Verónica Mollejo
Alimentación
Qué alimentos con moho puedes comer
Verónica Mollejo
Foto: Bigstock
Lunes 14 de marzo de 2022
ACTUALIZADO : Lunes 14 de marzo de 2022 a las 18:22 H
3 minutos
El moho es un tipo de hongo que suele habitar en los lugares húmedos y con poca luminosidad
Cuando un alimento lleva mucho tiempo abierto en la nevera o la despensa, es habitual que aparezca un tipo de hongo que encuentra en los lugares húmedos y con poca luminosidad su hogar ideal. Hablamos del moho, esa capa aterciopelada, blanquecina y con motas azuladas que cubre los productos que ya comienzan su proceso natural de descomposición. Lo normal en este caso es huir despavoridos y tirar a la basura el alimento en cuestión, sin embargo, los expertos apuntan a que, a veces, su consumo no es tan perjudicial.
Como todo el mundo sabe, su ingesta accidentada puede provocar una reacción alérgica, así como síntomas tan molestos como diarrea, malestar estomacal, dolor de cabeza, fatiga o vómitos. Esto ocurre principalmente con alimentos como los embutidos, las frutas y verduras blandas, el pan, los frutos secos y productos más líquidos, que estimulan la proliferación del hongo, como el yogur o la mermelada. No obstante, ¿qué alimentos si puedes mantener a pesar de su presencia?
Queso
Variedades como el camembert, el roquefort o el cabrales ven potenciado su sabor y aroma gracias al moho que se forma en la capa más superficial. Sin embargo, la seguridad de su consumo varía según el tipo de queso al que nos enfrentemos. Por ejemplo, en el caso de los curados y los semicurados, con quitar la parte dañada será más que suficiente, mientras que los blandos deben ir directamente a la basura. Los únicos que puedes comer con el moho incluido son aquellos en los que el hongo haya crecido de manera natural, como los quesos azules.
Frutas y verduras con poca agua
Al apenas incluir agua en su composición, el hongo no puede atravesar la corteza tan fácilmente, lo que también dificulta su proliferación en el interior del producto. Así, las frutas y verduras que cumplan con este requisito solo necesitarán que retires la zona con moho, de un centímetro de grosor como mínimo, para después continuar con su consumo. Dentro de este grupo encontramos la zanahoria, los pimientos, las judías, las alcachofas, los dátiles, el coco, el aguacate o el brócoli, entre otros.
Jamón y salchichón curados
Es cierto que la mayoría de embutidos no deben comerse cuando el moho ya ha hecho acto de presencia en su composición. Sin embargo, como ocurre con el resto de alimentos, aquellos que tengan una consistencia más dura y hayan pasado por un proceso de curado exhaustivo, podrán seguir formando parte de tu dieta. Como hemos visto anteriormente, solo tendrás que remover la capa afectada por el hongo.