Alimentación

9 maneras de aprovechar el pan duro y que este no acabe en la basura

Rosa Roch

Foto: BigStock

Domingo 24 de mayo de 2020

4 minutos

9 maneras de aprovechar el pan duro y que este no acabe en la basura
Rosa Roch

Foto: BigStock

Domingo 24 de mayo de 2020

4 minutos

Medir la cantidad de pan que vamos a consumir a diario a veces no es tan fácil, ya sea porque hemos calculado mal, porque ha ultima hora hemos cambiado el plato que íbamos a cocinar y esa salsa tan deliciosa que invitaba a mojar el pan ya no la tendremos, o sencillamente porque ese día al final no nos apeteció comerlo. Sea por una cosa o por otra, es fácil acabar con restos de pan duro que, a nuestro pesar, acaba en el cubo de la basura.

Un estudio sobre el desperdicio alimentario en España en 2018, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) @mapagob, muestra que alrededor de 6,9 millones de hogares tiran el pan, con una media de unos 8,2 kg de pan por hogar.

No acertaremos en comprar el pan justo para consumirlo en el día pero, más allá de congelarlo y sacar el que vayamos a comer en el día, sí podemos darle una salía a esos restos para no tirarlo y, a su vez, ahorrar en la cocina

Una opción sería ablandarlo y otra preparar suculentos platos que tienen el pan como ingrediente. Optemos por una opción o por otra, el resultado será excelente.

 

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Algunas propuestas para aprovechar el pan duro van desde entrantes, hasta platos principales, postres y desayunos. Aquí tienes una muestra de lo que puedes hacer:

1.- Pan rallado

Tenemos la costumbre de comprar el pan rallado que ya viene preparado en un paquetito pero, antaño, este ingrediente tan usado para rebozar, se hacía en casa, precisamente con los restos que habían quedado secos. Tritura los trozos de pan que te hayan quedado, extiéndelos en la bandeja del horno sobre papel de hornear y tuéstalo durante 15-20 minutos a 200º. Lo podrás conservar en una cajita de plástico fuera de la nevera y a su vez, al perder la poca agua que le quedaba no se formará moho.

2.- Tostadas

Otra manera de recuperar el pan del día anterior es haciendo unas tostadas. Simplemente con ponerlo en la tostadora o en una plancha cogerá la textura adecuada y recuperarás todo el sabor del buen pan tostado, que podrás acompañar con un poco de aceite o margarina para el desayuno.

3.- Picatostes

Otra modalidad del pan tostado son los picatostes, que dan un buen juego, por ejemplo, en una crema de calabacín, una sopa de cebolla o también, en una ensalada. Esos tropezones crujientes, además de un punto de sabor, darán un toque especial a la presentación del plato. Corta el pan a dados pequeños, ponlos en una sartén con un poco de aceite de oliva y tuéstalos un poco. Si además quieres darle mayor sabor, en el aceite puedes poner un diente de ajo, o perejil o pimentón al gusto.

4.- Cereales

¿No tienes cereales para el desayuno? Usa pan seco. Puedes cortarlo en finas láminas con una mandolina. Puedes pasarlo por una sartén con un poco de azúcar en caramelo. A la leche le puedes añadir, además, frutos secos, o fruta deshidratada o fruta fresca como una frambuesa o plátano cortado muy pequeño.

5.- Sopa castellana

Un entrante tradicional excelente para los meses más fríos que aporta energía, da calor y además está muy rico. El pan es el ingrediente principal, el que da cuerpo a la sopa, el ajo le da buen sabor y el pimentón, además de buen color, su aroma característico. Es una receta fácil, rápida y humilde.

6.- Salmorejo

Una sopa fría, también muy tradicional, típica de Córdoba que nos refresca en verano. Realizada con una pasta de migas de pan, tomate, aceite y ajo. Se le pueden añadir de guarnición, unas virutas de jamón, picatostes o huevo duro rallado.

7.- Migas

Además de combinar, una vez más, tradición y ahorro, este plato saciará el apetito del más voraz. Es un plato contundente, elaborado con pan desmigado, chorizo, jamón serrano y ajo, entre otros. Se puede usar agua o caldo de carne, según lo intenso de sabor que se quiera.

8.- Albóndigas

Además de aprovechar el pan para hacer la masa, al hacer albóndigas podemos favorecer el ahorro energético y de tiempo, ya que se puede cocinar más cantidad y congelarlas para disponer de ellas otro día.

9.- Postres

Pudin, torrijas de Semana Santa, tortitas de carnaval… una serie de postres típicos de fechas señaladas, pero que podemos comer durante todo el año, especialmente si tenemos pan seco y queremos dar a nuestro menú un final de lo más festivo. 

Sobre el autor:

Rosa Roch

Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.

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