Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
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Viernes 30 de junio de 2023
ACTUALIZADO : Viernes 30 de junio de 2023 a las 10:56 H
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Cuando el calor aprieta, una alimentación adecuada y una buena hidratación son claves para ayudar al cuerpo a mantenerse en condiciones, especialmente en el caso de los niños y las personas mayores.
Para combatir el calor con lo que ingerimos, nos sirven todos los alimentos que en su composición tengan un porcentaje elevado de agua, pero también todos los que nos provoquen sudor. Aunque parezca una contradicción, el sudor ayuda a refrescarnos.
Puede parecer que no tiene sentido, pero los ingredientes picantes y las bebidas calientes ayudan a llevar mejor el calor. Cuando se toman helados o bebidas con hielo, la temperatura corporal baja rápidamente, pero el organismo enseguida contrarresta este efecto aumentándola de nuevo, de manera que la sensación de frescor dura muy poco. Por el contrario, los ingredientes picantes, especias, guindillas, etc. suben la temperatura de nuestro cuerpo y estimulan la circulación sanguínea provocando la sudoración. Y es la evaporación del sudor lo que refresca nuestro cuerpo.
Así que, no siempre los alimentos fríos son la mejor opción. De hecho, mejor que un helado es tomar más frutas y verduras, que aumentan la hidratación. Y una de las mejores frutas que podemos tomar es la sandía. Es la fruta que más agua contiene, un 93%, y además es muy poco calórica, cada 100 gramos de sandía nos aportan 20 calorías. El melón también cumple con estas características.
El tomate es rico en licopeno y en vitaminas A y C. Es bueno para cuando tenemos calor o sensación de ardor, porque refresca e hidrata. Y en verano, tomarlo en forma de gazpacho o salmorejo es refrescante y una delicia nutricional.
Otro alimento que nos ayuda a mitigar el calor son los frutos rojos, especialmente moras y frambuesas. Son ricos en antocianinas, un compuesto que tiene un importante efecto antiinflamatorio y que disminuye la presión arterial y facilita la vasodilatación. Todo ello ayuda al cuerpo a bajar su temperatura a través de la circulación porque se redistribuye el flujo sanguíneo hacia los tejidos externos (piel y órganos del aparato respiratorio), lo cual permite eliminar el exceso de calor.
La menta, una hierba refrescante que podemos añadir a bebidas y postres, nos puede ayudar a aliviar la sensación de calor, gracias a su efecto refrescante.
Además, todas las frutas y verduras ricas en agua como pepino, lechuga, apio, piña, etc. nos ayudarán a mantenernos hidratados y a combatir el calor.