Los alimentos imprescindibles en el desayuno de los mayores de 50 años

Todo el mundo ha escuchado o dicho alguna vez que el desayuno es la comida más importante del día. Aunque hay quienes lo discuten o se lo saltan por falta de tiempo y apetito, parece que, en general, es el momento donde se cogen energías para afrontar la jornada.

Cuando las garras del sueño no terminan de dejarnos marchar, esta primera comida puede ayudarnos a ponernos en marcha. Para muchas personas, el primer café es imprescindible y, sin él, “no son personas”. Además, es un hábito que impacta positivamente en la salud.

Para los mayores de 50, el desayuno es una muy buena ocasión para introducir algunos alimentos que aportarán grandes beneficios para su organismo. Algunos estudios ya han apuntado a los efectos positivos del café, pero también existen otros productos que no deberían faltar en la dieta.

Sin embargo, no todo vale. Aunque uno de los desayunos más extendidos son la leche con galletas o con cereales, lo cierto es que no suele ser la combinación más saludable ni para los más pequeños, ni para los mayores.

Incorpora estos nutrientes

En el caso de los mayores, cuidar la alimentación es una buena forma de reducir el riesgo de padecer algunas enfermedades. Con el paso de los años, el organismo puede hacerse más vulnerable y sufrir algunos problemas relacionados con la debilidad, la pérdida de fuerza o la degeneración de los tejidos. Algunos ejemplos son, por ejemplo, la artritis o la osteoporosis. La menopausia es otro factor que, pasados los 50, debe tenerse presente.

El calcio es uno de esos nutrientes que siempre se han recomendado consumir con mayor frecuencia a medida que la edad avanza. Este puede obtenerse de la leche, pero no es la única fuente. Otros lácteos como el yogur o el queso son ingredientes muy interesantes para la primera comida del día si se consumen de calidad,

Las proteínas son otro nutriente que no puede faltar en la dieta. En el desayuno pueden añadirse a través de los lácteos, pero también de embutidos con un porcentaje alto de carne, huevos o cacahuetes.

La vitamina B12 es otro elemento fundamental que debe incluirse en los desayunos. Aunque los alimentos que más contenido presentan de esta vitamina son las vísceras, que no suele ser un ingrediente asociado a la primera comida del día, también puede obtenerse de algunos pescados como el salmón. En su versión ahumada, es un complemento muy habitual de las tostadas o bagels.

Un desayuno completo

Para empezar el día con energía y con el cuerpo saciado, es importante descartar la idea tradicional de un desayuno compuesto esencialmente por hidratos de carbono, como galletas, cereales o tostadas donde la harina es la protagonista. Esto provoca picos de glucosa y, al poco rato, sentirás que vuelves a tener hambre.

Para evitar esto, hay que replantear los alimentos que se incorporan al desayuno. Lo óptimo es una combinación de todos los nutrientes: grasas, proteínas e hidratos, que no deben eliminarse a menos que un profesional de la nutrición recomiende lo contrario.

Hay infinitas combinaciones de este tipo de desayunos equilibrados. Algunos requieren más tiempo de elaboración, pero otros son rápidos y perfectos para las mañanas ajetreadas. Una tostada integral o de cualquier harina no refinada con aguacate triturado y huevo o salmón con un café con leche sería una posibilidad equilibrada y rápida que combina todos los nutrientes imprescindibles para los mayores de 50.