estiércol, purines...