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Alimentación
Alimentos que debes lavar antes de comerlos si no quieres intoxicarte
También hay otros que pasamos por agua de forma errónea porque le estamos quitando nutrientes
Ser limpio en la cocina es una máxima que debemos seguir en pro de obtener una mayor seguridad de que los productos que consumimos no nos van a sentar mal debido a bacterias que alberguen. Sin embargo, desconocemos que muchos productos que forman parte de la cesta habitual de nuestra compra no es necesario pasarlos bajo el grifo. Si lo hacemos erróneamente, lo que estaremos haciendo es que muchos de esos alimentos pierdan sus nutrientes, aromas o sabores tan característicos.
Alimentos que necesitan una higiene previa
Las frutas y verduras frescas es obligado que las lavemos antes de consumirlas para eliminar todo tipo de restos relacionados con la tierra, insectos o productos químicos usados en su cultivo.
Lo mismo sucede con las legumbres secas ya que en ocasiones tienen algo de polvo, pieles sueltas o pequeños bichos. Así, lo más recomendable en este caso es ponerlas en remojo e ir filtrando esas impurezas debajo de un buen chorro de agua.
En el caso, además, de la quinoa, esa limpieza debe hacerse para eliminar un componente tóxico que tiene llamado saponina. Aunque el porcentaje es pequeño, nunca está de más ser precavidos y colarlas bajo el grifo durante un par de minutos antes de cocinarlas.
Alimentos que no tenemos que lavar
Hay personas que nada más venir de la carnicería y la pescadería limpian previamente estos alimentos antes de cocinarlos. Error. En ambos casos hay bacterias que se pueden multiplicar con dicha higiene previa. Así, si hemos comprado carne roja cruda basta con cocinarla para que las altas temperaturas hagan su trabajo de limpieza.
Mientras que en el caso del pescado solo podremos ponerlo debajo del grifo cuando vayamos a quitarles las vísceras y las escamas. Si ya viene limpio y preparado desde la propia tienda, no tenemos nada más que hacer.
Lo mismo sucede con los huevos y los restos de suciedad que muchas veces quedan pegados en la cáscara. Lo mejor es no lavarlos si no los vamos a comer ese mismo día y meterlos en agua con un poco de sal y secarlos en el caso contrario.
Otra creencia equivocada es pensar que debemos poner bajo el agua todo tipo de setas y hongos. Estos alimentos absorben mucho la humedad, por eso es un pecado lavarlos y no secarlos. Un consejo en este caso: si los hemos comprado en el supermecado ya preparados en bandejas listas para consumir, no tenemos nada más que hacer; pero si los hemos recogido esa misma mañana en el monte, bastará con limpiarlos de forma muy suave con un pequeño trapo húmedo. Importante, quitar siempre todo rastro de humedad.