Toni Esteve
Alimentación
Aumentar el consumo de frutas y verduras mejora la salud mental
Disminuye la posibilidad de padecer depresión y angustia psicológica
La adhesión a dietas ricas en alimentos vegetales, como la fruta, junto con la dieta mediterránea se asocia con un menor riesgo de demencia y de deterioro cognitivo, incluyendo la enfermedad de Alzheimer. Este efecto se produce gracias a la cantidad de compuestos nutricionales de las frutas, como la vitamina C, así como a sus componentes no nutritivos, como los carotenoides (pigmentos responsables de proporcionar el color característico a las frutas y a otros alimentos y que son una excelente fuente de vitamina A) y los polifenoles, que son compuestos bioactivos que influyen tanto en la actividad celular como en los mecanismos orgánicos y que, además, tienen un impacto positivo en el sistema cardiovascular ayudando a prevenir enfermedades relacionadas con este.
Según se recoge en el Informe de estado de situación sobre “Frutas y hortalizas: Nutrición y salud en la España del S.XXI”, editado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN @FENnutricion), los hallazgos de estudios recientes han demostrado que un aumento en el consumo de frutas y verduras se asocia con una mejor salud mental, disminuyendo la posibilidad de padecer depresión y angustia psicológica. En la misma línea, otros estudios sugieren que concentraciones mayores de luteína plasmática respecto a los lípidos plasmáticos están asociadas con una disminución del riesgo de demencia.
Menor estrés psicológico y depresión
El consumo diario de al menos 5 frutas y verduras está asociado con un menor estrés psicológico. La principal razón es que las frutas tienen diversos efectos en la salud mental. En el estudio detectaron que la relación entre el consumo de frutas y verduras es inverso al nivel de estrés. La luteína es un nutriente que ayuda en la prevención del Parkinson y que está presente de forma natural en algunas frutas, como las naranjas, mandarinas, albaricoques o melocotones. También tiene propiedades antioxidantes, de manera que se asocia a la prevención del envejecimiento celular temprano, que puede tener diferentes incidencias sobre nuestra salud, especialmente relacionadas con enfermedades degenerativas.
Respecto a los folatos, muy presentes en las frutas, se ha demostrado que van ligados con la depresión. Esta relación entre la depresión y los folatos es inversa. Si tenemos en cuenta a los antioxidantes que encontramos en las frutas, tienen dos efectos principales. El primero es la reducción del estrés oxidativo, que se ha demostrado que aumenta en los casos de estrés crónico y depresión. Y el segundo, es que disminuyen la inflamación.