Alimentos para luchar contra la hipertensión

Por definición, una persona es hipertensa cuando su presión sistólica (alta) es igual o superior 140 y la presión diastólica (baja) menor a 90. Se calcula que tan solo el 35 % de la población mantiene controlados sus niveles de tensión, un dato muy importante si tenemos en cuenta que la presión alta es el factor más importante del ictus, insuficiencia cardiaca y cardiopatía isquémica.

Tal y como explica la Fundación Española del Corazón (FEC), la hipertensión es “la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. [...] El corazón ejerce presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano. Esta acción es lo que se conoce como presión arterial. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima, con cada relajación”. Detrás de esta afección encontramos factores desencadenantes como el estrés, el sobrepeso, el tabaquismo, los antecedentes familiares o la debilitación de los vasos sanguíneos, un problema muy habitual en mayores de 60 años.

Afortunadamente, son tantas las personas que padecen hipertensión a lo largo y ancho del planeta, que resulta muy fácil tenerla controlada. De hecho, solo en España, más del 40% de la población ya ha sido diagnosticada, según un estudio realizado por la FEC. Hacer ejercicio regularmente, reducir el consumo de alcohol y cafeína, o controlar el estrés son algunos de los recursos más habituales. Pero ¿qué papel juega la alimentación en esta historia?

Alimentos para controlar la hipertensión

Como bien es sabido, tu dieta debe cambiar drásticamente si padeces hipertensión. En primer lugar, no debes abusar de la sal y controlar la ingesta de grasas (en especial las saturadas), la carne roja y el azúcar refinado, y cumplir con las cinco piezas de fruta y verdura al día, entre otras pautas. Sin embargo, también puedes dar cierto protagonismo a algunos ingredientes cuyos efectos también pueden ayudarte a luchar contra la hipertensión.

• Cereales integrales. El trigo, el centeno o la avena, todos ellos integrales, pueden convertirse en tus mejores aliados pues, dentro de sus propiedades, destaca su capacidad para estabilizar la presión sanguínea. Un efecto que ha sido demostrado por la Universidad de Harvard con uno de sus estudios.

• Aceite de oliva virgen extra. Este aderezo, rey de la dieta mediterránea, incluye vitamina E en su composición, un antioxidante que asegura la producción de óxido nítrico, una sustancia con cualidades vasodilatadoras, muy beneficiosas para la hipertensión.

• Plátano. En general, las frutas son muy adecuadas, pero el plátano ocupa un puesto privilegiado debido a su alto contenido en potasio, un mineral que suele estar asociado a la reducción de los niveles de hipertensión.

• Alcachofa. Al igual que el plátano, la alcachofa es rica en potasio, pero además permite controlar el exceso de líquidos en el organismo gracias a sus propiedades diuréticas. Esto influye notablemente en la presión arterial.

• Ajo. Aunque a muchos no les convenza su sabor, lo cierto es que el ajo es uno de los alimentos con más propiedades medicinales. Entre ellas, encontramos su efecto vasodilatador en las arterias. Además, puede purificar la sangre y es antibacteriano.