Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorTu cuerpo está formado por billones de bacterias beneficiosas que viven en la piel, en los intestinos y en las células mucosas. Algunas descomponen los alimentos en nutrientes absorbibles, sintetizan las vitaminas, destruyen las células que causan enfermedades y apoyan la función inmunológica. Sin embargo, otros microorganismos son responsables de las infecciones.
Existe una estrecha relación entre la salud nutricional y el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico, por lo que es importante comer alimentos que combatan las infecciones y ayuden a fortalecer las defensas naturales.
Fotografía de Big Stock.
La mayoría de las personas recurren directamente a la vitamina C después de resfriarse. Eso es porque la vitamina C aumenta la producción de glóbulos blancos, que son clave para combatir las infecciones. Casi todas las frutas cítricas tienen un alto contenido de vitamina C, como es el caso de la naranja, el limón, la mandarina y el pomelo.
Las espinacas están en nuestra lista no solo porque son ricas en vitamina C, sino que también están repletas de antioxidantes y betacaroteno. Al igual que el brócoli, las espinacas son más saludables cuando se cocinan lo menos posible. Sin embargo, la cocción ligera facilita la absorción de la vitamina A y permite que se liberen otros nutrientes.
Los yogures con cultivos vivos y activos, como el yogur griego, pueden estimular el sistema inmunológico. El yogur también puede ser una gran fuente de vitamina D.
El ajo se ha considerado durante mucho tiempo una herramienta eficaz para combatir las infecciones. El ajo no solo es rico en antioxidantes, sino que también tiene ciertos químicos que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y el cáncer.
Fotografía de Big Stock.
El polen contiene proteínas de alto valor biológico, (casi todos los aminoácidos esenciales) y es una buena fuente de vitaminas (entre las que cabe destacar la vitamina C, E y todo el complejo de vitaminas del grupo B), minerales (potasio, calcio, magnesio, silicio). Por ello se usa como tónico revitalizante que aporta energía inmediata al organismo.
La cúrcuma es una especia aromática perteneciente a la familia del jengibre. Desde la antigüedad ha sido utilizada en el sur de Asia en la cocina por su efecto antimicrobiano que ayuda a combatir diversas bacterias, virus y hongos. Además, contiene vitamina C, B6, B3, hierro, magnesio y selenio.
Debido a la presencia de las sustancias antioxidantes, esta fruta nos ayuda a recuperar las células dañadas del organismo. Los arándanos contienen una gran variedad de minerales (manganeso, calcio, fósforo, hierro, potasio y zinc), vitaminas B1, B2, B3 y B6, vitamina C, vitamina E, vitamina K y manganeso. Además, son ricos en vitamina C, pectina y fibra, y contienen poco azúcar por lo resultan bajos en calorías.